EDITORIAL #124: Héroes

En la vida existen algunos recuerdos que no necesitan ni de la tragedia ni de una sensación extrema para quedarse en nuestras mentes para siempre. Pero son las tragedias o los momentos de intensas emociones los que salen a flote con mucha más facilidad en un mar de recuerdos que, generalmente, olvidamos con demasiada facilidad.  

 

Si tuviéramos la opción de elegir, la gran mayoría de nosotros optaría por una vida sin sobresaltos, sin sensaciones extremas ni riesgos innecesarios: una vida en paz. Sin embargo, como la realidad es que nadie puede decidir lo que le toca vivir, lo único que uno puede hacer es jugar de la mejor manera posible las cartas que la vida le reparte. Y quiénes, a pesar de estar conscientes de todo lo que está en riesgo, juegan sus cartas con convicción y sin miedo, son esos que con el paso del tiempo la historia recordará como héroes.

 

 Cualquiera puede ser un héroe. Basta con hacer lo correcto en un momento crucial a pesar del contexto. En los últimos días vimos ejemplos claros de esto, en Ferrominera, por ejemplo, donde a pesar de todas las dificultades y de competir en condiciones muy desfavorables, la plancha de Rubén González venció a la plancha oficialista en unos comicios que mostraron la rebeldía de los trabajadores. Pocos días después, en un acto con miles de empleados de Siderúrgica del Orinoco (Sidor) y la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), unos pocos valientes interrumpieron al presidente Chávez en cadena nacional para reclamar por la discusión de la contratación colectiva, obligando al gobierno a suspender abruptamente la cadena y a tener que trabajar en explicaciones posteriormente. La noticia le dio la vuelta al mundo.

 

En poco más de un mes, millones de venezolanos tendrán la oportunidad de ser héroes de su propia historia, cuando en un pequeño cuarto enfrenten una de las responsabilidades más grandes que un ciudadano puede tener con su familia, con su país y con su futuro: votar. Es tanto lo que está en juego, es tan crucial el momento y, para muchos, tan complejo su contexto, que se necesitará de gran coraje, convicción y decencia para elegir sin miedo el camino hacia el país que merecemos.

 

El que así lo haga, sobreponiéndose a sus más extremas emociones, será un héroe. De esos que en este país sobran.

Miguel Velarde

Editor en Jefe

@MiguelVelarde

mvelarde@guayoyoenletras.com

 

NOTA DEL EDITOR: Desde Guayoyo en Letras nos solidarizamos con las familias de las víctimas de la tragedia en la refinería de Amuay. Compartimos el dolor que embarga a toda Venezuela y hacemos votos para que accidentes como éste no ocurran nunca más en el país.