SIN DERECHOS HUMANOS NOS TOCÓ VIVIR

Por Alexander Gamero

  

auxilionosmatanJulián1 perdió un ojo, consecuencia de una úlcera corneal diagnosticada dos meses tarde, negligencia médica, y un sistema de salud pública colapsado. Hilda, consecuencia de su extrema pobreza y de sus relaciones tormentosas con borrachos, tuvo que recurrir a la prostitución para subsistir; y cuando eso dejó de funcionar ha pensado hasta en incendiar su casa con todo e hijas adentro. A Palmira su mamá la caía a golpes cuando niña, y ya siendo madre casi pierde una hija por falta de acceso a servicios básicos de salud. Los hijos de Miguel no han podido ingresar a las universidades estatales porque su padre firmó contra el Presidente de la República. Julían es de la región central, Hilda de Guarenas, Palmira de Guachara en el Estado Apure, Miguel del sur de Anzoátegui. ¿Qué tienen en común, se pregunta usted? Todos viven en un país donde los Derechos Humanos (DDHH) son vulnerados a diario; y también viven en un país que acaba de entrar en el Consejo de DDHH de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se supone debe promover el respeto de los DDHH en todo el mundo.

 

¿Cómo es esto posible? ¿Que un país donde la gente no tiene acceso a un sistema de salud y educación de calidad haya ingresado a dicho Consejo?

 

Quizás antes haya que responder otra pregunta.

 

¿Qué es el Consejo de Derechos Humanos de la ONU?

 

Según su web2 es un organismo intergubernamental dentro del sistema de las Naciones Unidas, responsable de fortalecer la promoción y la protección de los DDHH alrededor del mundo, y de analizar violaciones de los DDHH y hacer recomendaciones al respecto. Se reúne en la ciudad de Ginebra, en Suiza.

 

Los mecanismos y procedimientos que utiliza para lograr un objetivo tan ambicioso son básicamente 3: el Examen Periódico Universal3, que busca analizar la situación de los DDHH en los 192 Estados miembros de la ONU; el Comité Asesor4, una especie de think tank que da recomendaciones al Consejo; y un procedimiento de Denuncias5, que permite a individuos y Organizaciones no Gubernamentales (ONG) denunciar violaciones “significativas” de los DDHH.

 

UNgenevaEl Consejo de DDHH se fundó en 2006 para reemplazar a la muy desprestigiada Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. La Comisión, aún cuando perseguía objetivos loables, fue utilizada para atacar a Israel (un tercio de las resoluciones concernientes a un país en específico trataban de Israel6). Por otra parte, ignoró las denuncias de violaciones a los DDHH de algunos Estados miembros de la propia comisión: Rusia, China, Sudán, Estados Unidos, Cuba, entre otros. El caso particular de Sudán provocó gran controversia, ya que en aquel momento existía una guerra civil activa – ahora en un acuerdo temporal de paz – en la región de Darfur, estando el gobierno en uno de los bandos y siendo acusado de intentar hacer una “limpieza étnica”. El conflicto, también conocido como el Genocidio de Darfur, se inició por la presunta discriminación por parte del gobierno de los sudaneses no árabes. Los estimados de mortalidad del conflicto varían; el Parlamento Británico indicó que han muerto por hambruna y enfermedades producidas por el desplazamiento, además de las bajas directas del conflicto armado, más de 300 mil personas7. Las Naciones Unidas estiman el número de desplazados en casi 3 millones. A todas estas, el gobierno de Sudán era integrante de la Comision de Derechos Humanos durante ese período…

 

Pero parece que el reemplazo de la Comisión por el Consejo no fue suficiente, ya que en el seno de este Consejo se ha sancionado predominantemente a Israel, ignorando por ejemplo la creciente restricción a la libertad de expresión en Venezuela8. El propio Secretario General de la ONU dijo, en un comunicado oficial9:

 

“El Secretario General está muy decepcionado con la decisión del Consejo (de Derechos Humanos de la ONU), por elegir un único asunto regional para tratar (Israel), dada la extensión en la que los derechos humanos son violados en el mundo”.

