Crisis pone en peligro a mascotas: ¿Alimentarse o alimentarlos?
El año 2016 se ha convertido en un reto para todos aquellos que tienen en su cuidado algún animal, ya sea que se encuentre en una casa o un refugio muchas veces se convierte en un miembro más que requiere cariño y atenciones. Muchas veces el dueño siente por la mascota un afecto muy profundo allí pasan a ser de la familia y son tratados como un hijo, un hermano o un nieto más.
Mientras los animales conviven en lugares de cuidado y esperan ser adoptados desarrollan con sus cuidadores una relación de familia que genera en quienes lo atienden la necesidad de que el animal se encuentre en las mejores condiciones.
Así como sucede con los productos de consumo humano, los animales se encuentran profundamente afectados por la crisis alimentaria que atraviesa el país, más allá de si es una guerra económica o no, es una realidad tangible que debe ser sorteada cada día.
Pasar de la variedad a ver que hay
Cuando se tomaba la decisión de llevar a una mascota al hogar era común ver a los nóveles dueños preguntar sobre que alimento recomendaban para su mascota y cada quien tenía una respuesta diferente, la variedad era amplia, incluso abrumadora en algunos casos.
En esos momentos se comenzaba a educar al animal hacia un cierto tipo de alimento, que se convertía a la larga en su producto base y a partir de allí la dieta de la mascota era algo estable y rutinario.
En la actualidad la situación es distinta, la pregunta no es ¿Qué alimento recomiendas para mi perro? Sino ¿Qué alimento tienes para perro?, la respuesta varía cada día, allí comienza el problema sobre todo si se tiene una mascota que no acepta de buen grado los cambios, ya que su primera reacción de rechazo va a ser no comer y para el dueño la preocupación sobre las consecuencias.
Venta sin control
Tal como sucede con los productos de consumo humano, el alimento para animales ya no se consigue con facilidad en las tiendas especializadas y las pocas veces que se encuentran disponibles los precios superan el poder adquisitivo del consumidor.
Con mayor frecuencia estos productos se encuentran en manos de vendedores ambulantes, que presentan el alimento en bolsas de 1 kilo sin identificación y la ofrecen al consumidor como tal o cual producto sin que esto pueda ser verificable, así como que el empaquetado haya sido realizado en condiciones mínimas de higiene o si el contenido se encuentre en buen estado.
En estos casos, si el dueño es una persona experimentada conoce el producto, los gustos de su mascota y podría realizar un análisis de lo que adquiere, en caso de no ser así podrían suceder dos cosas: que el animal rechace el alimento o que lo consuma y se deteriore su salud.
Entonces, ¿qué le doy de comer a mi mascota?
“Es imposible comprar una bolsa de 20 kg de perrarína en más de 60 mil bolívares, si es que se consigue, o la gatarína que está posicionada en 8 mil en kilo. No tenemos que darle de comer a nuestros perros y gatos tocando aplicar la creatividad para no dejarlos morir”, señaló Carlos Julio Rojas coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas durante una marcha realizada días atrás en la capital con ocasión del Día Mundial de los Animales.
La creatividad y su aplicación para solventar las adversidades se ha convertido en una de las características más encomiables de los venezolanos, quienes ante una eventualidad toman que tienen a su alrededor y lo transforman en algo maravilloso.
Esta situación no pudo ser menos, los dueños en alianza con los veterinarios han desarrollado un menú bastante apetecible, balanceado, adaptado a todos los presupuestos y principalmente al gusto del consumidor, la mascota.
Hay que partir que las necesidades calóricas y vitamínicas de los humanos son distintas a la de los animales, hay ciertos productos que a las personas resultan agradables como el chocolate, cebolla, ajo o aguacate, sin embargo en estos alimentos se encuentran sustancias como la Teobromina, Tiosulfato y Persin que son tóxicas para los perros y gatos.
Auyama, chayota, zanahoria, melón, patilla, naranja, mango, lechoza, son productos aptos para el consumo tanto de humanos como perros y gatos, los cuales pueden ser sumados al arroz y proteína (carne, pollo o pescado) que se puede ofrece a la mascota cuando no se dispone de su comida.
Entes gubernamentales como Misión Nevado han desarrollado una serie de infografías en donde presentan los diferentes grupos alimenticios para perros y gatos, los cuales se componen de los mismos alimentos de consumo humano, así como recetas para las mascotas en estos tiempos de escasez.
Decir “no tengo para darle de comer” no es una excusa para abandonar a una mascota, ni siquiera en momentos difíciles, las opciones existen, sanas, balanceadas, para todos los presupuestos. La mascota con cariño y paciencia se adapta a las circunstancias, esta conducta se verá recompensada con amor infinito de éste hacia su dueño durante todos los días de su vida.
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