Un llaMUDo de atención

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Estamos en un momento crucial de la historia contemporánea venezolana. En cuarenta años de democracia “participativa” —distinguiendo el adjetivo en comillas porque no todos pudieron participar en las fiestas electorales— jamás se habían visto tantas carencias juntas: en lo social, en lo educativo, en lo económico y hasta en el porvenir del venezolano de a pie. Resulta indignante y doloroso ver como personas de todas las edades rebuscan en los basureros locales un bocado para paliar el hambre que les azota por horas, ante la mirada fría del Estado y los simpatizantes de una supuesta “Unidad”, que parece tener mucha paciencia… Más de la debida, porque el hambre no espera.

Convocatorias a protestas en horario de oficina, cacerolazos esporádicos, adrenalina por miligramos… Eso es lo que recibimos de la oposición “oficial” de nuestro país, a cambio de nuestra lealtad en las urnas electorales y paciencia… amarga paciencia que mata diariamente a cientos de venezolanos que claman por un cambio que recomponga los poderes públicos y permitan a los empresarios producir para combatir todas las carencias supra descritas.

Señores de la MUD, nosotros, jóvenes venezolanos que les apoyamos en cada elección; que colaboramos con ustedes en cualquier cosa dentro de nuestras posibilidades: desde tiempo para repartir volantes, diseño gráfico de menor escala, reparaciones informáticas, entre otros cientos de favores diversos, ya estamos cansados del mismo libreto de siempre: “Convocamos a una marcha tal día, de tal hora hasta tal hora”, o “toque su cacerola a las 8 pm en señal de rechazo al régimen” o la más nueva “dejen de hacer sus actividades por 10 minutos en toda Venezuela”. ¿Acaso piensan que todos somos ovejos? ¿Acaso tienen la osadía de creerse dueños de nuestro destino? Ahora no nos basta con ser víctimas de un gobierno represor, sino también de las personas en quienes confiamos nuestros votos a lo largo de varios años, esos quienes se decían “defensores de la libertad y la democracia”. Hoy, ahora, los jóvenes pensamos que ustedes, elite de la MUD, son COMPLICES del gobierno y de sus prácticas.

No hablo sin bases, sino con argumentos que he obtenido indagando en la calle y las redes. ¿Cómo pueden mantener la maquinaria política de esos partidos anti gobierno? Con la crisis económica, todos los venezolanos nos hemos visto afectados, menos ustedes… que mandan a la gente a sus casas después de una jornada de “protestas orquestadas”, con el mismo problema que tenían al llegar: ser víctimas inocentes de malas políticas públicas y de experimentos sociales cubanos.

¿Cómo pueden tener el «guáramo» de pedirle paciencia al hambriento, al enfermo, al sediento de justicia por perder a un ser querido? No se puede tener la cara tan dura para hacerlo, pero aún peores son aquellos que, con su asentimiento, permiten la burla diaria de estos personajes contra una sociedad pulverizada desde sus cuatro puntos cardinales.

Nos llaman «guerreros de teclado» a quienes escribimos líneas distintas a las suyas, omitiendo que nuestro fin obedece únicamente al cambio que necesita nuestra Venezuela para superar esta catástrofe. Nos dicen que no protestamos, que convocamos y nos quedamos durmiendo en casa… pero no nos conocen. Ni siquiera cuando nos piden colaboraciones en vísperas de elecciones y nosotros, de buena fe, la damos, siempre con la buena intención por delante… Todo para recibir lo mismo de siempre, nada.

Nos llaman «frescos», nos dicen que si seremos nosotros quienes encabecen la marcha a Miraflores que tanto pedimos… todo esto con el fin de separarnos de la masa opositora, tildándonos de «radicales» y sometiéndonos al escarnio público y «pichándonos» a las autoridades para que con nuestros cuerpos llenen sus infames cárceles y morgues, que, por cierto, ya están abarrotadas.

Juegan con nuestra inteligencia al tildarnos de «reaccionarios cabeza caliente», pero “ni de vaina” se detienen a escucharnos hablar, o por lo menos leer, analizar y responder nuestros llamados a la calle sin retorno. Nos han restado —y nos restan— tanta importancia que ya es evidente el hecho de que lo hacen «adrede».

A la oposición oficial venezolana no le interesa salir de Nicolas Maduro, mucho menos lograr la independencia de la Venezuela hoy sometida por Cuba. Ellos son felices ganando dinero publicitario al aparecer diariamente en los periódicos de mayor circulación nacional. Por algo siempre son los mismos “opositores” quienes van a los programas radiales y de televisión… los mismos adoctrinados, programados para decir un libreto súper trillado: “Revocatorio este año, libertad de presos políticos, aumentos salariales” … todos sabemos que nada de eso será posible porque son consecuencias de unas causas que no quieren atacar, porque, sencillamente, forman parte del mismo cogollo.

Hoy, más que nunca, me declaro en rebeldía, tanto con el gobierno como con la MUD; y no haré caso a ningún otro llamado de éstos. Mi paciencia ya ha tocado techo, mi estómago ha sufrido lo suficiente, y mi psique está lo bastante frágil como para tener que aguantar mentiras de dos bandos. Con las del gobierno me basta.

Por último, jóvenes, dejen de hacer el tonto útil trabajando para organizaciones que lo que menos buscan es tu bienestar, sino tu atraso. Mientras más pobre y hambriento, menos posibilidades tienes de sublevarte contra la autoridad que te pisa. Ya basta de ser ficha en sus tableros de ajedrez, ¡TEN DIGNIDAD!

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Guayoyo en Letras