"Irse del país" ya no es una solución tan "fácil" como lo era hasta hace un par de años
Editorial #477 – Intolerable
Hace meses advertimos la creciente xenofobia contra venezolanos que se venía registrando en distintos países de la región. Nuestra mayor preocupación no eran los hechos concretos –y en algunos casos, aislados- que se habían denunciado, sino la tendencia que se observaba: cada vez son más quienes dejan el país en peores condiciones, mientras la tolerancia de los países vecinos es cada día menor. Ésta es una fórmula muy peligrosa.
Lamentablemente ese temor se está haciendo realidad. La presencia de venezolanos que llegan con pocos recursos y herramientas a países que tienen su propios problemas, está generando un rechazo cada vez mayor en algunos lugares.
Esto se ha hecho evidente los últimos días en varios videos y denuncias en redes sociales. Las más comentadas ocurrieron en Perú, donde el acoso a venezolanos -que en la mayoría de los casos lo único que hacen es trabajar para ganarse el pan de ese día- se ha vuelto cotidiano.
Lo más preocupante es que al parecer no son solo los ciudadanos locales los que maltratan a los venezolanos, sino incluso autoridades policiales y hasta militares, como se denunció en un video que se viralizó el último fin de semana, en el que se ve a supuestos militares peruanos propalando mensajes contra ciudadanos venezolanos.
El Ministerio de Defensa de ese país anunció que se iniciaría una investigación al respecto. Lo más preocupante de todo es que podemos presumir que lo que nos enteramos es solo una pequeña muestra de todo lo que en verdad ocurre.
Más allá de estos hechos, la realidad es que la situación de millones de emigrantes vulnerables y con grandes necesidades será cada vez peor. Los países, por razones lógicas, ya no reciben con el mismo agrado a quienes escapan hoy sin un peso y sin un plan de Venezuela, como lo hicieron en el pasado con jóvenes profesionales y preparados que aportan en gran forma al destino que eligen.
Lo que ahora enfrentan los venezolanos que emigran no se puede generalizar ni justificar, pero menos ignorar. Cada vez será más difícil para ellos vivir lejos de su tierra y para los países y sus débiles economías seguir recibiendo a más venezolanos.
«Irse del país» ya no es una solución tan «fácil» como lo era hasta hace un par de años. Claramente, «quedarse» es también cada día más difícil. Esa es el trágico dilema en el que el chavismo ha puesto a millones de personas.
Por supuesto, como también lo venimos planteando desde hace mucho tiempo, la única solución a esta tragedia es el cambio político en Venezuela. Cualquier otra cosa es una medicina cada vez menos efectiva.
Sin embargo, más allá de cualquier análisis, por razones históricas y también humanas, cualquier acto de discriminación o xenofobia contra un venezolano en cualquier país vecino debe ser rechazado porque es simple y llanamente intolerable.
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