Mercedes 540k Streamliner, recuperando un tesoro único
Esta es la historia del hallazgo de un tesoro, de una pieza única, una pieza que no tuvo ningún pasado glorioso, ninguna gran hazaña, ni nuevos records mundiales pero que aún así, si hablara tendría muchas historias por contar y que nunca sabremos. Ésta es la historia del chasis 189399, una historia que comienza en junio de 2001 en las instalaciones de Mercedes-Benz Classic en Alemania, una división de Mercedes-Benz especializada en la preservación de la historia de la marca, así como en la fabricación de piezas y partes para esos viejos automóviles de la estrella de tres puntas que con dignidad siguen rodando por las calles del mundo.
Se trata de un hallazgo inesperado, como si fuera algo casual (aunque en lo personal no creo en casualidades). Entre el inventario de piezas y partes de los archivos de Mercedes Classics aparece un chasis y una serie de piezas y partes que según los registros documentales y archivos históricos de Mercedes-Benz, no deberían de estar.
El chasis 189399, encontrado en los almacenes de Mercedes-Benz Classics
Un ejemplar fuera de serie
Se procedió a examinar con detalle las piezas y partes y los hallazgos resultaron intrigantes: No eran piezas de producción de algún automóvil de la época, eran hechas de materiales especiales, aluminio 38, un tipo de material utilizado en automóviles muy especiales, prototipos y automóviles deportivos o de carreras. Para poder tener más detalles se investigó en los archivos históricos de la empresa, los más grandes, completos y detallados del mundo en donde está registrado todo automóvil fabricado por la marca, incluyendo prototipos y desarrollos especiales y aunque algunos datos se perdieron durante la guerra, se pudo conseguir un registro fotográfico. Listo! El rompecabezas comenzó a amarse por sí sólo. Se trataba de un ejemplar fabricado en 1938 pero lo curioso es que no era un modelo fabricado para un exclusivo cliente, era un automóvil cuyo propietario era la misma casa Mercedes-Benz.
Según los registros históricos el proyecto de construir éste automóvil comenzó en agosto de 1937, la intención era participar en la carrera Berlín-Roma de 1938, una carrera de larga distancia y resistencia. Los trabajos se basaron en estudios de julio de 1934 en donde se utilizó un Mercedes con carrocería Streamline en el Rally de Alemania, un recorrido de 2000Km. En noviembre de 1937 se comenzó a darle forma a éste misterioso automóvil. Lamentablemente las tensiones diplomáticas entre Alemania y Europa en 1938 fueron postergando la carrera hasta finalmente cancelarla, el automóvil quedó ahí en los garajes de Mercedes-Benz, esperando algún uso.
Fotografía del Archivo Histórico de Mercedes-Benz, al fin se descubría qué automóvil era
Una cosa llevó a la otra
Como es lógico en los alemanes, a quienes les gusta la absoluta perfección y a quienes no les gusta dejar cosas pendientes, analizaron lo que tenían en las manos y decidieron que Mercedes-Benz debía construir ése automóvil para que formara parte del Museo del patrimonio histórico de la marca. El producto final de la investigación se llevó a la junta directiva de Mercedes-Benz Classics, la meta era no sólo de construir de nuevo éste automóvil, sino construirlo exactamente como se construyó en los años 30, mismas técnicas, mismas piezas y partes e incluso mismas herramientas. La pregunta era ¿Es posible sólo con la información disponible? Hasta ahora sólo se tenían fotos e información de la carrocería pero nada relacionado con la parte mecánica, que durante la guerra se había extraviado. Se requería más investigación.
Con los planos se comenzó a trabajar en la carrocería y chasis, técnicas de la época se utilizaron, todo se hizo a mano, las láminas de aluminio fueron moldeadas a mano, la estructura de la carrocería fue hecha primero en madera balsa por un taller carrocero italiano quien ayudó en el trabajo de construcción de la carrocería. Ningún detalle debía obviarse, se utilizaron los planos originales de Mercedes, ahí estaban las medidas, dimensiones todo para hacerlo exactamente igual. Mientras tanto las investigaciones internas dieron con el motor que usaba éste misterioso automóvil, se determinó que el motor era de un 8 cilindros en línea de 5.4 lts de 115Hp, el mismo motor del Mercedes 540K, la K significa Kompressor, una versión de la época de un supe cargador que lo que hace es aumentar la presión o densidad del aire dentro del motor, lo que ayuda al aumento de la potencia del motor, de ésta manera el motor pasaba de tener 115hp a tener 180 Hp.
Para más “suerte” resultó que Mercedes tenía en su taller un motor que coincide exactamente con las especificaciones establecidas en 1938. Los trabajos de restauración y puesta a punto del motor comenzaron, fue desarmado pieza a pieza, cada parte o pieza fue meticulosamente limpiada y revisada para ver si habían daños, una vez finalizado el trabajo se llevó el motor al banco de pruebas para exámenes y evaluaciones, poco más de un año tomaría el trabajo en el motor. Mientras en Italia se hacía la carrocería y en Alemania se trabajaba sobre el motor, en Holanda un taller especializado se dedico a restaurar el chasis para convertirlo en uno perfectamente funcional y confiable.
