¿HEREDEROS DEL 28 O DE LA GENERACIÓN BOBA?

Por  Andrés Abreu

 

«Estudiantes no tumban gobierno». ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase? Casi siempre se escuchan este tipo de afirmaciones luego de que algún grupo de estudiantes hayan manifestado o protestado ante alguna acción gubernamental. ¿Desde cuándo los estudiantes han sido parte de las manifestaciones o han tomado posiciones frente a la gestión de un gobernante?

 

Esto no es un fenómeno nuevo en Venezuela. Todos hemos escuchado alguna vez de la Generación del 28, estudiantes universitarios que protagonizaron un enfrentamiento contra el gobierno del dictador Juan Vicente Gómez en 1928.En este grupo se encontraban personajes como Rómulo Betancourt, Andrés Eloy Blanco, Raúl Leoni, entre otros.

 

Desde ese entonces, los grupos estudiantiles han representado papeles importantes dentro del desarrollo social y político de Venezuela. Las protestas por la democracia de 1958, el Movimiento de Renovación Universitaria de 1969,el Movimiento 13 de Marzo fundado en 1987, la huelga de hambre que logró en1987 la libertad de los presos políticos, entre muchos otros hechos son muestra de ello.

 

Posteriormente, en 2007, surgen acciones que marcaron la historia estudiantil de Venezuela. A raíz de las protestas iniciadas el 27 de mayo de 2007 los estudiantes tomaron acciones de calle en repudio al cierre de la televisora RCTV defendiendo el derecho de los estudiantes y de los ciudadanos a protestar pacíficamente; derecho que se encuentra especificado en la Constitución de 1999. Posteriormente, también en 2007 el recién bautizado Movimiento Estudiantil generó una fuerte oposición a la reforma constitucional que tendría lugar ese año y cuyas elecciones fueron ganadas por la oposición, en gran medida gracias a las acciones de los estudiantes universitarios.

 

Gracias a las protestas de ese año los integrantes del Movimiento Estudiantil fueron objeto de persecuciones y agresiones por parte de funcionarios del gobierno, siendo calificados como «fascistas» y «traidores a la patria».

 

Luego del año 2007 el Movimiento Estudiantil parece haberse convertido en un grupo más consciente de los riesgos que se corren en una manifestación, por lo cual han sido un poco más comedidos en las acciones a tomar. Sin embargo continúan siendo defensores de la democracia de forma pacífica, repudiando rotúndamente la protesta violenta.

 

Una de las acciones importantes fueron las iniciadas por los estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello, quienes en 2010 lograron que no se aplicara la Ley de Universidades que pretendía implementar el ejecutivo nacional y que atentaba contra la autonomía universitaria.

 

Muchos afirman que los estudiantes luego de ese emblemático 2007 no hicieron más nada por miedo, por desorganización o por falta de liderazgo. Dentro de todo eso hay algo de verdad. En 2007 se contaba con el liderazgo de Yon Goicoechea, Nixon Moreno y algunos más. Según las afirmaciones de algunos, estos líderes no prepararon al liderazgo que los sucedería por lo cual la esencia inicial del movimiento se perdió.

 

Toda organización necesita un liderazgo, es cierto, pero el ejercido en el Movimiento Estudiantil es temporal debido a que el propio movimiento se encuentra en un relevo constante ya que la condición de estudiante se deja atrás rápidamente. En este tipo de organizaciones es necesario que los líderes no sean los únicos que puedan organizar o llevar la batuta de todos los acontecimientos. Se necesita que todos los estudiantes tengan un rol protagónico dentro del movimiento, que aporten ideas y las lleven a cabo, que propongan acciones a tomar, etc. De esa forma se puede asegurar la continuidad del Movimiento Estudiantil.

 

También se hace necesaria la coordinación interuniversitaria para que el Movimiento se consolide como un solo gran bloque estudiantil conformado por pequeños bloques representados por cada una de las universidades. Algunas universidades cuentan con un Movimiento Estudiantil verdaderamente dormido, camisas verdes y anaranjadas que se veían en las calles en un principio, hoy parecen haberse extinguido.

 

Otro de los factores importantes es la apatía de la sociedad civil frente a los hechos que atentan contra la democracia. Las personas muchas veces apoyan las manifestaciones estudiantiles pero no se unen a estas; es necesario comprender que los estudiantes no están solos en esta lucha, requieren del apoyo y de la iniciativa de la población venezolana, de esa gente que ve pasar a los estudiantes, los apoya con la corneta de su carro o con aplausos pero que cuando la convocan para que asista a manifestaciones o para que exprese su desacuerdo por alguna acción gubernamental se cruza de brazos esperando que los estudiantes o algún otro grupo haga algo. Para poder lograr algo se necesita de la intervención de la sociedad; un solo sector, sea cual sea este, no puede solo contra toda la maquinaria del Estado y tampoco es el único afectado por las decisiones que se tomen.

 

Si bien puede ser cierto que los estudiantes no tumban gobierno, han servido como ente de protesta ante las arbitrariedades del gobierno y han tomado acciones que han marcado la pauta o han alarmado a la sociedad civil sobre lo que pasará en el país tal y como afirma la Profesora Mercedes Pulido quien califica al Movimiento Estudiantil de profético.

 

Vale la pena preguntarse ¿qué pasó con los estudiantes de la generación del 28? Parecen haber quedado atrás y parecen haber dado paso a una nueva generación de estudiantes. ¿Seremos nosotros los hijos de esa «Generación boba» de Chirinos? Creo que esta generación ha demostrado que no heredó lo «bobo» de aquella, o quizás una parte no lo heredó porque aún contamos con muchos que si parecen haber tomado bastantes elementos de esos estudiantes que Chirinos calificó como bobos gracias a la televisión. Esperemos que esa herencia no perdure en el tiempo; ojalá pueda cambiarse esa «genética» para que los futuros estudiantes sean herederos de una nueva generación de luchadores y de héroes de la democracia.

 

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