DESTACADOS
Últimos Artículos
¿Se borran las heridas de la vida?
Quiero comenzar este escrito con una frase: Dicen que el tiempo cura las heridas. No estoy de acuerdo. Las heridas perduran. Con el tiempo, la mente, para proteger su cordura, las cubre de cicatrices y el dolor se atenúa, pero nunca
Sobre la Nostalgia
por Diego Almao
En las últimas semanas he sido espectador “privilegiado” de cierto fenómeno interpersonal cuyos efectos, a pesar de ser negativos para mi percepción, han contribuido a expandir mi perspectiva sobre el ámbito de una situación regular en todas las vidas humanas, el
La ley de interrupción del embarazo en Argentina procura que haya más abortos legales, seguros y gratuitos
Platón y la discusión sobre el aborto
por Ricardo Gil
En la célebre alegoría que describe Platón en el Título VII de La República, un grupo de hombres encadenados por el cuello y las piernas en el interior de una caverna solo pueden ver las sombras de una serie de objetos que
¿Quién teme al hater feroz?
por Sabrina Tortora
Siempre supimos que los haters iban a estar ahí, siempre al acecho de nuestro canal… Y ahora que nos enfrentamos a ellos, nos preguntamos ¿Quién teme al hater feroz? Guayoyo en Letras es un espacio abierto para el encuentro de ideas
Esequibo: la polémica de antes
por Luis Barragan
En medio de la campaña electoral de 1968, los aspirantes presidenciales eran interrogados libremente sobre los más variados temas. Algo tan natural, inherente a una crecida democratización de la vida venezolana, no tiene hoy equivalente en la aldea tozudamente monotemática del régimen
Lo bueno de la crisis
por Victor Camacho
Cuando hablan de crisis, yo suelo recordar un texto atribuido a Albert Einstein: No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae
De la camionetica a la perrera
por Luis Medina
El día en que decidí dejar el carro en casa y utilizar el transporte público me enteré de cosas insospechadas. Por ejemplo, yo no sabía que en la ruta Santa Mónica-El Silencio solamente queda una camionetica en funcionamiento. Una sola. Y