Hace tiempo dejamos de creer en casualidades
Editorial #417 – Payasada
Gran indignación causó la reunión “privada” que ciertos dirigentes de oposición llevaron a cabo el pasado miércoles en la casa del exrector del CNE, Vicente Díaz. Un encuentro que la mayoría de los asistentes pretendía que fuera secreto, fue divulgado casi en tiempo real por el equipo de Henri Falcón y, luego, confirmado por el exgobernador de Lara.
Según la información que trascendió, a ella asistieron, además del convocante Falcón, Manuel Rosales, Henry Ramos Allup, Henrique Capriles y Tomás Guanipa. Vía Skype también habrían participado Julio Borges y Leopoldo López. Todos defensores y promotores de las últimas farsas electorales y de los recientes procesos de “diálogo” que no han sido más que un engaño.
Ese sector de la dirigencia opositora, que ha visto disminuir considerablemente su número de seguidores, todavía parece no entender que el país está en pleno colapso y que la gente sufre penurias insoportables. Es insólito que en medio de esta realidad, ellos todavía sigan pensando en “elecciones” y sus pequeñas parcelas de poder –transcendió que en dicha reunión se habría discutido la participación en las elecciones para concejales convocadas para el 9 de diciembre-. Los venezolanos ya no aguantan más y las cosas tienden a ponerse mucho peor.
Para quienes desde hace tiempo dejamos de creer en casualidades, no deja de llamar la atención que en esa reunión estuvieran presentes los tres últimos candidatos presidenciales de “oposición”: Manuel Rosales, Henrique Capriles (en dos oportunidades) y Henri Falcón. También estaban presentes quienes fueran presidentes de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup y Julio Borges. Estos datos no pueden quedar fuera del análisis de los que todavía se preguntan por qué no hemos podido salir de esta tragedia.
La buena noticia es que son pocos los que todavía siguen ciegamente a este sector que ha fracasado. La mayoría está clara que la única manera de salir de esta situación es con un liderazgo que sea coherente, valiente y consistente. El reto que este liderazgo tiene en frente no es pequeño: está en su mejor momento, en el peor momento.
Dependerá de la capacidad que tenga de conectarse con las aspiraciones de la gente y la urgencia del momento, y de articular una coalición que rescate lo que se ha perdido: la confianza y la esperanza.
Los venezolanos se cansaron de las mentiras y el engaño. Se cansaron de que los usen, los chantajeen y después, de paso, los culpen.
Se cansaron de tanta payasada.
Twitter: @MiguelVelarde
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