Es un impulso para quienes luchan por las ideas liberales en toda la región
Editorial #517 – La voz de Lacalle
Argentina enfrenta serios problemas, como el que la pandemia haya alcanzado su peor nivel desde su inicio hace cuatro meses superando incluso los 4.500 contagios en un día, el agotamiento de los ciudadanos después de 120 días de encierro, la dificultad de cerrar un acuerdo con los acreedores de su deuda lo cual dejaría al país en un default, y una economía que ya venía mal producto del virus y la cuarentena empieza a mostrar sus primeras señales de grave crisis.
Sin embargo, en medio de tantos conflictos propios, la semana pasada los argentinos recibieron su mayor “sacudón” de parte de un extranjero: el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Ocurrió a raíz de una entrevista que le hizo el conocido periodista cordobés, Alfredo Leuco, en el canal Todo Noticias. La nota logró el máximo rating de televisión e hizo estallar las redes sociales. Pero también generó un sismo en el mundo político argentino, que hoy tiene un gobierno cada vez más débil y una oposición que, para muchos, no da la talla.
Con una mezcla de firmeza y sinceridad, Lacalle contó en la entrevista lo que piensa y lo que desde hace años repite. Resaltó la importancia de la “libertad con responsabilidad” y, al referirse a la pandemia y al motivo por el que Uruguay no aplicó -como la mayoría de los países de la región- un aislamiento más estricto, afirmó que “no estaba dispuesto a obligar a los uruguayos a confinarse e ir rumbo a un Estado policíaco”.
Así mismo, en una región que todavía lucha contra el populismo, el estatismo y el socialismo, las ideas del presidente uruguayo fueron casi revolucionarias. Con un tono respetuoso, pragmático y honesto, Lacalle Pou enarboló las banderas de la libertad, el trabajo y la responsabilidad.
Cuando hace algunos días un periodista le consultó, en tono de reclamo, por qué no había invitado a su toma de posesión a los mandatarios de Venezuela, Nicaragua y Cuba “por motivos ideológicos”, Lacalle Pou le corrigió de manera muy directa que la ideología no tuvo nada que ver con su decisión. “No los invité por motivos democráticos”, le respondió.
Sin duda la llegada de este líder político de 46 años -abogado de profesión y surfista como pasión- a la Presidencia de Uruguay, después de 15 años de socialismo del Frente Amplio en el poder, es un impulso para quienes luchan por las ideas liberales no solo en el país oriental, sino en toda la región.
La grave crisis sanitaria que generó la pandemia de Covid-19 y sus inevitables consecuencias económicas, políticas y sobre nuestras libertades, son sin duda una amenaza, pero también podrían ser una oportunidad para encontrar un nuevo rumbo en el continente que sea guiado por voces sensatas y modernas como la del presidente uruguayo.
Esperemos que, sin demora, se le sumen otras en todos nuestros países que defiendan y difundan las ideas de la libertad porque es la única manera en la que las naciones podrán enfrentar un mundo lleno de nuevos retos y dificultades.
Hoy es el momento de escuchar con atención la voz de Lacalle.
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