El armado fue artesanal, con aluminio y madera balsa para la creación de la estructura de la carrocería
Siguen las investigaciones
Casi siempre la historia de un automóvil no termina en lo que sale de la línea de ensamblaje, más bien es ahí en donde comienza, así que nuestros amigos de Mercedes Classics decidió seguir investigando, para lo cual debieron salir de los archivos de Mercedes y buscar en otras empresas. En Dunlop consiguieron unos folletos del 50 aniversario de la fábrica, en donde se hablaba de un Mercedes Streamline, mas indagaciones permitieron descubrir que en junio de 1938 Mercedes dio en préstamo el automóvil a Dunlop, la idea era probar sus nuevos cauchos para automóviles de alta velocidad. Los folletos publicitarios decían que el Mercedes habría alcanzado los 170km/h y que el automóvil había sido conducido por un caballero de apellido Hammis. Ya había un nombre, de ahí en adelante podían buscarse testigos que dieran más información sobre el automóvil.
Contactando a Dunlop se logró comunicación con el Director de Pruebas de Dunlop, que resultó ser nieto del piloto de pruebas que condujo el automóvil en 1938, quien ya había fallecido, pero luego Mercedes tuvo otro golpe de suerte: El hijo del piloto de pruebas y padre del directivo de Dunlop vio el automóvil varias veces porque su papá lo llevaba de niño al taller de Dunlop y luego trabajó en Dunlop, pero lo más interesante era que todavía estaba vivo y para el momento del proyecto de construcción del automóvil tenía 82 años. Esto ayudó muchísimo en el trabajo del interior del automóvil y del motor, ya que su testimonio permitió tener una mejor claridad sobre el objetivo final. Resulta que el automóvil permaneció en Dunlop durante la Segunda Guerra Mundial, en donde dada la escasez de combustible tuvo que adaptársele para funcionar con un combustible que era algo parecido a un gas líquido de petróleo, el automóvil sobrevive a la guerra y en agosto de 1945 es comprado por un oficial estadounidense, quien lo pinta de verde oliva, pero no se tienen más detalles, sólo se sabe que en 1948 el automóvil es devuelto a Dunlop y al poco tiempo es llevado de nuevo a la Daimler-Benz, allí es llevado al Museo Mercedes-Benz en 1950, en donde es desarmado y almacenado sin dejar registros ni detalles adicionales del automóvil hasta ser descubierto por el mismo personal del museo en 2001.
Las pruebas y el “matrimonio” y después más pruebas
El 22 de febrero de 2014 comenzaron las pruebas del motor y del chasis, la idea era saber que el automóvil era seguro de conducir, para lo cual colocan algunas cajas de madera para darle peso al automóvil, complementado con el motor de 8 cilindros de 5.4 litros. La idea era probar la fiabilidad del motor en el mundo real, así como comprobar que el automóvil era seguro de conducir, las pruebas se llevaron a cabo en la pista de pruebas en las instalaciones de Daimler-Benz.
Luego de las pruebas se llevó a cabo lo que en la industria se conoce como “el matrimonio”, la unión entre el chasis y la carrocería, éste es el momento decisivo en el que se pone a prueba el trabajo hecho en Alemania, Italia y Holanda, el objetivo es que el trabajo hecho en los 3 países esté tan bien hecho que sus parte y piezas coincidan unas vez presentadas y luego apretadas. Efectivamente el matrimonio se llevó a cabo con total éxito, todo cuadró en un solo intento y por primera vez, el automóvil tuvo una forma similar a la de los planos y fotos de 1938.
Pruebas de seguridad y fiabilidad del chasis y motor
Para el 7 de mayo de 2014 el automóvil estaba extraoficialmente listo, faltaban pruebas de conducción con el automóvil totalmente armado, estas pruebas se llevaron a cabo en Holanda en horas de la noche en carreteras apartadas con la finalidad de que nadie viera el último trabajo de la casa de Stuttgart. Luego de quedarse varados por una manguera colocada al revés, se confirmó que el automóvil funcionaba sin problemas. Luego vinieron las pruebas en el túnel de viento, ¿Qué tan eficiente es éste automóvil en términos aerodinámicos? Los resultados resultaron ser impresionantes, su coeficiente de arrastre de 0.362 lo hace más aerodinámico que incluso algunos automóviles deportivos modernos.
La última prueba fue la prueba de velocidad, ¿Realmente el automóvil podía alcanzar los 180Km/h? Las pruebas se realizaron en una pista de pruebas de alta velocidad de Mercedes-Benz en la región de Baja Sajonia ¿El resultado? 185Km/h. Ahora sí pudieron decir que el automóvil estaba listo. Luego de éstas pruebas el automóvil estuvo almacenado en las instalaciones del Museo de Mercedes-Benz hasta su gran presentación al público, en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach de 2014, también fue exhibido en otros eventos importantes como el Festival de la Velocidad de Goodwood y luego regresó al Museo Mercedes Benz, en donde se preserva como un tesoro descubierto y en el que se tuvo que trabajar duro para poder llevar a lo que hoy es.
El 540 en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach 2014
El 540K Streamliner es un vivo testamento del arte de combinar diseño e ingeniería en una sola pieza, una joya trabajada a mano que demuestra la calidad y el empeño que la industria automotriz alemana puso para lograr siempre estar a la vanguardia, siempre por delante de la competencia.
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