ENTREVISTA A JOSÉ GUERRA: LAS COMUNAS ¿UTOPÍA O REALIDAD? POR LUIS RODRÍGUEZ

Por Luis Edgardo Rodríguez 

 

A finales del año 2010 el gobierno venezolano aprobó la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, publicado en Gaceta Oficial N° 6.011 Extraordinaria, para autorizar la creación de las Comunas. Pero ¿qué son las comunas?, son organizaciones ‘socioproductivas’ integradas por varios organismos que conviven en un mismo espacio territorial (Consejos Comunales). Y aunque el Presidente Hugo Chávez asegura que estas figuras no son más que grupos productivos, muchos temen que con la instauración de un Estado Comunal desaparezcan las entidades territoriales tradicionales, como son los Municipios y Estados.

 

En la actualidad funcionan unos 41.000 Consejos Comunales en todo el país, que podrían dar nacimiento a Comunas Socialistas, según la Ley, gracias a rasgos sociales compartidos como la cultura, costumbres y actividades productivas que les sirvan como sustento.

 

El Artículo 1 de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal establece como prioridad la creación de organizaciones socioproductivas bajo régimen de propiedad social comunal, para la producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, para satisfacer las necesidades colectivas y reinvertir socialmente el excedente. Sin embargo, los venezolanos deben preguntarse a qué se refieren estos términos y cómo funciona todo esto.

 

Para responder las incógnitas, tuvimos el placer de conversar con José Guerra, exitoso economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Integrante del equipo, en materia económica, que diseñó el plan de gobierno  del ex candidato presidencial Henrique Capriles. Su opinión, más allá de una posición política, plasma sus conocimientos en Economía, acompañada de los ejemplos históricos de los sistemas Comunistas.

 

Guayoyo en Letras: ¿Qué opina del Comunismo?

José Guerra: El comunismo es un sistema donde el Estado es el dueño de todo y desaparece cualquier iniciativa individual. En todos los países donde se aplicó fracasó, como fue el caso de la Unión Soviética. Es un sistema inviable en lo económico y lo político.

 

G.L.: ¿Estás de acuerdo con la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal? ¿Por qué?

J.G.: Estoy en desacuerdo. El sistema comunal como lo entiende el gobierno es un mero apéndice del Estado porque las comunas estarán tuteladas por el gobierno y por el PSUV como partido del este. Basar la economía en las comunas es como regresar a la edad de piedra.

 

G.L.: ¿Qué son las organizaciones socioproductivas y la propiedad social comunal?

J.G.: Es que eso no existe. Las comunas no serán propietarias. El gran propietario será el Estado quien intenta monopolizar todos los medios de producción en sus manos.

 

G.L.: ¿Cómo se puede realizar la producción, distribución e intercambio de bienes y servicios?

 J.G.: En un sistema comunal eso es literalmente imposible. Las comunas y quienes viven en ellas no tienen incentivos económicos ni el capital para emprender actividades. Eso va para un fracaso. A Producir no se aprende por un decreto y menos si no hay incentivos.

 

G.L.: ¿Cuáles órganos competentes superiores deben administrar las comunas?

 J.G.: El órgano superior es el Ministerio del P.P para Las Comunas, un ente del Estado. Por ello, las comunas son una especie de sucursal del Estado, no son entes autónomos de la gente.

 

G.L.: La Ley que rige las comunas establece que el Ejecutivo decidirá la figura de dos de los tres administradores de la comuna ¿Garantiza eso una buena gestión de recursos?

J.G.: Para nada, si los escoge el ejecutivo nombrará fichas políticas del PSUV. Ahora, ese es un partido que usa y abusa del poder. Está sumamente corrompido.

 

G.L.: ¿Cómo ve el mercado de trueque comunitario? ¿Cree que pueden ser justos y solidarios, como dice la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal, al mismo tiempo?

J.G.: El trueque es un absurdo. No tiene ningún sentido económico. Es ineficiente por el costo de buscar a alguien quien quiera intercambiar contigo. Por eso dejó de usarse y fue sustituido por el dinero. 

 

G.L.: ¿Cómo funciona una moneda comunal? ¿Afecta de alguna forma la moneda legal en curso?

J.G.: Ese es un verdadero problema. La moneda comunal al no tener respaldo y por tanto al carecer de aceptación general, no podrá tener incidencia en la economía. Lo que si puede crear, si esto se generaliza, es un gran desorden monetario. Además, no está claro cómo fija el valor de esa moneda respecto de otras monedas o como se valoran los precios con ella.

 

G.L.: ¿Crees que la economía venezolana actual pueda sostener un proyecto administrado por las propias comunidades?

J.G.: De ninguna manera. Ello sería particionar la economía en mini unidades totalmente ineficientes, desaprovechando las economías de escala y las capacidades instaladas de empresas grandes.

 

G.L.: ¿Es viable la economía de un Estado, representado en las comunas, que comercia esencialmente dentro del espacio geográfico de la nación?

 J.G.: A pequeña escala puede tener viabilidad y las comunas se transformarían en guetos aislados del mundo. Perderían los beneficios claros del comercio.

 

G.L.: A partir de la aprobación de la Ley en 2010 ¿cómo ves el funcionamiento de las actuales comunas en Venezuela?

J.G.: Esas comunas son una especie de ensayo. Funcionan pegadas a la bombona de oxigeno del presupuesto nacional, sin ese auxilio fenecen porque no generan bienes ni ingresos.

 

G.L.: ¿Considera usted que el modelo comunal es una utopía?

J.G.: La palabra utopía le queda grande. Es un experimento fracasado desde China hasta Camboya.