¡Cuando las ganas nos juntan Venezuela!

Por Joan Camargo

@joanmanuelcfc

 

 

 

Cuando el triunfo llega así de esa manera, uno no se da ni cuenta. Todo comenzó al sonar de la diana, característica de los días de elecciones. Entre despierto y dormido me dije: ¡Llegó el día!.

 

Al salir de la casa el ambiente era mejor de lo esperado, las paradas llenas de personas esperando el transporte para acudir a su centro de votación. Yo preferí ir a pie, en el camino me encontré con varios centros copados de electores, los reporté y seguí mi camino.

 

Cuando llegue al lugar donde votaba estaba el doble de lleno, todo esto no era común, había algo diferente entre esta y las elecciones anteriores. Luego de votar me dirigí a la famosa parroquia caraqueña inmortalizada por la Canción del Gran Combo de Puerto Rico.

 

Las irregularidades y los incumplimientos de las reglas electorales era el común de los centros de votación de esa parroquia, puntos rojos a menos de 50 metros, música proselitista y muchos motorizados.  En la búsqueda de reportar una de estas irregularidades fui abordado por un grupo de personas sin identificación pero con ínfulas de autoridad, haciendo preguntas y queriendo doblegar, no quedó de otra que mentir sobre el medio donde trabajo para poder huir del sitio.

 

Lo sucedido no me apabulló ni me quitó las ganas de seguir informando, me dirigí a otro bloque de la parroquia donde las  faltas eran aún más graves, esas las denuncié con un poco más de prudencia; como un detective privado, la forma en la que muchos colegas tienen que comunicar para no poner en riesgo su integridad física.

 

Ahí me conseguí con un familiar que reside en el sector,  este me invitó a su casa donde pude acceder a la red inalámbrica, ya que la señal de Movistar se habia caído. Al salir de ahí nos dirigimos en su vehículo a recorrer los centros de votación del centro de Caracas, con cada hora que pasaba la tensión aumentaba.

 

Al recorrer los centros de votaciones, el común de la información dada por los Coordinadores de Centro era la cantidad de votos nulos, al dirigirnos al este de la ciudad, nos encontramos con una caravana diplomática y decidimos seguirlos sigilosamente, al llegar a Chacao nos dimos cuenta que se trataba del expresidente Zapatero quien hacia la función de observador internacional.

 

Al salir de ahí volvimos al centro de Caracas donde ya los centros empezaban a verse solitarios, en  las zonas populares se empezaba a sentir tensión, inseguridad sobre resultados, motivo por el cual decidimos volver a casa a resguardarnos.

 

Por las redes sociales inventaban pronósticos, memes, reacciones y hasta apuestas, mientras esto ocurría el CNE anunciaba  retardar (ilegalmente) una hora más el cierre de los centros, los candidatos oficialistas empezaban a retirarse del Comando del Psuv. En Twitter  circulaba el video filtrado de Lilian Tintori, el famoso mundial del 98, los Heridos en Tovar, la cara alegre de los famosos. Todo daba para imaginarse el resultado.

 

A la Ausencia de Tibisay Lucena el número 113 se hacía tendencia, lo mencionaba Eugenio Martínez, los artistas, los opositores, los millones de twitteros. La red y el este de Caracas era una fiesta, el barrio permanecía callado. Todos con linternas y radios por si se iba la luz, en el Comando Psuv los periodistas dormían.

 

¡Movimiento en la baranda! Tibisay daba inicio a ese largo y estresante recorrido de la rampa  con destino a la Sala de Prensa. Los venezolanos empezaban a soñar, todos los corazones unidos, las ganas de dar comienzo a una nueva historia se unían al deseo de oír los resultados.

 

99 a 46 era el resultado del primer boletín. Muchos lloraban, por primera vez en 16 años se respiraban aires de cambio. Maduro aceptó la derrota, la bofetada que el pueblo le dio, era momento de que entendiera que con el pueblo no se juega, porque cuando las ganas se juntan no son ellos quienes marcan el destino del país. ¡GRACIAS VENEZUELA!

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