Hoy los bolivianos tienen la oportunidad de hacer Historia por segunda vez en pocos meses
Editorial #496 – El 21F
Hace pocos días se cumplieron cuatro años de un día especial para Bolivia: el 21 de febrero de 2016, cuando el gobierno de Evo Morales, confiado en su apoyo popular, convocó a un referendo para modificar la constitución y permitir una nueva reelección de Morales.
Ese día comenzó a cambiar el curso de la historia de ese país, no solo porque Morales salió derrotado, sino porque casi de inmediato su gobierno empezó a desconocer la voluntad ciudadana. Finalmente, a través de la “justicia” que ese régimen controlaba, a Morales se le permitió presentarse como candidato en las elecciones presidenciales del 20 de octubre pasado.
No conforme con todo esto, intentó un monumental fraude para robárselas en primera vuelta y el resto es historia reciente: Evo se vio obligado a renunciar, se encuentra refugiado en Argentina escapando de la Justicia boliviana y el Tribunal Supremo Electoral anunció la semana pasada que está inhabilitado para optar por cualquier cargo de elección popular.
El 21F fue clave en todo este proceso porque Morales y sus cómplices se vieron obligados a quitarse la máscara de demócratas que durante años habían llevado puesta. Su proyecto fue siempre eternizarse en el poder a cualquier costo, igual al de sus socios regionales como Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Esa inesperada derrota desnudó sus intenciones. Pero eso no hubiera sido suficiente, solamente fue útil porque los bolivianos comprendieron lo que enfrentaban y trabajaron en la manera de derrotarlo.
Entendieron que no estaban frente a un grupo dispuesto a respetar la democracia y salir por los votos, sino que debían organizarse y estar dispuestos a luchar en la calle, con fuerza. Así lo hicieron durante 21 días luego del más grande fraude electoral en la historia de Bolivia hasta recuperar su libertad.
Hoy los bolivianos tienen la oportunidad de hacer Historia por segunda vez en pocos meses, al consolidar una unidad que asegure la irreversibilidad de la transición y la consolidación de la democracia.
Hay que poner todo el esfuerzo para lograr una candidatura única que enfrente al MAS, el partido de Morales, el 3 de mayo. Si las condiciones no están dadas hoy, hay que construirlas por el futuro del país.
Y esa será, junto al 21F, una nueva fecha que acompañará una de las etapas más luminosas en la historia del país y que tan orgullosos nos hace.
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