Una experiencia de producción Abonos orgánicos en Monagas - Venezuela
La Biotecnología una herramienta para la producción sostenible

Uno de los grandes desafíos que tienen las sociedades del mundo y muy especialmente un país como Venezuela, que actualmente posee grandes limitaciones en la producción de bienes y servicios es la de lograr producir más con cada día menos recursos disponibles.

Aunque esta es una realidad mundial, a diferencia de nosotros, muchas naciones han comenzado a orientarse a invertir y adoptar modelos, procesos y tecnologías que permitan “producir más con menos” respetando las capacidades de los sistemas naturales para generar recursos y de absorber o asimilar las corrientes de desechos generadas de ellos.

Entre tantas opciones, una de las disponibles es la Biotecnología, que de acuerdo con la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico, se refiere a “la aplicación de principios de la ciencia y la ingeniería para tratamientos de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios”.

La Biotecnología posee miles de aplicaciones en distintas áreas, pero para el caso de los sistemas de producción agrícola, puede representar una herramienta que ha de traer ventajas, especialmente a los pequeños agricultores, quienes producen la mayoría de los alimentos en los países en desarrollo. Y que en el caso de nuestra nación, es un sector al que se le debe prestar especial atención e inversión, dado los problemas de abastecimiento de alimentos que presentamos  actualmente.

Gracias al nivel de desarrollo alcanzado en Venezuela en décadas pasadas, nuestros agricultores  se habían acostumbrado a sistemas productivos basados principalmente en la aplicación de químicos (fungicidas, pesticidas, fertilizantes, etc.) que los ayudaran a potenciar la siembra y a combatir enfermedades.

Pero, debido a que actualmente se enfrenta una escasez de estos productos en el mercado por la incapacidad de importarlos o traer los materiales para su fabricación, se ha generado que una de las grandes deficiencias que enfrenta el sector, sea la carencia de los insumos químicos, necesarios para el control de plagas, enfermedades y sobre todo, aquellos que se destinan para la fertilización de los suelos.

Avizorando que este podía ser uno de los problemas en la Venezuela actual, el Ingeniero Agrónomo Javier Rodríguez, quien vive actualmente en la ciudad de Maturín estado Monagas, junto a sus hijos Gisel Rodríguez y Gamalier Rodríguez ambos T.S.U. En Química Industrial, comenzaron hace ocho años, a experimentar con la producción y fabricación de Bioinsumos.

Iniciaron su experiencia con lo que actualmente es el fuerte de su empresa (QUIMINAT, C.A.) y orientaron sus esfuerzos hacia la técnica de la lombricultura, que es la cría de lombrices para el procesamiento de material orgánico con la intensión de obtener abonos y fertilizantes.

Entre las experiencias del día a día, mucha dedicación y esfuerzo arrancaron con una unidad de líquidos de 32 tambores, hasta que en la actualidad cuentan con 54 o camas de cría (tambores) siendo actualmente capaces de producir 250 litros diarios, lo que es igual a 7500 litros mensuales.

Luego de tener éxito esta primera unidad, comenzaron a comercializar con el otro producto resultante de la Lombricultura, que son los abonos solidos orgánicos. Actualmente se encuentran en expansión hacia una unidad dedicada solamente a la producción de solidos orgánicos.

El proceso de lombricompostaje realizado por ellos, se inicia con la búsqueda de materia orgánica (bosta de ganado) en las granjas cercanas a la ciudad, que sirva de alimento para las lombrices. Luego, al tener material en el patio, lo apilan y colocan a compostar, posteriormente lo reparten en las diferentes unidades de producción.

Una vez el material es colocado en las “camas de cría”, las lombrices inician su trabajo de transformar la materia orgánica en humus líquido y abono orgánico. Es un proceso que les lleva de uno a dos meses para el caso del sólido, y el líquido, se obtiene casi inmediatamente luego de iniciar.

Cabe destacar que estos tres profesionales están muy al pendiente de la calidad del producto ofrecido y regularmente realizan inspecciones y chequeos a las condiciones de las lombrices y sobre todo a las condiciones químicas del producto obtenido.

Aunque tuvieron un inicio difícil, debido a la copa receptividad de un producto que era totalmente nuevo, diferente a lo que los agricultores Monaguenses estaban acostumbrados, actualmente poseen mucho apoyo en el mercado local, gracias a los resultados obtenidos en las siembras de sus clientes.

Entre las ventajas del uso de estos productos podemos destacar:

VENTAJAS PARA LOS CULTIVOS VENTAJAS AMBIENTALES
  • Aumenta la retención de agua.
  • Aporta nutrientes.
  • Aporta materia orgánica.
  • Mejora la estructura del suelo y su aireación.
  • Actúa como regulador del pH del suelo.
  • Su aporte de ácidos húmicos y fulvicos, propicia la creación de quelatos con sus propios nutrientes
  • Su aporte en Capacidad de intercambio catiónico a la solución del suelo, retiene más nutrientes evitando sus pérdidas por lixiviación.
  • No provoca estrés como algunos agroquímicos, y las impulsan a desdoblar los tóxicos ya acumulados en sus tejidos.
  • Incremento en la productividad de los plantíos.
  • Por sus orígenes orgánicos no es fitotóxico ni tóxico para el humano, animales domésticos, de corral, peces, abejas, abejorros, organismos entomopatógenos.
  • Por su degradación natural, no contamina
    suelo, agua y atmósfera.
  • Como son  obtenidos de procesos naturales, no crean resistencia en los insectos plagas,
    hongos y bacterias patógenas.
  • Son biodegradables

Como se puede observar, posee múltiples ventajas a nivel de cultivos, pero también se destacan los beneficios ambientales, ya que al ser insumos obtenidos de procesos naturales de descomposición, no existe riesgo de contaminación para el ambiente ni para los trabajadores que lo manipulen. Lo que es totalmente contrario a lo que pasa con la agricultura química, que en su aplicación genera degradación de los suelos, contaminación de las cuencas y ríos cercanos, y riesgos de intoxicación para los usuarios y consumidores de los alimentos en los que son aplicados.

Además, es importante destacar que esta práctica puede representar la solución a dos problemas. Primero al que hemos venido hablando de insumos agrícolas y de igual forma, su aplicación soluciona el problema del manejo de desechos orgánicos de origen agrícola, ya que en vez de ser dispuestos en lagunas de oxidación o dejados a la intemperie pueden ser aprovechados para crear fertilizantes y generar otra fuente de ingresos y empleos.

Esta familia ha creado un claro ejemplo de un sistema de producción totalmente sostenible y un ejemplo de ingenio y emprendimiento, ya que además de la producción de estos fertilizantes se han elaborado otros productos como un fungicida orgánico, para la prevención de hongos en cultivos y así muchas otras ideas, que como todo, requieren el apoyo financiero e institucional para su crecimiento y desarrollo.

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