EDITORIAL #136: “EL VALOR DE UNA IDEA”
Cuánta razón tuvo Victor Hugo, ese escritor, político e intelectual francés allá por el siglo XIX, cuando en uno de sus instantes de lucidez más recordados afirmó que “no hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo”. Quizás solamente le faltó complementar esa reflexión con los muchos obstáculos que esa misma idea debe enfrentar cuando su momento aún no ha llegado.
Son diversos los ejemplos en la historia de personajes que plantearon y defendieron en su tiempo ideas impopulares, que se salían de la línea de pensamiento de su época, ya sea por rebeldes o por innovadores, y que solamente la perspectiva que da el paso de los años permitió que sean reconocidos como unos adelantados a su época.
En la actualidad, la mayoría de nosotros reconoce a esas personas como grandes pensadores de la humanidad, pero muy pocos están conscientes de la humillación -y muchas veces hasta persecución- de la que fueron víctimas por haber hecho un planteamiento audazmente diferente.
Por eso, el valor de una idea no solamente se puede comprender como la importancia que la misma tiene en trasformar una realidad, sino también como el coraje con el que se la defendió en el momento de ser planteada.
Una idea se nutre de la fortaleza y dignidad con la que se la defiende, aún cuando muchos otros que prefieren la comodidad que brinda el ser acompañado por lo convencional prefieren atacarla antes de escucharla.
Hoy, Venezuela atraviesa momentos tan complejos que la única luz que puede aliviar esos oscuros periodos será la de una propuesta planteada con valentía y honestidad. Esa idea seguramente encontrará sus tradicionales detractores en el camino, pero no debería importar demasiado, porque si ella está arropada de valor, no solamente su tiempo llegará, sino que también lo hará muy pronto.
Miguel Velarde
Editor en Jefe
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