 

Vemos entonces que los esfuerzos por promover los DDHH, en la propia Organización de las Naciones Unidas, han estado llenos de vicios. Se acusa solamente a algunos, y a los gobiernos aliados de los miembros se les “deja pasar” que vulneren los DDHH de sus ciudadanos.

  

Venezuela y los Derechos Humanos

 

HR councilResulta oportuno revisar determinados artículos de la Declaración Universal de Derechos Humanos10 y, a la luz de ellos, realizar algunos comentarios sobre el caso venezolano.

 

Artículo 1: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.” Y parte del Artículo 2: “Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política (…)” Cabe preguntarse, ¿Son iguales los derechos de todos los venezolanos con el actual gobierno? ¿Alguien que firmó para solicitar el revocatorio del Presidente tiene los mismos derechos que alguien inscrito en el PSUV? El testimonio de Miguel, por ejemplo, cuyos hijos fueron excluidos de las universidades-misiones porque su padre firmó, parece indicar lo contrario.

 

Artículo 3: “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona.” En Venezuela el gobierno no garantiza las condiciones mínimas de seguridad personal. Cifras no oficiales11 del Observatorio Venezolano de Violencia (una ONG) colocan el número de muertes violentas para 2011 por encima de 19 mil, es decir 53 por día, o más de dos por hora. Nuestra tasa de homicidios relativa es 4 veces la de México, que tiene un conflicto activo con características bélicas contra el narcotráfico. El mismo gobierno reconoció su incompetencia en el tema, en el Examen Periódico Universal de 201112: “Sigue constituyendo un desafío el garantizar plenamente el derecho a la vida, y en concreto a la seguridad ciudadana, no obstante, continúa el esfuerzo por diseñar e implementar políticas públicas en la materia tendentes a combatirla desde una perspectiva eminentemente científica.” La perspectiva científica ha producido más de una docena de planes nacionales de seguridad, incluida la Comisión Presidencial de Desarme13 de reciente constitución. Sin embargo, los índices delictivos del país no han hecho sino aumentar año tras año.

 

Artículo 5: “Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes.” Vienen a la mente las imágenes de las condiciones en las que viven los presos venezolanos, con un elevado hacinamiento. En palabras de The Economist14  “Lejos de ser sitios seguros de rehabilitación, muchas de las cárceles de la región son violentas incubadoras del crimen.” “(…) al menos 26 personas murieron en la cárcel de Yare en Venezuela… Un número similar murió en una riña en El Rodeo, otra prisión venezolana, el año pasado, donde se vio a líderes de pandillas (pranes) combatir contra miles de tropas de la Guardia Nacional durante casi un mes.”

 

Un Consejo de Derechos Humanos más bien risible

 

stop genocide in sudanUn análisis completo de la situación de los DDHH en Venezuela escapa del alcance de este artículo. Sin embargo, es más que evidente que el gobierno no ha podido garantizar los derechos humanos más fundamentales, comenzando por el derecho a la vida, aún cuando lo ha intentado en repetidas ocasiones. ¿Cómo puede, entonces, un representante del Gobierno del Presidente Chávez estar presente en ese Consejo?

 

Dada la inclusión de gobiernos con dudosa legitimidad de origen, como es el caso de Sudán o Cuba, y de otros que cometen flagrantes y evidentes violaciones a los DDHH como Rusia o China, no podemos sino concluir que, pese a perseguir objetivos válidos y deseables, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU es un organismo más bien risible. Un parapeto mal implementado que no evalúa de forma justa a todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. Un instrumento más de la cacería de brujas contra Israel. Una instancia donde gobiernos despóticos van simplemente a defenderse de las acusaciones internacionales.

 

Cabe preguntarse entonces ¿Es realmente relevante que nuestros estudiantes de bachillerato y universitarios participen en un “Consejo de DDHH” en el marco de un Modelo de las Naciones Unidas? ¿Debemos fomentar el respeto a un organismo internacional que presenta tantos vicios y contradicciones? ¿Cuál es el destino de los DDHH en el mundo, si el organismo encargado de promoverlos se salta olímpicamente un llamado de atención – o tan siquiera una discusión seria – a gobiernos que han llegado incluso a la frontera del genocidio?

 

Alexander Gamero Garrido

 

Twitter: @AlexGameroG

 

agamero@guayoyoenletras.com

 

Referencias:

 

 

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