LA ECONOMÍA INCIERTA ES EL NUEVO CONTRINCANTE DE OBAMA
Por Luis Edgardo Rodríguez
El Congreso estadounidense continua divido y sin acuerdo presupuestario
Barack Obama, tras ser reelegido presidente de Estados Unidos el pasado martes, enfrenta un reto en su carrera política. Asumiendo la dirección de la primera potencia del mundo, debe hacer frente al problema fiscal inminente con un Congreso dividido en dos y que aún no logra llegar a un acuerdo para evitar que la nación caiga nuevamente en recesión.
El demócrata resultó electo con 332 votos electorales, menos que en 2008, superando los pronósticos de un empate técnico. También mantuvo la mayoría en el Senado, pero perdió nuevamente la Cámara de Representantes ante el Partido Republicano. Estos resultados dejan al Congreso en un statu quo que, por ahora, no permite saber cuál será el plan presupuestario que se implementará en 2013.
En noviembre, a pesar de las elecciones, la apreciación de los estadounidenses del panorama económico y de empleo mejoró. De acuerdo a Reuters, la confianza del consumidor se encuentra en su nivel más alto en más de cinco años. Las expectativas apuntaban a los 83,0, pero al final del sondeo la seguridad de los consumidores alcanzó los 84,9 puntos, por encima del 82,6 de octubre.
Gracias al buen nivel de consumo de los hogares, el crecimiento de la economía superó las expectativas del tercer trimestre, subiendo a 1,9%. Además, las empresas privadas, gracias al sector servicio, crearon 158.000 nuevos puestos de trabajo. Sin embargo, para bajar el nivel de desempleo, que se ubica en 7,8 por cierto, los bienes deben crecer 2,5% trimestral.
Los recortes tributarios implementados durante el mandado de George Bush finalizan en enero y, a menos que los legisladores logren un acuerdo, entrarán en vigencia una serie de recortes de gastos gubernamentales y aumento de impuesto para presionar al Congreso de los Estados Unidos a acordar un presupuesto a largo plazo.
Miedo al abismo fiscal
Evitar el precipicio fiscal debe ser la principal ocupación de Obama y los legisladores, que deben encontrar solución a un déficit presupuestario de 1, 09 billones de dólares. De no ser así, los recortes de gastos empezarían el 1 de enero del 2013 y llegarían a los 600.000 millones de dólares.
Para atender la deuda que alcanza el techo, el reelecto Presidente aboga por la implementación de un aumento del impuesto a los más ricos, aquellos que ganen más de US$ 250 mil al año. «No hay atajos hacia la prosperidad. Si realmente queremos reducir el déficit, debemos combinar recortes de gastos con ingresos y eso significa pedirle a los estadounidenses más ricos que paguen un poco más de impuestos», indicó en su primer discurso desde la Casa Blanca luego de ganar las elecciones.
Por su parte, el republicano presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó que su partido no acordará aumentos de impuestos a ningún estadounidense como parte de un plan fiscal.
Este desacuerdo bipartidista puede conduce a la economía de EE.UU., que muestra una tímida recuperación de la crisis de 2008, por mal camino. El G20, conformado por las principales economías del mundo, mostró su preocupación por esta situación y los efectos que pueden tener en la actividad económica mundial.
A principios de noviembre los ministros de finanzas se dieron cita en México, “Los mismos estadounidenses reconocen que eso es un problema” dijo un funcionario del G20, que pidió no ser identificado, a Reuters.
Estados Unidos podría optar a una devaluación para favorecer sus exportaciones y que sus socios económicos absorban las crisis. Esto significa que los países con reservas en dólares, como China y Brasil, verían una pérdida en sus riquezas. Además, otros como la Unión Europea, cuya crisis es acentuada, no necesitan una moneda fuerte que afecte sus exportaciones. Así podría desatarse una guerra de divisas entre China, la UE y EE.UU., poco conveniente para las finanzas mundiales.
Sin acuerdo, la recesión toca la puerta de USA
En caso de que el Partido Demócrata y el Republicano no logren llegar a un acuerdo por bien de la nación, el próximo año el PIB de Estados Unidos podría experimentar una contracción de hasta 1,3% en el primer trimestre. El acantilado fiscal representaría un freno inmediato a la lenta expansión económica, indicó la Oficina Presupuestaria del Congreso.
El CBO, por sus siglas en inglés, agregó que en la segunda mitad del año el crecimiento sería de 2,3% y al final los cuatro trimestres generarían solo un 0,5% de expansión. En este caso, la tasa de desempleo se ubicaría en 9%, más de 13 millones de personas estarían desocupadas.
En caso de que no se detengan ni se enfrenten los causantes del abultado déficit presupuestario, la deuda del país norteamericano seguiría su crecimiento por encima del PIB, por lo que el CBO recomendó implantar una política mixta.
Fuentes
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