Tranquilidad
Últimos Artículos
Te quiero, pero no debo
por Nancy Colina
Era rubio. Lo había visto en diferentes ocasiones, pero nunca me reconocía. Era incapaz de saludar, quizás porque estaba acostumbrado a ser el centro de atracción. Lo consideraba un presumido de pies a cabeza. Cuando estaba en su ambiente, me mantenía
Las agujas del pajar
Para dejar huellas hay que estar vivo, y para vivir hay que tener guáramo. Y vale la pena todo esto bajo el paraguas del conocimiento de que nada es absolutamente turbio ni absolutamente frondoso, sino que los matices nos dejan sonreír