Paz en Colombia: Años de nadar para morir en la orilla
La pugna constante entre el Gobierno de Colombia y Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lleva más de cinco décadas. Este grupo terrorista es mundialmente conocido por los actos violentos que operan en más de la mitad de los departamentos de la nación, lo que los convierte en la guerrilla organizada más feroz de toda Latinoamérica.
Antecedentes de las FARC
Sus orígenes se remontan al periodo presidencial de Guillermo León en 1962, cuando el mandatario bombardeó Marquetalia, una zona habitada por liberales y comunistas. Más tarde en 1964, se suscitó el conflicto armado en el país vecino, dirigida por Pedro Marín, alias Manuel Marulanda.
En un principio, los movimientos de las FARC eran de autodefensa. No obstante, a partir de 1980 iniciaron con el narcotráfico, implantación de minas, asesinato de civiles, policías y militares, secuestro con fines políticos y atentados con armas no convencionales.
Según las Naciones Unidas, las FARC y el ELN son responsables de 12% de los asesinatos de civiles del conflicto armado en Colombia, sobre todo al sur y oriente del país, concretamente en: Putumayo, Tolima, Nariño, Cauca y Valle del Cauca.
Firma del Acuerdo de Paz
Luego de cuatro años de diálogo, el Gobierno Colombiano y las FARC declararon en La Habana, Cuba, el cese temporal e indefinido de las acciones militares de ambos bandos, que estipula: la desmovilización, entrega de armas y reinserción a la vida civil de los militantes insurrectos.
El “Acuerdo de Paz de La Habana”, fue firmado el pasado lunes 26 de septiembre en Cartagena de Indias, al que asistieron más de 15 jefes de estado. Los asistentes más representativos fueron: el cubano Raúl Castro, el diplomático estadounidense, John Kerry, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon y el rey de España, Juan Carlos.
“Hoy comienza el proceso hacia un movimiento político sin armas, como jefe de estado le doy la bienvenida a la democracia. Cambiar las balas por los votos, las armas por las ideas. No más muertos, ni jóvenes mutilados por una guerra absurda”, expresó el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Si bien es cierto, que con este acuerdo se daría un gran paso hacia el final del conflicto armado en Colombia, en el que también actuaron otras guerrillas, paramilitares y agentes del Estado, ¿dónde quedaría la justicia para los familiares de más de ocho millones de víctimas y más de 45 mil desaparecidos?
Políticos en contra del Acuerdo de Paz
Mientras que muchos líderes colombianos e internacionales aplauden la iniciativa del Acuerdo de Paz, otros rechazan fehacientemente el proceso, entre ellos destaca el ex presidente Álvaro Uribe, quien emitió un discurso en Cartagena de Indias, mientras se desarrollaba la firma entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos.
“La paz en Colombia no estará completa mientras siga activo el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Colombia no ha vivido en guerra, ha sufrido un sistemático ataque del narcoterrorismo, el narcotráfico ha promovido este acuerdo con las FARC-EP, el cartel de cocaína más grande del mundo y se ha aceptado negociar con los mayores delincuentes de esta organización”, sentenció Uribe.
Ocasiones en las que se intentó el diálogo y la paz
Varias han sido las ocasiones en las que se ha propiciado un supuesto “acuerdo” entre ambas fuerzas. Ahora bien, la pregunta es: ¿Qué garantía hay de que esta vez se respeten los derechos constitucionales y que se dé el cese al fuego? El destino que le depara al pueblo colombiano es incierto. Por ello, a continuación, se mencionan las veces en que se intentó colocar fin a este conflicto:
- En 1998, el Gobierno del presidente Andrés Pastrana creó la Zona de distensión, una franja desmilitarizada de 40 000 km², entre los municipios Mesetas, La Uribe, La Macarena, Villa hermosa y San Vicente del Caguán, con el propósito de originar un proceso de paz con el grupo armado.
- El «proceso de paz» permaneció entre 1998-2002. Sin embargo, las tensiones y la falta del diálogo, generaron descontentos entre ambas partes y se puso fin al proceso.
- Con la llegada de Álvaro Uribe al poder en 2002, las FARC atacó sin piedad al Gobierno de turno, debido a las intenciones del presidente de erradicar por completo la organización insurgente.
- Luego, en 2007, Uribe escogió a la senadora Piedad Córdoba, como mediadora del “Acuerdo Humanitario de prisioneros y rehenes”. Para la negociación, la guerrilla solicitó liberar a todos sus presos y luego ellos dejarían en libertad un grupo de 44 secuestrados.
Implicaciones políticas
Dado todo este escenario, el tratado no solo piensa permitir que guerrilleros se inserten a la sociedad civil sin ninguna sanción, sino que además, piensa permitir que ejerzan cargos públicos y que por ello devenguen un salario y establezcan un nuevo partido político.
A su vez, surgen las siguientes interrogantes: ¿No son demasiadas contemplaciones para los responsables de la muerte de miles?¿Québeneficio obtiene el pueblo a cambio: ¿caridad?
A continuación, se mencionan las medidas propuestas por la presidencia para sellar el Acuerdo:
- El Gobierno colombiano determinó que los dirigentes de las FARC, no tendrán ningún impedimento para participar en el ámbito político.
- El país Bolivariano suscribió un crédito externo con el Banco de Desarrollo Alemán, con el que dispondrá de 100 millones de dólares, para costear temas relacionados con la paz durante 10 años.
Postura de líderes colombianos
Líderes y políticos de Colombia utilizaron las redes sociales para manifestar su aprobación con el Acuerdo de Paz:
“Dejemos de lado el odio que pregonan los que odian. Celebremos juntos un día histórico que jamás olvidaremos. Ganó el dialogo y la paz”, indicó Aída Avella, presidenta del partido de izquierdas Unión Patriótica.
Claudia López, senadora del partido Alianza Verde, afirmó que la paz no sólo es un logro sobre la violencia y la reconciliación, sino también contra el odio y la ira.
Proceso del plebiscito
El proceso electoral será similar a las elecciones presidenciales y se realizará el 02 de octubre. Hasta la fecha, hay 35 millones de personas registradas para votar, que contaran con más de 11 mil centros de votación.
Triunfo del SÍ
Juan Carlos Palou, analista político aseveró que de ganar el SÍ, se dará paso a un curso beneficioso para el país, pues se terminaría con un problema armado que prevalece desde hace cinco décadas.
La opción del “SÍ” debe obtener el 13 % del registro electoral, es decir, al menos 4 millones 300 mil votos.
Triunfo del NO
De igual forma, indicó que de triunfar el NO el proceso de paz finalizará y no habrá posibilidades de discutir nuevamente el acuerdo. “El ‘no’ nos llevaría a terminar el conflicto colombiano por la vía armada y militar”, afirmó.
Reforma constitucional
De aprobarse el plebiscito, la reforma constitucional contempla la restructuración de cinco artículos, donde se implementarán mecanismos jurídicos, según lo convenido con las FARC en La Habana.
Entre los cambios, está la creación de un procedimiento legislativo que contempla la posibilidad de tramitar los proyectos de ley o de reforma constitucional necesarios para el posconflicto.
Asimismo, se extienden las facultades del presidente de expedir decretos relacionados con el desarrollo de lo acordado en Cuba.
Fuentes:
El Nacional
Globovisión
Telesur
- El proceso realizado por la Sundde no favorece ningún sector
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