Gracias por todo Michael Phelps
El mundo del deporte permite humanizar la figura de los héroes, esas personas que más allá saber la técnica de una disciplina, contar con el apoyo y ser exitoso, está dotado de un alma especial que los convierte en únicos.
En Baltimore Maryland (Estados Unidos) nació uno de esos hombres que hacen grandes al deporte: Michael Fred Phelps II, quien desde muy pequeño y movido por el diagnóstico de Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad consigue en la piscina su pasión y su misión.
Sidney 2000 fueron sus primeros Juegos donde no consiguió ninguna medalla, pero con solo 15 años llegó a la final de los 200mts mariposa, allí comienza el camino olímpico de el “Tiburón de Baltimore”.
Mientras el mundo veía a Ian Thorpe, Phelps seguía sumando experiencia y perfección en el estilo mariposa, comienza a batir records mundiales, aun era un adolescente.
En Atenas 2004, cúspide del olimpismo comienza Michael Phelps su impresionante gesta en la máxima justa del deporte, con seis medallas de oro (100m Mariposa, 200m Mariposa, 200m Estilos, 400m Estilos, 4X200m Libre y 4X100 Estilos), dos de bronce (200m Libre y 4×100 Libre), solo estaba en sus segundos Juegos.
Rápido pasaron 4 años e inician los Juegos Olímpicos en Pekin 2008, ahí llegó nuevamente Phelps e hizo historia con 8 medallas de oro (200m Libre, 100m Mariposa, 200m Mariposa, 200m, 400m Estilos, 4×100 Libre, 4x200m Libre y 4x100m Estilos), se hacen 14 las preseas en su haber, ya aquel muchacho de Baltimore era un héroe del deporte.
La vida es una serie de altibajos, épocas llenas de luz y otras de oscuridad es el transitar humano, Michael Phelps no podía escapar de eso, con los Juegos Olímpicos Londres 2012, se encontró con el inicio de su momento más complejo, un flojo comienzo con un 4to lugar en los 400m Estilos, un 2do lugar en el relevo 4 x 100m Libre y en los 200m Mariposa hacían pensar por un instante que el Tiburón se había cansado.
Con las medallas de oro en 4x200m Libre, 200m Estilos, 100m Mariposa y 4x100m Estilos, sumó 18, que sumadas a las 2 de plata y 2 de bronce llegaba a 22 preseas olímpicas que únicamente fueron superadas por el anuncio más temido: Michael Phelps le decía adiós a las piscinas.
Esa prematura retirada llevo al Tiburón de Baltimore a nadar en el peligroso mar del alcohol, las drogas, los arrestos, la ruptura con su novia desde hace años Nicole Johnson, su vida en un instante estaba de cabeza, mientras la estela del gran campeón, de héroe se perdía en fiestas y excesos.
La vuelta de Nicole a su vida y el nacimiento de Boomer, su primer hijo, le dio el empuje para llegar a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
8 días de competencia le permitió a Michael Phelps sumar 5 medallas de oro y 1 de plata, batir una marca con dos milenios de antigüedad y retirarse rodeado de sus compañeros del equipo de relevo.
Con lagrimas en los ojos dijo adiós al público, a la piscina olímpica de Río, los aplausos de los presentes, donde destacaban su esposa, su madre y su pequeño hijo, se convirtieron en la banda sonora con la que se despide a un grande y una frase queda en la mente de todos los que amamos el deporte: Gracias por todo Michael Phelps.
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