Halloween Venezolano

Se acerca Halloween, o la noche de brujas si queremos dejar el término anglosajón de lado, y no tiene nada que ver con la noche en donde las rectoras del CNE en cadena nacional dan resultados electorales después de una larga jornada de abstención por parte del ciudadano venezolano, debido a la poca credibilidad del árbitro electoral. No es esa noche donde se declaran tendencias irreversibles que dan como ganador al partido de gobierno con un número mágico de votos que ningún venezolano puede creer por inverosímil que es, Halloween no es esa noche, aunque esa situación electoral si es una pesadilla recurrente del venezolano. 

Halloween es una celebración típica de los países anglosajones, en especial de los Estados Unidos de Norteamérica, ¡ósea es una celebración imperial! Durante ese día las familias americanas adornan sus casas con esqueletos, calabazas, murciélagos, entre otras muchas más cosas. Una vez tienen adornadas sus viviendas con motivos de terror, esperan la noche para salir disfrazados de algún personaje salido de las peores pesadillas de los seres humanos, recorren las calles con los niños y tocan puerta por puerta diciendo la frase “Dulce o Truco”, luego los niños reciben las más diversas golosinas que puedan imaginar.  

En otras ocasiones la familia, o un grupo de amigos se reúnen frente a una fogata y relatan historias de terror. Las cadenas televisivas ajustan su programación a esa celebración y sacan al aire programas y películas del género del terror, entonces podríamos decir que la noche de Halloween fue creada para satisfacer determinadas demandas comerciales.  

En Venezuela no se celebra Halloween, más allá de que en algunos comercios se hagan decoraciones alusivas a dicha fiesta, y más allá de las publicidades que puedan salir al aire por televisión por cable o señal abierta. Los venezolanos tenemos conocimiento del Halloween, sabemos que significa pero no lo celebramos, sin embargo, vivimos sumergidos en un perpetuo Halloween, por todas las cosas terroríficas y escalofriantes que ocurren diariamente en nuestro país, como muestra de ello comparto algunas historias cortas que ponen la piel de gallina a cualquier persona que habite en tierras venezolanas, incluso hasta el más pintado, como decimos coloquialmente. 

“Caminar por cualquier calle de cualquier ciudad venezolana a las 10 de la noche y escuchar una moto acercarse”. Eso es escalofriante, por la simple razón que Venezuela se ha convertido en el país con mayor índice de criminalidad en Latinoamérica.   

“Amanecer todos los días sabiendo que el salario no nos alcanzara para comprar los alimentos de la cesta básica”. Eso es terror al más alto nivel. 

“Que toquen fuertemente a la puerta de nuestras casas a las 5 de la mañana, y al abrir ver a un grupo de funcionarios de las Fuerzas Armadas Especiales de la Policía Nacional Bolivariana (FAES) con armas largas y cortas, y sin orden de allanamiento”. Terror real vivido por las familias de los miles de ajusticiados extrajudicialmente durante los últimos años.

“Saber que cuando el dólar sube, el costo de todos los productos suben, y saber que cuando el dólar baja el costo sigue subiendo”. Eso es hiperinflación como mecanismos de terror.

“Que llegue la fecha de pago y a los pocos minutos no tener nada de dinero en el bolsillo porque lo gastamos en un solo producto de la cesta básica”. Realmente escalofriante, y lastimosamente es la cruda realidad de miles de venezolanos.

“Tener varios niños en casa y no tener que darles de comer”. Eso son los verdaderos gritos y llantos de terror que ponen la piel de gallina.

“Seguir viviendo después de 20 años con el socialismo bolivariano”. Una pesadilla sin fin que asusta hasta los mismos que dicen ser socialistas.

“Ver los anuncios sobre las medidas económicas a implementarse para la recuperación de la economía nacional”. Esa situación entra dentro del género de comedia de terror.

“Que llegue las 6 de la tarde y no tener la certeza si nos cortaran el servicio eléctrico debido al racionamiento eléctrico no planificado”. Esa situación la viven todos los venezolanos que viven fuera de Caracas, afortunadamente los caraqueños no han llegado a experimentar en carne propia el escalofrió que produce esa situación en el cuerpo. 

“No saber cuándo volverá el servicio eléctrico después de un corte no planificado, por la caída de las plataformas de internet que informen si es parte del racionamiento o un apagón nacional”. Día a día esta situación terrorífica y escalofriante ocurre en cualquier pueblo o ciudad venezolana. 

“Tener que dormir sin servicio eléctrico”. En esta situación somos devorados vivos por las plagas y el calor consume las pocas energías que quedan en nuestro cuerpo después de un día extenuante de trabajo.  

“Ver al gobierno y a la oposición dialogando en Noruega, Barbados o cualquier otro sitio”. Eso nos produce escalofrió porque sabemos que no se llegara a nada y seguiremos viviendo en la ignominia absoluta.   

Así como estas historias reales, existen muchas más que producen terror y escalofrió en los corazones venezolanos, son mucho más terroríficas que la leyenda del Silbón o la Sayona. Venezuela nunca ha sido el país de las maravillas, ni en la época de la colonia, ni en el periodo independentista, tampoco durante la guerra federal, o en las dictaduras de Gómez y Pérez Jiménez, mucho menos en la cuarta república, y aún menos en esta quinta república, siempre ha habido historias de terror real vividas por los venezolanos, pero Venezuela si es un país que sabe salir victorioso de cualquier situación adversa por terrorífica que sea, somos un país lleno de esperanza, de personas que luchan contra cualquier monstruo, demonio, espectro o asesino en serie que se nos presente. En Venezuela habitan los héroes y heroínas que salen victoriosos en esas historias de terror.               

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