Doctora Maritza Landaeta: “No podemos seguir siendo testigos silenciosos de la muerte de venezolanos por hambre”
Con una escasez que para octubre de 2016 rondaba el 80%, según cifras presentadas por el Observatorio del Derecho a la alimentación en América Latina (ODA, Venezuela), los controles de precios y las consabidas e infinitas colas en las afueras de los comercios, ciudadanos han visto reducirse su acceso a los alimentos. Niños y mujeres embarazadas resultan lo más afectados por este problema que compromete su situación nutricional.
Para Maritza Landaeta, miembro de la Fundación Bengoa, y parte de la directiva del Observatorio Venezolano de Salud, la situación alimentaria de nuestro país se encuentra en condiciones de franco deterioro. Durante el 2016 se dispararon todos los indicadores socioeconómicos vinculados a la alimentación: “aumentó la escasez, aumentó el desabastecimiento, la inflación tuvo un crecimiento acelerado, y se desplomó el poder adquisitivo”, sentenció la especialista.
¿En qué medida se redujo el acceso a los alimentos durante el año pasado?
“Todavía no hay cifras oficiales, pero ha aumentado la discriminación, se establecieron los Claps, que es un sistema que no beneficia a toda la población, destacó la galena; hoy encontramos gran cantidad de alimentos importados a unos precios que la mayoría no puede pagar. La Canasta Alimentaria cerró el 2016 en 400 mil Bolívares. Los productos regulados que compensan el bajo poder adquisitivo de los más desfavorecidos tienen cada vez menos disponibilidad y un difícil acceso”.
Landaeta reiteró su preocupación por la disparidad que existe entre los ingresos del ciudadano de a pie con el costo de los alimentos: “Con 40 mil bolívares (sueldo mínimo actual), un pensionado si acaso puede comprar; 1 kilo de queso, 1 kilo de pollo o carne molida, y pocas cosas más… enumeró con alarma. “Se ha reducido el acceso a rubros tan básicos como la harina de maíz, (enriquecida con hierro y vitamina A), por lo que en ocasiones el venezolano tiene que prescindir de un alimento tradicional como lo es la arepa”, expresó la especialista en planificación alimentaria.
Una dieta baja en nutrientes y con harina y carbohidratos como protagonistas principales incrementa las posibilidades de padecer trastornos alimenticios como la Doble Carga de Malnutrición.
¿Cuáles son los síntomas que presenta alguien con Doble Carga de Malnutrición?
“Tenemos la paradoja de que la desnutrición ha aumentado a la par de la obesidad, por lo que la Doble Carga de Malnutrición, se manifiesta en personas con aparente exceso de peso que resultan anémicas una vez que se les practican los exámenes de sangre”.
Dentro de las variables que contribuyen al desarrollo de esta patología, la doctora Landaeta mencionó la falta de ejercicio y el estrés, además del factor hereditario: “Las personas han dejado de hacer actividad física por ir a buscar alimentos, sumado a eso estamos hablando de niños con antecedentes familiares de diabetes y obesidad”, explicó.
Desnutrición infantil roza alarmas internacionales
En un estudio reciente, la Organización de Promoción y Asistencia Social de la iglesia católica, CÁRITAS de Venezuela, realizó un monitoreo de la situación nutricional en menores de 5 años, pertenecientes a 4 localidades específicas; Zulia, Miranda Vargas y Distrito Capital, cuyos resultados revelan que la desnutrición infantil, supera el 10% de la población de esos estados, motivo suficiente para encender las alarmas en instancias internacionales de DDHH.
“La severidad del daño nutricional registrado no se comporta igual que el número de niñas y niños desnutridos: el estado Vargas se presenta como el estado con mayor número de niños desnutridos, pero las formas más severas de desnutrición se presentan en Zulia y el Distrito. Capital. Esto hace pensar que hay factores agravantes que hacen más intensa la desnutrición en algunos estados, probablemente relacionados con el deterioro de la salud y la precariedad de los servicios de agua y saneamiento”, destacó el documento.
En paralelo, la doctora Maritza Landaeta advirtió que los hospitales continúan siendo el epicentro de severos cuadros de desnutrición: “a mediados de 2016, el J.M de los Ríos recibió alrededor de 30 casos graves. Al finalizar el año, esa cifra se había duplicado”. La especialista agregó que se está observando un repunte de enfermedades endémicas como la tuberculosis y la malaria, a las que los ciudadanos se están exponiendo al tener que recurrir a medidas desesperadas, como consumir alimentos de la basura.
A juicio de CÁRITAS de Venezuela, superar esta coyuntura pasa por gestionar y garantizar los recursos necesarios en materia de seguridad alimentaria, dar prioridad a la crisis en la agenda económica y social, además de despolitizar la atención oportuna a los grupos más vulnerables.
Nutrición inteligente
Creada en el año 2000, la Fundación Bengoa, es una organización social sin fines de lucro que busca promover estrategias y acciones para mejorar la alimentación y nutrición de los venezolanos, en especial la de los grupos más vulnerables, como las mujeres y los niños. En ese sentido: a través de talleres o campañas en las redes sociales esta ONG aconseja como alimentarse sanamente.
Para prevenir la Doble Carga de Malnutrición, la doctora Landaeta recomienda ingerir, (con moderación), morcillas, vísceras y otras menudencias, por tener un alto contenido de hierro y vitaminas además de su bajo costo, también instó a rescatar la lactancia materna: “Hoy en día las madres dejan a sus hijos por irse a hacer colas, yo promuevo una campaña que defiende que se lleven su muchacho a todas partes, la leche materna es esencial en estos tiempos en los que no todos pueden acceder a fórmulas lácteas y complementos nutricionales”, aseveró.
De acuerdo a su opinión: ¿Cuáles son las deficiencias en las políticas alimentarias del Estado? y ¿que acciones se deben implementar para revertir la crisis actual?
“Tiene que cesar la persecución a la producción nacional, este país tiene que empezar a producir, hay el terreno y la capacidad para hacerlo”.Landaeta también enfatizó en la importancia de que el gremio médico siga ejerciendo presión, para que se abran las ventanas internacionales. “No podemos seguir siendo testigos silenciosos de la muerte de venezolanos por hambre”
“Yo asignaría los CLAPS a las escuelas y hospitales, acompañados de una revisión constante del peso y la estatura de los beneficiados”, aseguró categórica la especialista.
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