La Vinotinto recupera la ilusión de una nación
Después de 2 semanas termina el transitar de la Selección Vinotinto en la Copa América Centenario, una presentación cargada de sensaciones, donde se llegó con ninguna expectativa y partido a partido renació la esperanza, así como una dinámica de juego que permitía soñar.
La Vinotinto no se limita a los jugadores y el personal técnico, se ha convertido en un sentimiento, una identidad, una característica del venezolano, representa la unión de un grupo humano, donde no se distingue raza, edad, sexo, tendencias y permite reencontrarse con el que piensa distinto, pero que comparte la alegría de ver el tricolor nacional en el campo de juego.
El combinado nacional llegó a Estados Unidos con profundos cambios, en un proceso de adaptación al nuevo técnico Rafael Dudamel, a los planteamientos realizados y las nuevas incorporaciones, a pesar de disputar varios partidos preparatorios la cara de la Vinotinto se parecía mucho a la dejada por Noel Sanvicente.
Salir a luchar cada balón, mirar al rival de frente, no perder de vista el objetivo del gol fue la carta de presentación de la Selección frente a Jamaica, quien a pesar de la tradición mundialista no pudo contener al “Lobo” Guerra y sus 10 guerreros en cancha.
Superado el primer encuentro y con 3 puntos en el bolsillo comenzó la ilusión y la lluvia de camisas vinotinto en las ciudades venezolanas, la prensa nacional se llenó de titulares elogiando la labor de la Selección. Se volvía a soñar después de tanto tiempo, la oncena nacional masculina continuaba la racha de su similar femenina.
Llega el segundo encuentro ante Uruguay, el reto era difícil pero la actitud se mantenía, la ilusión estaba presente, lo que se tradujo en buen juego, paradas espectaculares de Danny Hernández y un excelente gol de Salomón Rondón, que permitió superar por primera vez a Uruguay en Copa América.
Un país y una Selección recuperaban la sonrisa, los cuartos de final eran un hecho y el posible rival Argentina aún se veía lejos, era disfrutar el momento, olvidar tantos problemas y disfrutar del deporte más hermoso del mundo.
El partido con México, último de la ronda de grupo, fue una alegría que al final llevó un cierto sabor agridulce con el gol de Corona en el minuto 80. Argentina se confirmaba como el rival de cuartos.
Llega el sábado 18, día del partido entre Argentina y Venezuela, la ilusión del fanático nacional se compartía con el respeto a la selección albiceleste y sus figuras.
Pocas horas después el sueño terminó, con un encuentro donde la Vinotinto llegó al terreno con un excesivo respeto transformado en concesiones excesivas a una selección argentina con sus figuras más emblemáticas, que aprovechó las ocasiones y consiguió los goles. Venezuela le dice adiós a la Copa América Centenario a manos del equipo que probablemente será el campeón.
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