Eligieron intentar sobrevivir de rodillas
Editorial #372 – Y, de paso, se quejan
El viernes en la noche el país recibió otra dolorosa noticia, especialmente para aquellos periodistas y gente del medio que forjaron su carrera en estos espacios: las emisoras 92.9FM y Mágica 99.1FM fueron cerradas por Conatel y su señal fue inmediatamente remplazada por radios afines al oficialismo. El motivo que se adujo fue la “no renovación de su concesión”. ¿Recuerdan a RCTV en 2007? Lo mismo. Otro golpe a la libertad de expresión.
Esto ocurría solo horas después de que los Estados Unidos hubiera anunciado nuevas sanciones económicas contra el gobierno venezolano. Éstas prohíben transar nueva deuda emitida por éste o por PDVSA. Para hacerlo de fácil comprensión: el gobierno se quedó sin tarjeta de crédito. Es evidente que los norteamericanos intentan ejercer la mayor presión posible contra el régimen de Maduro.
Pero el escenario no puede ser más surreal: mientras vemos un gobierno decidido a ir con todo y por todo y a una comunidad internacional totalmente comprometida a ayudar a los ciudadanos en frenar este atropello, tenemos una oposición en campaña electoral.
No son pocas las voces que se escuchan desde el exterior en las que se manifiesta confusión sobre lo que ocurre con la dirigencia opositora en Venezuela. Nadie puede comprender cómo después de más de cuatro meses de lucha y tantos muertos, heridos y detenidos, además de la implementación a la fuerza de una Asamblea Nacional Constituyente denunciada y rechazada por más de 50 países, hoy algunos de los más importantes líderes de esas protestas invierten todos sus recursos en unas elecciones por migajas, mientras el país se les desmorona alrededor.
Como si no fuera suficiente, el mismo viernes, casi inmediatamente después de las sanciones económicas anunciadas por el gobierno estadounidense, la MUD salió apresuradamente a condenarlas. Muchos de sus propios seguidores, algunos incluso férreos defensores hasta hace poco, demostraron su molestia por las redes sociales ante una posición que es, por lo menos, inexplicable.
La MUD ha optado por alejarse del camino unitario e ignorar el mandato de la gente. No se cansan de decepcionar a quienes en algún momento depositaron su confianza en ella y así despilfarrar un capital político extraordinario que había alcanzado en las semanas de lucha.
Eligieron intentar sobrevivir de rodillas e ignorar los legítimos reclamos de los ciudadanos que, indignados, desconocen hoy su liderazgo. Cometen error tras error y no aprenden.
Y cuando se los critica, de paso, se quejan.
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