LA FORTALEZA DEL GARROTE
Nuestros antepasados primitivos atacaban a sus compatriotas y se defendían de ellos, a punta de garrotazos. No habían leyes, ni parlamentos, ni discusiones. Allí ganaba el que se consideraba el fuerte,el jefe, el machote. Ese agarraba el palo más grande y le partía la cabeza al otro, pero probablemente los que salían perdiendo y llenos de moretones fueron quienes lucharon y trabajaron con paciencia y sabiduría y en lugar de lanzar piedras, se dedicaron a frotarlas una y otra vez, hasta lograr el fuego. Gracias a ellos salimos de las cavernas.
Los maltratos y vejámenes que han sufrido en la Asamblea Nacional los representantes de una mayoría de venezolanos que somos considerados de la oposición, porque no compartimos un gobierno que se ha establecido en el poder en medio de oscuras actuaciones, es motivo de horror para nosotros y para el mundo. Quien no quiera ver esta realidad esta viviendo en otro mundo, anda ciego y sordo por los caminos de este país.
Se supone que nombramos diputados para que discutan, analicen y resuelvan con leyes y decretos los problemas del país. Nadie tiene el derecho de negarles la palabra, sólo porque no comparten el pensamiento de los que tienen más votos. Nuestros representantes son mujeres y hombres valientes que han asumidos con mucha responsabilidad las funciones que deben ejercer, pero les niegan su puesto, le quieren quitar la voz.
Los venezolanos andamos tristes y horrorizados. ¿Que esta pasando aquí?¿Hasta donde nos puede llevar este odio?. Evidentemente hay un abuso de poder incuestionable, hay un desgobierno, hay gente que esta encumbrada y no quiere entender que Venezuela ha estado en la democracia desde la década de los sesenta.Somos mayores de edad en derechos humanos y en respeto de los unos con los otros. Hemos crecido con lo más preciado que puede tener el ser humano como es la libertad en todos los sentidos.
Los diputados de la oposición salen golpeados y pateados, sólo porque defienden el derecho que todos les otorgamos cuando votamos por ellos. Los ciudadanos comunes andamos buscando desesperados los productos que nos permiten vivir en libertad, entre ellos la comida. Otros se defienden para que no los boten de su trabajo. Muchos luchan para que no los pongan presos. Otros para no morir o ser atracados por el hampa común. Es una lucha y una batalla que libramos en medio de la impotencia, porque estamos rodeados de medios de comunicación que dicen mentiras, que tratan de distorcionar esta realidad, la que sabemos, la que nos acongoja día a día
Las maniobras de las elecciones del 14 de Abril nos ha dejado con una profunda tristeza que se manifiesta en las expresiones, en la desesperanza, en la impotencia, en la rabia, en el desgano. A nadie le gusta perder si ha ganado. A nadie le gusta que le hagan triquiñuelas, que lo consideren idiota. A la mayoría de nosotros no nos gustó que nos hicieran trampa.
Ante una justicia sorda y ciega, la oposición, luego de solicitar sin ser escuchada, el reconteo de votos,impugna las elecciones desde el principio al fín, con un documento que sobrepasa las cien páginas. Esta acción baja la gueardia agresiva del gobierno, quien entre otras medidas de aparente reconciliación, decide dejar que los diputados hablen.
Un buen porcentaje de la población vive cada momento a la espectativa, a la espera de una solución en medio de la sociología del grito. Uno insulta, COMO PARA LEGITIMARSE a punta de descalificaciones, el otro reclama con fuerza y da el grito de protesta ante un gobierno que tiene todos los poderes en sus manos.
¿Que pasa con nosotros?. Cada día nos despertamos tristes. Muchos creemos que quizás tendremos que vivir seis años de mas de lo mismo.No hay cambios, todo es una cosecha que lleva catorce años de siembra, sólo que ahora se desbordó.
Las consecuencias de esta lucha es que unos creen que dirigen a un país a punta de garrotazos, donde las leyes se cumplen por beneficio propio y otros hacen el esfuerzo por defender lo que queda sólo en el papel. Hay hombres y mujeres que dan la batalla, otros callan porque temen. Después del 14 de abril, Venezuela cambio. La gente empezó a vivir las restricciones y el inicio de un momento histórico dictatorial.
El temor es el peor amigo de las libertades. LLeva al miedo a hablar, a decir las cosas. La gente se va acostumbrando a todo y empieza a ver las barbaridades como actos comunes. Por eso los dictadores se mantienen en el poder, porque aterrorizan a la población donde se instalan con su poder.
Cuando a alguien le quitan el reconocimiento por lo que hace o ha hecho le están sembrando desgano y falta de seguridad, le están atacando su autoestima, lo cual es un peligro en momentos cuando se necesita fuerza moral para defenderse de las arbitrariedades.
Sin embargo, cuando las libertades se oprimen mucho, se estrujan, el dique puede romperse, aunque todo se de en terminos legales, porque estamos en momentos donde hasta mostrar desacuerdos genera violencia.
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