Si la MUD no se refunda, se refunde
Editorial #325 – Así, no
No es necesario repetir que salir de un gobierno que ha saqueado al país y lo ha dejado en ruinas no es solamente un deseo, sino una necesidad. Por eso, preocupa que en un momento tan crítico de nuestra historia, un sector de la dirigencia opositora actúe de la manera en la que lo hace.
Incomprensiblemente la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) decidió prestarse al juego del gobierno a espaldas de los venezolanos. Pero, como si no fuera suficiente, luego de que esto se filtrara al público por segunda vez –todavía recordamos el otro encuentro secreto en La Romana, República Dominicana, en mayo, del cual nos enteramos por las redes- la arrogancia con la que manejaron el tema los embarró aún más.
Ver al Secretario Ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, tratando de explicar durante interminables minutos en CNN en Español la diferencia entre un “pre-diálogo” y un “diálogo” o entre lo “secreto” y lo “privado”, fue desconcertante.
La oposición, que gozaba de un momentum político envidiable después de la marcha del 1S en la que más de un millón de personas tomaron las calles de Caracas, hizo lo que jamás debió haber hecho: desperdiciarlo. El resultado fue terrible: las marchas convocadas a nivel nacional el último viernes fueron un desastre.
Para colmo, el coordinador de asuntos internacionales de la MUD, Timoteo Zambrano, declaró a El Universal que era “inaceptable la amenaza contra Venezuela en el Mercosur”, luego de que sus cuatro países miembros exigieran que nuestro país cumpla algunas normas básicas hasta diciembre para poder ejercer la Presidencia.
Después de tantos años de indiferencia de la comunidad internacional y cuando finalmente algunos países y organismos internacionales empiezan a alzar su voz por Venezuela, es imperdonable que un dirigente opositor haga declaraciones como las de Zambrano.
No hay que ser muy intuitivo para darse cuenta de que el oficialismo solo quiere el “diálogo” para ganar tiempo y retrasar el referendo revocatorio para el 2017. Un “diálogo” con Rodríguez Zapatero de mediador y Timoteo Zambrano de representante opositor, solamente puede tener un resultado que haga muy feliz al chavismo y muy infeliz al país.
En una situación tan compleja como la que atraviesa Venezuela, es difícil saber con exactitud cuál es el camino correcto para salir de ella. Sin embargo, algo está claro, y es que la forma en la que los cuatro partidos que controlan la MUD están haciendo las cosas es equivocada. Si la MUD no se refunda, se refunde.
Entre tanta incertidumbre, tenemos una certeza: así no encontraremos una salida a tanta desgracia.
Así, no.
- Brasil: dos certezas y dos incógnitas - 3 octubre, 2022
- Editorial #705- Recalculando - 21 junio, 2022
- Editorial #703 – Sorpresas que no sorprenden - 30 mayo, 2022