Inés Muñoz: “Detrás de cada puerta hay una historia”

Por Ivanna Méndez

@IvannaMendez

 

 

 

Un edificio de Chacao. Un asesinato. El reflejo de un país. La escritora Inés Muñoz Aguirre, reconocida dramaturga, nos presenta su última novela llena de misterio e intriga.

 

Un crimen altera la vida de las doce familias que habitan el edificio Granada. A partir de ahora, todos son sospechosos.

 

En Guoyoyo en Letras tuvimos la oportunidad de conversar con esta autora. Te invitamos a conocer más de esta historia y develar el misterio detrás de “A los vecinos ni con el pétalo de una rosa”.

 

Guayoyo en Letras: ¿Cuándo comenzó a escribir y cuál es su relación con el mundo de la literatura?

Inés Muñoz: Empecé desde pequeña, a los 9 años ya escribía porque tuve la suerte de nacer en un entorno familiar donde a todo el mundo siempre le ha gustado escribir y sobre todo leer. Yo creo que una de las cosas más importantes si te interesa escribir es la lectura. Eso fue un privilegio que de alguna manera me incentivó lo que hago hoy en día como una profesión.

 

Mi incursión concreta fue con la dramaturgia. Mi primera obra se llama “Estados Circulares”, la envié a un concurso de lo que era la Asociación Venezolana de Profesionales del Teatro y fue publicada, ese fue mi primer libro y apenas estaba saliendo del bachillerato. A partir de allí me relacioné mucho con la dramaturgia y en realidad toda mi carrera en las letras se desarrolla a través de allí. Paralelamente escribía cuentos, poesía, narrativa, pero siempre daba mayor relevancia al tema de la dramaturgia y lo demás no lo mostraba.

 

La narrativa es un género que me apasiona porque con la narrativa pasa exactamente lo contrario que con el teatro. Con el teatro tienes un espacio de tiempo determinado donde tienes que contar una historia, un espacio físico determinado donde esa historia debe desarrollarse y obviamente aunque hay obras de grandes cantidades de personajes, para el teatro  contemporáneo, ya esas obras con tantos personajes son inmontables porque al final cuando escribes dramaturgia, más que buscar que alguien te lea, estás buscando que eso sea representado. En cambio, la narrativa te da la posibilidad de manejar todos los personajes que quieras, de tener todas las ideas, propuestas, lugares. La narrativa es un mundo muy completo.

 

G.L.: ¿Qué viene después de “A los vecinos ni con el pétalo de una rosa”?

I.M.: Siempre estoy escribiendo. Escribo todos los días entre dos y tres horas. Un proceso  que empieza a las cuatro y media de la mañana. Hay oportunidades en que estoy escribiendo dos o tres cosas simultáneamente, por eso a veces cuando me preguntan “¿Cuánto tiempo te llevó escribir esto?” es muy difícil calcularlo porque  he estado en ese proceso, además en esta escritura simultánea escribo teatro, narrativa y poesía. No siempre cuando un libro sale es porque es lo que acabas de escribir, entonces para mi lo importante es tener esa continuidad permanente en el trabajo.

 

Por supuesto después de “A los vecinos ni con el pétalo de una rosa” ya viene una novela que está en proceso editorial, se llama “Anclados” y es una novela sobre el tema país, donde se confronta lo que ha sucedido con muchos venezolanos que han emigrado y que luego por no poder concretar la búsqueda de oportunidades en el exterior tienen que regresar y vuelven con una sensación de derrota y de pérdida, aún mayor que con la que se fueron. Una novela muy dura.

 

G.L.: ¿Por qué escribir un género como la novela negra?

I.M.: En el caso de la novela negra es un género que descubrí en el 2012, cuando escribo la novela “La segunda y sagrada familia” para la colección Vértigo de ediciones B y realmente es un género apasionante. El bautizo de la novela fue el sábado y en la gran conversación que teníamos allí con el público, yo decía que he descubierto en la novela negra un ejercicio maravilloso por los niveles de exigencia literaria que tiene, porque tienes que trabajar con una mente de criminal, planificar lo que va a suceder y hacerlo muy bien para que no te descubran, tienes que trabajar con mente de detective porque debes guiar muy bien una investigación para descubrir al criminal y tienes que trabajar con mente de autor, que te permita la visión de todos los personajes que tienes participando en la historia y sobretodo que esa historia te atrape y que tu lector sienta la necesidad de no abandonar ese libro hasta terminar de leerlo. La novela negra para mi es un genero maravilloso para ejercitarte, disciplinarte y aceptar retos que te ponen en la necesidad de ser objetivo, frío, calculador y preparado para poder escribir.

