De la venidera habilitación presidencial

El régimen que sufrimos los venezolanos cuenta con algunas particularidades que todavía sorprenden a los científicos sociales, empeñados en un enfoque convencional de las experiencias autoritarias y totalitarias actuales. Por ejemplo, acepta a dos, tres o más parlamentos con los cuales jugar en su enfermiza vocación por prolongarse, incluyendo al fraudulentamente configurado en diciembre próximo pasado.

Por estos días, la Asamblea Nacional de ocasión, como lo fue la tal constituyente de 2017, aunque de efectos mortíferos, ha planteado una agenda legislativa para el presente año, o el quinquenio, capaz de atarear a sus muy numerosos y  dóciles diputados, añadidos los de la oposición nominal que treparon heroicamente sus curules.  Huelga comentar, el listado proviene de Miraflores, pues, escuchando a uno u otro encurulado de ocasión,  ni la ley de gravitación universal es motivo de preocupación..

El sólo enunciado de las propuestas refleja el propósito de regularizar la frecuentísima violación de la normativa vigente en los más varios ámbitos. Por evidentemente inconstitucionales que sean, se valen de las leyes dizque para legitimar todas las torceduras: como si no hubiesen hecho lo suficiente, aún más deben embozalar y maniatar a la oposición real dictando nuevas reglas para los medios de comunicación y la ayuda internacional; actualizándolas de acuerdo al Estado Criminal, versan sobre leyes anticorruptivas y hasta una incursión sobre el Código Penal de intenciones no reveladas; económicamente, jerarquizan el clientelismo, amplian las zonas especiales cual Arco Minero del estado Bolívar o Las Mercedes de Baruta; pareciéndoles insuficientes lo hecho, desean otro bisturí para los hidrocarburos y las minas; empleada para los civiles, antes que otras diligencias, desean perfeccionar la justicia militar; el parlamento, las ciudades y las contraloría comunales, sabrán de las formalidades legales; o hasta el ciberespacio venezolano, conocerá de una normativa que frustramos en 2015.

La pretendida legislación traducirá el otro acto de fuerza pendiente, consagrando la factoría de leyes deseada desde las cúpulas del poder. Sin embargo, los encurulados de ocasión vivirán una ficción legislativa que será breve, como ha ocurrido en otras oportunidades, desde 2000.

En efecto, no hay inicio del período constitucional en el que Miraflores, reiterándoles el carácter de subordinados a sus propios diputados, no ensaye una habilitación presidencial, aunque sólo al finalizar el plazo concedido, las publique masivamente en la Gaceta Oficial, cual tanqueta represiva que esgrime la dureza de sus leyes para abrirse paso. De modo que las propuestas en cuestión ocuparán más a los burócratas del  Ejecutivo que a los del Legislativo que la usurpación se ha dado a la medida de sus intereses.Zona de los archivos adjuntos

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