LA OPOSICIÓN DORMIDA

Por Andrés Abreu

 

Entonces perdimos las elecciones presidenciales. Eso no es noticia nueva, ya el guayabo pasó, se acabó la tristeza y aquí estamos, al pie del cañón. Pero algo ha venido sucediendo desde el 8 de octubre hasta hoy: La oposición está dormida, sí, dormida.

 

Ya empezó la campaña para las elecciones de gobernadores y yo me pregunto ¿Dónde está Capriles? Elías Jaua ha realizado asambleas, se ha reunido con  jóvenes, su cara ahora es el tapiz de las paredes y postes de Miranda, etc.      Mientras Capriles no se qué está esperando para empezar a recorrer el estado, para pegar afiches, entregar volantes o al menos salir en una propaganda en   TV. No, parece que nada importase o que la campaña no existiese.

  

Por otro lado, vemos que el CNE realiza migraciones de candidatos, cambios   en la boleta electoral, todo esto enmarcado en un país sin Estado de Derecho, dejando a un lado la Constitución Nacional, la Ley Orgánica de Procesos Electorales y todo el ordenamiento jurídico del país. ¿Y dónde está la               oposición?, ¿Qué espera para activarse en contra de estas medidas?

 

Nos encontramos con una militancia de la oposición que se encuentra totalmente neutra ante una campaña del oficialismo que está haciendo ese «trabajo de hormiguita» que al final se vuelve un trabajo gigante que se traduce ,por supuesto, en votos mientras que la oposición parece estar esperando la señal de partida.

 

Esta pregunta de ¿Dónde está Capriles? Puede responderse muy fácilmente ya que en los últimos días lo hemos visto realizando algunas asambleas y supervisando algunas obras en distintas locaciones de Miranda. Pero la verdadera pregunta no es acerca del Gobernador Capriles, sino acerca del Candidato Capriles; no es lo mismo ejercer funciones como gobernador que, como candidato, dedicarse a la campaña. Es necesario determinar esa diferencia, no se pueden confundir las obligaciones de un Gobernador con las actividades de campaña que puede realizar el mismo Gobernador en miras a su reelección.

 

He escuchado a algunos seguidores de la oposición decir cosas como “Bueno, ¿Te parece poco haber recorrido el país?” o “Con la campaña de las presidenciales yo creo que fue suficiente”. No es así, se trata de procesos distintos; Henrique Capriles dejó de ser el candidato a la presidencia el 7 de octubre para retomar su envestidura como Gobernador del Estado Miranda el día 9, cargo que ocupaba la Gobernadora encargada Adriana D’Elía. Ahora, junto a estas labores debe cumplir con otra campaña rumbo al 16 de diciembre.

 

Es comprensible que exista un sentimiento de derrota, de desilusión y de desánimo en la oposición como de hecho existe, pero esto no puede detener el trabajo, no podemos permitir que por una derrota se retroceda todo lo que se avanzó en la campaña presidencial en donde se logró un crecimiento bastante notorio en los votos de la oposición en comparación a las elecciones de 2006. Por esto la oposición debe enfocarse en obtener el mayor número de gobernaciones a nivel nacional, ¿Cómo se hace? Con una campaña tan extraordinaria como la presidencial; revisando los elementos que fallaron en dicha campaña, mejorándolos y contribuyendo a la construcción del camino que se inició meses antes del 7 de octubre.

 

Este 16 de diciembre se disputarán todas las gobernaciones, pero sabemos que el gobierno está enfocado prácticamente en un solo estado: Miranda. Quizás Zulia también ocupe un poco de su atención pero el verdadero objetivo es el estado gobernado por Henrique Capriles, la tarea a cumplir es ganarle a Capriles Radonski y dejarlo totalmente fuera del escenario político. Porque eso es lo que sucederá en caso de que HCR pierda en Miranda: Saldrá de todo escenario político, atrás quedará una excelente campaña a las elecciones presidenciales, atrás quedará el recorrido hecho por más de 300 pueblos, de nada habrá servido llenar cientos de calles y avenidas como la Bolívar, ya nada importará porque en caso de ganar Elías Jaua llegará la hora de preparar un nuevo candidato que pueda medirse en 6 años con Hugo Chávez.

 

En caso de que la oposición pierda las gobernaciones todo se tornara cuesta arriba, será cada vez más difícil lograr un espacio en las regiones, todo estará mucho más limitado para los sectores contrarios a la ideología del Presidente Chávez. Por ello es importante la campaña, si bien es cierto que en Venezuela vivimos en una campaña de nunca acabar jamás nos podemos dar por vencidos, una piedra en el camino no puede detener nuestro rumbo ni tampoco podemos permitirnos retroceder de donde estamos.

 

Si no queremos que esto pase y si queremos mantener a Capriles como Gobernador de Miranda y más aún como «líder de la oposición» es necesario despertar, salir del sueño profundo que empezó el 8 de octubre y parece no haber acabado. La campaña es corta y la oposición sigue dormida en los laureles; despertémosla.

 

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