Estamos ante el inevitable choque entre la fuerza indetenible y el objeto inamovible
Editorial #367 – Días cruciales
No es la primera vez en estos últimos años que sentimos que los días que tenemos por delante son definitivos. Sin embargo, esta vez no es una percepción, es una realidad. Esta semana puede definir el destino de nuestra generación. Si la Asamblea Nacional Constituyente, a través de la elección de sus 545 constituyentes este próximo domingo, logra instalarse en el país, el escenario político se transformará de manera radical.
La lucha ciudadana para que esto no ocurra lleva ya casi cuatro meses y ha cobrado más de 100 vidas. En sí misma, esta lucha está haciendo historia, porque pocas veces en el mundo se ha visto alguna otra con características como la venezolana. Las marchas multitudinarias, las trancas y las huelgas que paralizan un país, el acto de desobediencia civil más grande de la humanidad como la consulta popular del 16 de julio y, sobre todo, tantos héroes que visten de gloria las páginas de este periodo de la historia.
Sin embargo, este proceso también tiene su lado oscuro. Referirse a éste en medio de la batalla es una obligación. Como ocurre desde hace varios años, un sector de la dirigencia opositora solamente vela por sus intereses y busca mantener sus beneficios a costa del futuro de millones.
En este momento tan crucial para Venezuela, existen versiones de que el mismo sector que negoció varias luchas en el pasado mediante “diálogos” poco transparentes, trabaja arduamente para hacerlo una vez más. Habrá que ver si en esta ocasión el peso de la realidad y la consciencia de la gente no son más fuertes que su mezquindad.
Mientras tanto, y a pesar de todas estas dificultades, la agenda de lucha de la oposición sigue activa. El viernes la Asamblea Nacional nombró a los 33 nuevos magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, cumpliendo así el mandato recibido de más de siete millones y medio de ciudadanos el 16 de julio. Casi inmediatamente, el TSJ ordenó un juicio militar contra los designados y los diputados.
Nadie parece tener la intención de ceder en estos próximos días. Los venezolanos han comprendido que se juegan todo en esta lucha y el gobierno, a pesar de las advertencias de casi todo el mundo, también parece haber decidido apostarlo todo a su Constituyente.
Estamos ante el inevitable choque entre la fuerza indetenible y el objeto inamovible. Lo que pueda resultar de eso es incierto.
La única certeza que tenemos hoy es que estamos viviendo días cruciales.
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