 

G.L.:¿Qué autores han sido tu referencia? ¿Qué novela negra aún recuerdas?

I.M.: En las referencias de la novela negra uno inicialmente no lo sabe hasta que va profundizando el estudio sobre un determinado género. En mi época de estudiante de comunicación leí mucho a Edgar Allan Poe y su cuento de “Los crímenes de la calle Morgue” es para muchos estudiosos la primera referencia real de una historia de investigación policial y de un crimen. ¿Quién no ha leído por ejemplo a Agatha Christie? Todos la hemos leído alguna vez, aunque sea una novela. En teatro se considera también como una de las grandes creadoras del género. 

 

Cuando me interesé en desarrollar el tema de novela negra, empecé a estudiar con más detalle la cantidad de autores que hay y a acercarme a autores contemporáneos como Stieg Larsson. Ha habido un momento con la literatura sueca donde se pusieron en primer plano con unas novelas de violencia, de investigación, de crimen, y me acerqué a estos autores suecos buscando como es la interrelación entre esos autores y su entorno, como esos autores describen lo que puede ser su cotidianidad y el reflejo de una sociedad, de esa manera yo he tratado de ir trazando la búsqueda de cómo es en realidad la interrelación del autor de novela negra con lo que está sucediendo en su país, en sus ciudades de origen en ese momento.

 

Hay un autor argentino, Mempo Giardinelli, que es considerado hoy en día como uno de los autores de novela negra latinoamericana de más importancia. Eso en el ámbito de la novela negra.

 

Podría hablar largamente, tengo una colección de dramaturgia universal enorme porque cuando empiezas a leer buscando los puntos de referencia para lo que haces, tu forma de acercarte a la lectura es otra , entonces yo pasé una época de mi vida en que leí a todos los autores de teatro que puedas imaginar, donde me conquistaron enormemente autores como Tennessee Williams, Federico Garcia Lorca del que hice mi tesis de grado, etc. Y que se convierten para uno en un punto de referencia donde vas estableciendo relaciones. En cuanto a la narrativa tengo una autora española que me encanta y que siempre que puedo leer algo de ella lo hago, Rosa Regàs, una autora que me encanta como describe lo cotidiano y siempre hago mención a su libro “La canción de Dorotea” porque es una historia a la que tanta gente puede haberse sentido cerca y a la vez producir algo de esa calidad literaria.

 

G.L.: ¿Cómo convergen la poetisa, la dramaturga y la novelista en tu forma de escribir?

I.M.: Eso es lo que estoy descubriendo en este momento a partir de los comentarios de los lectores y de los investigadores o escritores que han leído mi trabajo. Todos le dan mucho valor a la presencia dramatúrgica en mi narrativa, eso tiene que ver con la forma de desarrollar los personajes de interrelacionarlos sobre todo con la utilización del diálogo. En todas mis novelas te vas a encontrar con que hay situaciones donde mas allá de describir, esas situaciones las puedes vivenciar a través de la acción y de la participación que en esa acción tienen los personajes, interrelacionándose a través de lo que comparten, de lo que se cuentan, de lo que se esconden pero que está siempre asomado a través del diálogo.

 

A su vez el periodismo está siempre presente, yo como periodista tengo siempre la inquietud frente a los medios de comunicación, a cómo se ejerce el periodismo, a la responsabilidad que uno tiene que tener cuando lo ejerce y creo que eso está presente incluso en mi dramaturgia hay varias obras donde hay periodistas como personajes. Aquí en “A los vecinos ni con el pétalo de una rosa” el germen de la novela es un talkshow, siempre me ha llamado la atención cómo en estos programas de alguna manera  se juega con las emociones de la gente y como se plantean historias donde te enfrentan a que tu como ser humano puedes haber sido abandonado por tu familia y luego de treinta años te encuentras y te abrazas con esa madre o ese padre como si no ha pasado nada. Entonces siempre me pregunto hasta donde eso es real y hasta donde es el momento simplemente de la aparición a través de las cámaras, eso que han denominado los “cinco minutos de fama”, a lo mejor en esas condiciones que tienen que ver con lo psicológico y con lo emocional de la gente, también privan esos cinco minutos de fama por encima de las emociones y los sentimientos. Entonces en esta novela el germen es ese un programa de tv donde la protagonista, la que luego aparece muerta en la novela, descubre o se reencuentra con un hijo a quien ella abandonó desde muy pequeño.

