Lo que más duele no es el complejo panorama actual, sino la oportunidad perdida
Editorial #539 – Los goles que no se hacen
El fútbol y la política tienen similitudes innegables. Quizá la más evidente es que muchas veces los partidos no los gana un equipo por sus aciertos, sino los pierde el otro por sus errores.
Eso ocurrió en nuestra región en los últimos años en lo relacionado a la lucha de las fuerzas democráticas que, desde hace dos décadas, enfrentan el embate socialista del Foro de Sao Paulo que ya ha arrasado con algunos países (como Cuba, Venezuela y Nicaragua) y es una permanente amenaza sobre otros.
En algún momento a principios de siglo, el mapa de la región se tiñó de rojo con la llegada al poder de Hugo Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, los Kirchner en Argentina, Evo Morales en Bolivia, “Pepe” Mujica en Uruguay, Rafael Correa en Ecuador y Daniel Ortega en Nicaragua. El avance del proyecto socialista del Siglo XXI era innegable.
Sin embargo, hace algunos años el desgaste de ese modelo debido a su corrupción y mala gestión permitió que el continente empiece a pintarse de azul y se genere una esperanza de cambio real con la llegada al poder de Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, Lenin Moreno en Ecuador, Iván Duque en Colombia, Jair Bolsonaro en Brasil y, más recientemente, Jeanine Añez en Bolivia.
Mientras todo esto ocurría, Maduro y el chavismo vivían su peor momento y Juan Guaidó lograba el reconocimiento de más de 60 países y organismos del mundo como presidente interino legítimo de ese país. La presencia de Donald Trump en la Casa Blanca fue determinante para esta lucha por la libertad de la región.
Lamentablemente, en cuestión de meses ese escenario de cambio, en lugar de consolidarse, se desmoronó. El kirchnerismo retornó al poder en Argentina, la transición fracasó en Bolivia, Maduro logró aferrarse al poder, mientras Duque, Moreno y Piñera enfrentan grandes desafíos y amenazas en sus países. Por si fuera poco, Trump no consiguió asegurar un segundo mandato y la administración de Joe Biden, según reportó Bloomberg esta semana, “buscará negociar con Maduro para revertir el plan de Trump”.
Lo que más duele no es el complejo panorama actual, sino la oportunidad perdida. Tuvimos todo para finalmente lograr dar ese indispensable paso hacia la libertad y la democracia de todo el continente, pero no lo supimos aprovechar y ahora el péndulo parece oscilar nuevamente hacia la izquierda.
Queda claro que se vienen años difíciles para la región, potenciados por una pandemia cuyo impacto en la economía recién empezaremos a ver el nuevo año y en manos de una mayoría de gobiernos más preocupados por eternizarse en el poder que en resolver los problemas de la gente.
Lo que vivimos nos confirma una vez más que en la política, como en el fútbol, si no haces los goles, te los hacen.
Y los partidos que se pierden muchas veces se explican por los goles que no se hacen.
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