El presidente de Ecuador denunció que hackearon su móvil y los de su familia
(INFOBAE) El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, denunció este viernes el hackeo de sus teléfonos celulares y los de su familia tras la divulgación de fotos íntimas en redes sociales.
«Personas inescrupulosas de comportamiento canallesco han ingresado a los archivos de mis teléfonos y mis Ipad, del Ipad y los teléfonos de mis hijas, y han empezado a circular fotos de nuestra intimidad, de nuestra felicidad», dijo Moreno durante un recorrido por zonas inundadas en la provincia de Guayas (suroeste) a causa de fuertes lluvias.
A través de cuentas de la redes Twitter y Facebook y desde un portal de Internet se han divulgado imágenes y videos de la vida familiar de Moreno, así como conversaciones del mandatario.
Un portal incluso denuncia supuestos vínculos del gobernante ecuatoriano con una empresa creada en un paraíso fiscal. Moreno ha negado esas acusaciones.
El presidente, sin dar nombres, aseguró conocer el origen de las filtraciones: «Sabemos quién paga esto. Sabemos perfectamente. Está identificado con los que se llevaron miles de millones de dólares en la década pasada», en la que gobernó su antecesor y exa liado Rafael Correa (2007-2017).
Moreno, quien fue vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, mantiene una pugna con el ex gobernante, quien vive en Bélgica y se convirtió en su principal opositor tras la ruptura del oficialismo.
En 2017, Moreno acusó a Correa de espiarle a través de una cámara oculta en el despacho presidencial que supuestamente era manejada por el ex gobernante desde su teléfono celular.
Las filtraciones fueron realizadas por WikiLeaks, cuyo fundador se encuentra asilado en la embajada ecuatoriana en Londres desde mediados del 2012. El australiano contó con el respaldo de Correa pero con moreno, la situación cambió. De hecho, su gobierno estableció un estricto protocolo especial de visitas y comportamiento que regula la permanencia del activista al interior de la embajada, luego de que denunciara una serie de abusos y mala conducta.
Moreno, quien en otras ocasiones ha dicho que el caso del australiano es «una piedra en el zapato» para su gobierno, expresó a fines del año pasado que le desagrada la presencia del fundador de Wikileaks en la embajada de su país.