 

G.L.:¿Qué busca contar este libro, más allá de una historia de misterio?

I.M.: Busca contar la influencia de los medios de comunicación, busca contar un país que tenemos aquí a la vuelta de la esquina porque la novela se desarrolla en Chacao y a través de la novela describo las calles, los habitantes, el comercio, la forma de interrelacionarse, describe una ciudad de alguna forma violenta que es la ciudad que tenemos hoy en día lamentablemente, una ciudad cargada con el tema del tráfico pero también está presente todo el tema que tiene que ver con la inseguridad, con la investigación policial, porque al final esta es una novela negra, latinoamericana, pero novela negra al fin, lo que busca y lo que la diferencia de la novela policial es que en la novela policial el único objetivo que tendríamos es descubrir quien es el criminal, pero en la novela negra buscamos reflejar el entorno y la problemática de ese entorno donde se desarrolla la historia. Allí hay un elemento muy importante que es la detective Carolina Larotta, es la segunda novela en la que esta detective aparece porque a ella le toca investigar el crimen de “La segunda y sagrada familia”.

 

Carolina es un personaje emblemático porque rompe todos los esquemas que normalmente uno busca en un investigador o un policía de una novela negra. Los rompe desde el punto de vista físico, económico, de educación, pero más allá, los rompe a través de su planteamiento y su necesidad de sanear desde todo punto de vista, un sistema policial, judicial y de investigación, con el cual ella no está de acuerdo. Allí hay un pensamiento de periodista, aún cuando el personaje es abogado, pero ella dice que para que toda sociedad pueda desarrollarse en términos normales uno de los elementos fundamentales es la información, porque una sociedad bien informada es una sociedad que asume sus responsabilidades y sus formas de participación de otra manera. Esos son los principios de la novela más allá que descubrir quien realizó el crimen.

 

G.L.:¿Por qué elegir ese lugar en particular para representar al país?

I.M.: No hubo un elemento particular de porqué elegir Chacao, para mí lo importante es al escribir desde el género de la novela negra, reflejar una parte de la ciudad. Chacao si tiene obviamente una parte maravillosa que ha sido fuertemente golpeada en los últimos años, porque es una de las pocas zonas de la ciudad donde puedes caminar y donde esa cotidianidad se refleja en que los habitantes de Chacao tienen toda la vida viviendo en Chacao y que se nos ha olvidado en los procesos de agresividad hacia Chacao, que Chacao como tal es una zona fundada por españoles, por italianos, por gente que vino al país a trabajar, entonces es una zona de una clase media trabajadora que ha contribuido fuertemente al desarrollo del país.

 

Hay autores que preferimos lo  cotidiano a otros elementos, yo no te puedo decir que es que yo prefiera lo cotidiano pero lo que si puedo decir es que, en lo que sucede al lado de nosotros puedes descubrir las historias más impactantes, yo creo en el dicho de que “la realidad supera a la ficción” y como periodista ando por la calle fijándome en lo que sucede alrededor y en cada esquina veo una historia distinta, entonces no puedes desprenderte de esa cotidianidad de la que tu formas parte.

 

G.L.: ¿Qué consejo le darías a un futuro lector de tu libro?

I.M.: Que lea y que no tenga temor de engancharse con la historia y de conseguir allí reflejos que le motiven de alguna manera. Creo que uno de los elementos maravillosos de “A los vecinos ni con el pétalo de una rosa” es que la historia se desarrolla en un edificio.

 

La historia central está ubicada en el edificio porque a partir del momento en que aparece el cadáver de la vecina del 3A, absolutamente todos los vecinos se convierten en sospechosos. Se convierten en sospechosos para quien realiza la investigación pero también para sus propios vecinos. Porque cada uno, a medida que se van desarrollando los interrogatorios, pareciera tener un motivo por el cual podía haber, si no matado por lo menos agredido a esa señora en algún momento de su vida y allí vas a encontrar un mundo de personalidades distintas, de historias, de vivencias y a su vez, un submundo, porque detrás de cada puerta de cada apartamento hay una historia que tu no conoces ni siquiera de tu vecino de al lado. Creo que uno de los elementos maravillosos aquí es que a través de esos personajes, en alguno vas a descubrir a alguien que se parece a tu vecino más cercano.

 

 

Un café con…

 

¿Con que escritor te tomarías un café?

Con Laura Restrepo

 

¿Un lugar para leer y tomarse un café?

Café del Mar en Cartagena de Indias

 

Pueden seguir a Inés Muñoz en Twiter a través de su cuenta: @imunozaguirre

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