De Blancanieves a Moana, progreso de las princesas Disney
“Blancanieves”, el primer largometraje creado por Disney (y primer largometraje animado de la historia) fue estrenado en el año 1937, ¡hace casi 80 años!, obviamente muchas cosas han cambiado desde entonces. A través de tanto tiempo en estos largometrajes quedaron pequeños rastros de antiguas maneras de pensar colectivamente, siendo representativo que aún hoy en día algunas de esas ideas siguen formando parte de la educación de nuestros hijos debido que Disney es una influencia en la infancia de millones de niños alrededor del mundo.
Grupos feministas han criticado por años el rol que cumplen las mujeres en las historias creadas por la emblemática casa del ratón, atribuyendo un cambio magistral a “Elsa” de Frozen por ser la primera princesa en decir “¿cómo te puedes casar con un hombre que acabas de conocer?”, lo cierto es que la productora cinematográfica lleva años intentando disimular aquellos errores del pasado, pero innegablemente el contexto social no es igual la década de los 30 que en la actualidad, la lucha por los derechos de las mujeres avanzó muchísimo y los resultados de esta lucha se ven plasmados en nuestra cultura popular no escapando de esto Disney.
Amor a primera vista
“Blancanieves y los 7 Enanitos” fue el primer largometraje realizado por Disney en 1937, y cabe destacar que fue el primer largometraje animado de la historia, representando todo un clásico y marcando un hito en la historia del cine.
Aquí vemos a una chica bella, indefensa e inocente que es rescatada por un príncipe con el cual se casa, se enamoran a primera vista y viven felices por siempre. Este patrón se repite una y otra vez, por ejemplo en “La Cenicienta” de 1950 ella habla por un par de horas con el príncipe, este se enamora de ella y se casan, con sólo una conversación se dieron cuenta que eran el uno para el otro, este concepto sería inaceptable en una película moderna, mucho menos en un material dedicado a las pequeñas de la casa.
Si analizamos el papel de la mujer en aquella época no era muy relevante, ser la ama de casa perfecta fue el ideal americano hasta los 80, ser la princesa que deja la casa impecable, es dulce, amable y delicada era justamente a lo que estaban predestinadas a ser esas niñas de antaño, incluso cuenta las leyendas que el mismísimo Walt Disney era un misógino.
Vemos un pequeño cambio en “La Sirenita” (1989), que se enamora del príncipe por razones banales pero no es un romance tan precipitado como el Aurora (“La Bella Durmiente”) o el de Blancanieves, aquí por lo menos toman un breve período de tiempo para conocerse y lograr que el príncipe se enamore de ella, además de presentarnos a Ariel como una exploradora, cansada de cumplir un rol que no la hace feliz, una princesa con un poco más de protagonismo más allá de esa imagen tierna y delicada que llevaba Disney.
Ya no más una dama indefensa
Luego de “La Sirenita” el patrón de la princesa o protagonista femenina empieza a cambiar notablemente. Muchos atribuyen a “Elsa” de Frozen (2013) como la primera princesa que realmente es un ejemplo para las chicas por ser inteligente y no pensar en solo casarse, lo cual es un error.
Bella de “La Bella y la Bestia” (1991) era no sólo inteligente sino que ella es quien rescata a su príncipe rompiendo su hechizo, además la vanidad no es motivo principal por el cual la chica se enamora del chico, ya que Bella se enamora del príncipe mientras él es una bestia. Las otras chicas del reino veían a Bella como la “rara” del pueblo por ser como las demás.
Después de Bella, se dio una revolución de los papeles femeninos en las películas de Disney:
Existen roles femeninos en las películas de Disney casi o más emblemáticos que las propias princesas, ellas cumplen roles importantes cintas clásicas que forman parte de la infancia de millones de niños en todo el mundo, es por ello que es importante mencionar también:
(1997) “Hércules”: Aquí la co-protagonista femenina rompe todos los estándares establecidos por la Disney, Megara desborda sensualidad, es sarcástica y trabaja para el villano, pero aun así sacrifica su vida por Hércules, sin duda su actitud es muy diferente a cualquier otra chica Disney.
(1999) “Tarzan”: Aquí la co-protagonista femenina es Jane una joven naturalista que viaja a África para observar el comportamiento de los gorilas, lo que resalta de ella es el hecho de ser muy inteligente, al igual que Bella.
(2002) “Lilo & Stitch”: Nani y Lilo son huérfanas, es por ello que Nani la hermana mayor debe cuidar a su hermanita Lilo, nos presentan una familia diferente además de una visión del amor diferente al que Disney estaba acostumbrado a presentarle a su público.
(2016) “Zootopia”: Judy Hopps es una conejita dispuesta a lograr sus metas sin importar todos los obstáculos que la vida le presente, la única hembra de su unidad de policías además de ser una presa en un mundo de “depredadores”.
De princesa a heroína
Sólo podemos saber cuánto ha cambiado nuestra sociedad cuando nos detenemos a apreciar el pasado para poder notar las grandes diferencias que se van haciendo más notorias con el paso de los años, Disney desde su posición racista de los años 30 se ha convertido con el pasar del tiempo en una empresa “políticamente correcta”, vemos como aquella Blancanieves ama de casa en espera de un príncipe que la rescate se convirtió en una Moana que emprende un viaje épico para salvar a su pueblo.
La visión de la princesa de antaño ha quedado grabada en el imaginario colectivo pero ¿qué pasa con las princesas modernas?, más allá de “bonitas” cada una de ellas aporta parte fundamental a la trama, ya no están a la espera de un príncipe ellas son dueñas de sus propios destinos…¿No es hora de dejar a la princesa de antaño en el pasado?, debemos la bienvenida a una nueva era para los roles femeninos en la ficción.
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