Carta Democrática Interamericana es un haz de luz contra todo pronóstico
OEA: Un agente mediador ante la crisis política en Venezuela

El mes de junio ha estado cargado de muchas noticias internacionales vinculadas con Venezuela, en vista de las trabas colocadas por el Gobierno de turno para aplicar el Referendo Revocatorio, se recurrió a solicitar ante la Organización de Estados Americanos (OEA), la aprobación de la Carta Democrática Interamericana.

En vista de la solicitud, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió colocar fecha a la sesión al Consejo Permanente del organismo para debatir sobre la activación de la Carta Democrática a Venezuela, sin embargo, esta disposición podría suspenderla del organismo.

La organización conformada por 34 países se reunió el miércoles 15 de junio en República Dominicana para discutir la crisis de Venezuela. Desde el 2014, no se reanudaba el diálogo para realizar un proceso de conciliación entre ambas partes, el mismo propone solventar las dificultades políticas, económicas y sociales de la nación.

Asimismo, a inicios de este mes Almagro destacó lo siguiente:

“La activación de la carta es un instrumento muy sensible que se invoca por primera vez contra la voluntad del Gobierno del Estado afectado. En Venezuela hay una alteración del orden constitucional que afecta gravemente al orden democrático”.

Antecedentes de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana

Las ocasiones en que se ha aplicado el instrumento son escasas y ha sido porque el mismo país lo ha solicitado ante la organización a través del articulo 17 o 18 de la entidad. Por lo tanto, será la primera vez que se produzca este encuentro entre la OEA y uno de sus países miembros.

En consecuencia, Venezuela sería el primer país al que se le aplica la Carta Democrática Interamericana en contra del Gobierno desde que el instrumento se estableció en el año 2001. El proceso implica realizar un estudio a los 34 países miembros para su aprobación, así como apelar al artículo 20 que faculta al secretario general para convocar al Consejo Permanente. Para ello, es necesario recolectar dos tercios de los cancilleres, lo que colocaría en peligro la permanencia del país en la OEA.

 

Pronunciamiento de otros mandatarios Latinoamericanos

Ante la imperiosa necesidad de que intervenga un agente externo como la OEA, son varios los países que están a favor y en contra de la aplicación de la Carta Democrática; Argentina y Bolivia, dos países Latinoamericanos, difieren en sus opiniones sobre activar o no dicho instrumento.

 

Argentina

El presidente argentino Mauricio Macri, afirmó que posee una actitud muy crítica con la situación en Venezuela.  No obstante, sugiere que la petición de la Carta Democrática no va a solventar el conflicto.

“He sido muy crítico y quizás el primero en decir que lo que sucede en Venezuela es inaceptable y opino de la misma manera. Lo que hace falta ahí es encarar un proceso que lleve a un nuevo proceso electoral. Hay mucha gente que la está pasando muy mal”, aseveró.

 

Bolivia

Por su parte, el presidente de Bolivia, Evo Morales, brindó su apoyo a OEA por su postura de defensa hacia de Venezuela, ante los intereses injerencistas del Gobierno de Estados Unidos.

«La OEA ha derrotado los intereses intervencionistas del Gobierno de EE.UU contra el Gobierno de Venezuela. Felicidades a la OEA», señalo.

 

Sesión del miércoles 15 de junio

Este miércoles, los países miembros de la OEA aprobaron con 19 votos a favor una resolución elevada por Venezuela que solicita la evaluación en Consejo Permanente de la postura “injerencista” de Luis Almagro.

La sesión se realizó durante sesión 46° del período ordinario del organismo internacional, en República Dominicana,
la propuesta adquirió 12 votos en contra, una abstención y dos ausencias.

Tras este resultado, la canciller de la República, Delcy Rodríguez, afirmó que la conducta injerencista de Almagro se llevará ante la Asamblea General de la OEA y el Consejo Permanente.

 

Postura del Gobierno venezolano

La solicitud de la Carta Democrática ha sido rechazada por el presidente, Nicolás Maduro, así como por parte de los entes como es el caso del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que ha repudiado rotundamente que Almagro intervenga en las decisiones del país, por pensar que no existe ninguna alteración de la democracia que justifique tal acción.

«La Carta Democrática la pueden poner en un tubito bien fino y darle mejor uso, señor Almagro. Métase su Carta Democrática por donde le quepa, a Venezuela se le respeta y a Venezuela no se le va a aplicar ninguna carta”, sentenció Maduro.

 

Supuesto diálogo  

En vista de los últimos acontecimientos suscitados en el país, se dificulta la proposición de un “dialogo”, que más allá de desarrollar posibles estrategias para el fortalecimiento de la nación, incurre en soluciones “efímeras” que solo disimulan la verdadera cara de la moneda y no hacer frente a: saqueos, inflación e inseguridad, problemas que realmente golpean la convivencia diaria de los venezolanos.

Por su parte la canciller de la República, Delcy Rodríguez y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, mantuvieron una reunión, el diálogo fue puesto sobre la mesa como alternativa luego de que Almagro invocara la Carta Democrática Interamericana debido a la crisis económica, política y humanitaria que enfrenta Venezuela. Se espera próximamente otra sesión del Consejo Permanente de la OEA que debatirá sobre la activación de la Carta Democrática.

Por ende, es imperativo preguntarnos: ¿representa la Carta Democrática Interamericana una vía de escape ante la crisis política que enfrenta Venezuela?

Es cierto que podría suspenderse el país de su derecho de participación en la OEA. Sin embargo, las gestiones diplomáticas constituyen una herramienta para propiciar una alianza estratégica en vista de la constante pugna política de poderes, que contra todo pronóstico se ha implementado en Venezuela y que además busca acelerar un proceso de cambio encauzado por la vía constitucional.

 

Fuentes:

Globovisión

El Nacional