EDITORIAL #127: ENTRE EL BIEN Y EL MAL

maletin-dolaresHemos escuchado en los últimos días sobre el supuesto “paquetazo” económico que el candidato opositor Henrique Capriles planea implementar en caso de ganar las elecciones del próximo 7 de octubre. El Comando Carabobo decidió gastar sus últimos cartuchos en este tema apostando a que la gran mayoría de electores que reciban el mensaje no hagan un pequeño esfuerzo en leer el verdadero programa de gobierno de Capriles que, además de ser público, está disponible por muchas vías.

 

No deja de ser, sin embargo, una buena estrategia política del oficialismo. Despertar los fantasmas del pasado relacionados a las medidas neoliberales que ocasionaron revueltas y conmoción en el país –el “Caracazo” está aún muy presente en la mente de los venezolanos- es una herramienta posiblemente efectiva para alcanzar su objetivo: generar miedo. A esta estrategia comunicacional se le suman otras más tangibles, como la de los grupos de choque que con el paso de los días se van haciendo más notorios y violentos, y la grabación al diputado Juan Carlos Caldera recibiendo dinero de un conocido empresario. Todo esto busca generar temor también entre los seguidores de Capriles y los financistas de su campaña.

 

Como parte de esta gran estrategia jugó un rol importante el diputado William Ojeda, hoy militante suspendido del partido UNT, al criticar públicamente la propuesta económica de Capriles y “saltar la talanquera”. En la misma línea, cuatro partidos pequeños le quitaron el apoyo a Capriles. Nada puede hacer más daño en una campaña que la crítica que nace desde su propio núcleo, no solamente porque tiene mayor credibilidad que cualquier descalificación que venga del bando opuesto, sino también porque genera cierta “paranoia” en un comando donde todo el mundo empieza a desconfiar del que tiene al lado. La misma intención se tuvo con la publicación del video de Caldera.

 

Sin embargo, la tortilla podría darse la vuelta. En los últimos días, varios dirigentes de partidos políticos que apoyan la candidatura de Capriles salieron a denunciar públicamente que enviados del gobierno los contactaron para ofrecerles cientos de miles de dólares a cambio de que retiren su apoyo al candidato opositor. Sus versiones están apoyadas por grabaciones y mensajes escritos que probarían la presión a la que fueron sometidos por personas del oficialismo para cambiar de bando. De igual forma, la oportuna respuesta de Capriles -54 minutos después de la difusión del video de Caldera- con un mensaje claro de cero tolerancia ante la corrupción o cualquier cosa que se le parezca, le dio una oportunidad de oro al candidato de la oposición de mostrarse como un estadista.

 

En las últimas dos semanas los medios desviaron su enfoque del “paquetazo” al “maletinazo” y luego al “Calderazo”. Seguramente, en estas tres últimas semanas que quedan de campaña, el ambiente solamente se volverá más tenso y se ensuciará aún más. Que no nos sorprenda. Lo que no cambiará será la esencia de ambas campañas. Desde su inicio se pudo observar con claridad las características que cada una de ellas iba a tener.

 

Al final, esto no es más que la batalla final entre la verdad y la mentira, entre el bien y el mal.

 

 

Miguel Velarde

Editor en Jefe

@MiguelVelarde

mvelarde@guayoyoenletras.com

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