Economía para la gente
De cómo el Emprendedor se financia (I)
Todos los proyectos que emprendemos demandan dinero que será destinado a la inversión en:
- Activos fijos, como equipos, maquinarias, inmuebles, computadoras, vehículos, mobiliarios, entre otros;
- Intangibles, como compras de software, marcas, registro de patentes, por ejemplo; y,
- Capital de trabajo que apuntale el arranque o el crecimiento, como podría ser el dinero destinado a compra de inventarios de mercancías, materias primas, insumos, salarios y honorarios a pagar, servicios contratados como alquileres, entre otros.
Por supuesto, para acometer esta inversión requerida alguien debe colocar el dinero, o al menos aportar los activos necesarios, propiamente. Es decir, alguien debe financiar el proyecto.
Entonces, ¿Cómo puede el emprendedor financiar sus proyectos? ¿Qué fuentes de recursos tiene el emprendedor a mano?
Comencemos con las fuentes clásicas de financiamiento.
La banca juega un papel muy importante en esta dinámica. Tiene productos de financiamiento a corto y a largo plazo, entendido el plazo como menor o mayor a un año; es decir, deudas que deben ser repagadas en menos o en más de un año, respectivamente.
A corto plazo el emprendedor puede recibir apoyo de la banca mediante Líneas de Crédito, que son cupos de dinero que la institución financiera otorga al proyecto, y que pueden ser utilizados mediante pagarés o préstamos a corto plazo. Es decir, hoy el banco desembolsa el dinero, o según una programación, dependiendo del caso, y este préstamo debe ser repagado, junto a los intereses que genera, según una programación de pagos o en uno solo, en un plazo menor a un año.
También la banca ha ofrecido, según lo permita el entorno económico, otros productos de financiamiento a corto plazo como descuento de giros, pignoración y factoring; que simplemente consisten en que la institución financiera adelanta un dinero al proyecto, y la garantía o respaldo pueden ser cuentas por cobrar o inventarios que el proyecto tenga. Con la cobranza de tales cuentas o la venta del inventario, se repaga el crédito otorgado.
A largo plazo, la banca ofrece créditos cuyo repago generalmente consiste en una serie de cuotas mensuales, compuestas de intereses y amortizaciones del principal de la deuda.
Por supuesto, para todos estos casos, de corto o largo plazo, la banca podrá solicitar algunas garantías que respalden el financiamiento: «prenda», hipotecas, por ejemplo.
Otras fuentes clásicas de financiamiento a corto plazo que el emprendedor tiene a mano, son:
- Emitir papeles comerciales: normalmente cuando ya la empresa está en marcha, y tiene un nivel considerable de operación. El proyecto recibe un préstamo hoy, descontados los intereses que debe pagar, y en un plazo menor a un año, tiene el compromiso de retornar el principal del préstamo.
- Proveedores: el emprendedor puede solicitar a los proveedores de bienes o servicios que tiene el proyecto, que le concedan tiempo para pagar los compromisos.
- Accionistas: los socios, promotores y emprendedores también aportan o prestan capital al proyecto. Nuevos inversionistas pueden aportar capital mediante la adquisición de acciones en emisiones privadas, y así ser sólo socios capitalistas.
Como fuentes de financiamiento clásicas a largo plazo, los emprendedores cuentan, aparte de los ya mencionados créditos bancarios, con emisiones privadas de deuda, como bonos, que pueden ser aseguradas o quirografarias; o si ya están en una etapa adelantada de su desarrollo como empresa, pueden acceder a los mercados de capitales, mediante emisiones públicas de deuda o acciones.
Entonces, los mercados de capitales pueden llegar a ser una fuente de financiamiento importante en los proyectos. Los mercados de capitales están conformados por mercados de renta fija (deudas) y por mercados de renta variable (acciones).
Instrumentos de financiamiento de los mercados de renta fija pueden ser bonos de corto o largo plazo, con o sin cupones (intereses). Los bonos sin cupones se conocen como cero-cupón. Los bonos de largo plazo, generalmente tienen una estructura que consiste en una serie de pagos periódicos (p.e. semestrales) de sólo intereses, llamados cupones, y una única amortización del capital al vencimiento.
Instrumentos de los mercados de renta variable son las acciones, y estas típicamente pueden ser comunes o preferidas. Las comunes rinden según la diferencia entre el precio de compra y el de venta (ganancias de capital), y según la repartición proporcional que se haga de las ganancias de la empresa (dividendos). Las acciones preferidas reciben su nombre porque tienen un privilegio, que suele ser: dividendos conocidos a priori, prioridad a la hora de repartir las ganancias o en la quiebra.
Por supuesto, es necesario un entorno económico que propicie mercados financieros profundos.
Bueno amigos, detengámonos en este punto por el momento. Continuaremos en el próximo artículo desarrollando este interesante tema.
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