CAPRILES: REINVENTARSE O MORIR EN EL INTENTO

Por Felipe Vallejos

@felipevallejos

 

 

 

A Henrique Capriles le llegó la hora de la evaluación: qué metas quiere conseguir, cómo se ha desempeñado en el complejo escenario actual. El éxito o el fracaso de su gestión como líder opositor pide una reinvención, una nueva hoja de ruta para el desgastado pueblo venezolano que depositó sus esperanzas en el Gobernador de Miranda.

 

Capriles TV, “Los enchufados” y “Venezuela somos todos”, era una discurso adecuado en la consecuencia de unas elecciones dudosamente legítimas, en las que Nicolás Maduro se hizo con la presidencia por un suspiro, muy distinto a lo que había hecho en las urnas su mentor y predecesor, Hugo Chávez.

 

Hoy el escenario habla de un período que sigue su camino, mientras la oposición se agota y comienza a pedir acciones concretas de parte de sus líderes, sobre todo de Henrique Capriles, que se ganó el sitial tras una honrosa confrontación ante el imbatible Chávez, y una carrera contra el tiempo que casi gana –y para muchos ganó- frente al errático Maduro.

 

El chavismo se dio cuenta que tiene suficientes problemas con los cuales lidiar, y ha encontrado, aunque suene irónico, en sus opositores un verdadero aliado para sulfurar la popularidad de Capriles, que si en campaña parecía tener todos sus pasos calculados, en tiempos de Gobierno existen días donde simplemente parece improvisar.

 

La renovación debe ser discursiva pero sobre todo de acciones. Acertada fue su gira internacional, pero poco a poco, la resignación del trago amargo del chavismo en las manos de Maduro, parece ser una realidad con la cual deberán lidiar por algunos años más, como la resaca más dolorosa después de años de gestión del “comandante” Chávez.

 

No se puede comunicar eficazmente si no hay metas establecidas. Capriles lo sabe, y debe abrir los ojos ahora que existe una ventana de tiempo donde no está en verdadero peligro su liderazgo, y sobre todo su capital político.

 

Bien lo sabe el Gobernador, y tal como Churchill en tiempos de guerra y de paz, de héroe a villano se pasa demasiado rápido.