ENTREVISTA A JESÚS CASIQUE: «LA TURBULENCIA ECONÓMICA DEL 2013»

Por Luis Edgardo Rodríguez

 

La incertidumbre económica, más aún después de los últimos anuncios del Presidente Chávez, es un malestar latente entre la sociedad venezolana. Guayoyo en Letras conversó con el economista Jesús Casique, director de la consultora financiera Capital Market Finance, quien brindó una visión profesional sobre el panorama financiero para el país en el nuevo año.

 

Casique habló sobre La turbulencia económica, como tituló uno de sus trabajos de investigación, en el cual se  aprecian números claros y relacionales sobre la evolución de las negocios de Venezuela en los últimos 13 años.

 

El 2012 ha corrido entre altas tasas de endeudamiento, inflación con apariencia controlada y fluctuantes precios en las divisas extranjeras. Pero el 2013 será otra historia, una que acumulará el resultado de las políticas financieras de los últimos años.

 

Guayoyo en Letras: ¿Cuál es su visión económica para el 2013?

Jesús Casique: El presupuesto del 2013 fue aprobado en 397.4 millardos de bolívares, un monto deficitario porque el fondo del 2012 está cerrando en 498.510 millardos de bolívares. Esto quiere decir que el cálculo del próximo año debería tomar como base un mínimo de 495 millardos de bolívares.

 

Este año cierra en ese monto gracias a los créditos  adicionales. El diferencial existente entre el costo del barril estimado,  50 dólares, y el promedio real, que es de 103 dólares, genera ingresos extraordinarios que son  inyectados de forma adicional.

 

Según la Agencia Internacional de Energía y la OPEP, el precio del barril de petróleo el próximo año debería estar oscilando los 96 dólares, pero el Gobierno estableció el costo en 55 dólares. Esto le generará una caja adicional de ingresos de unos 26.280 millones de dólares. Ese monto será manejado de forma discrecional, pero el presupuesto cerrará muy por encima de los 397.4 millones de bolívares. Es la praxis que el Ejecutivo viene aplicando desde el 2009, subestimando los presupuestos.

 

G.L.: ¿De qué forma se compensará el déficit fiscal?

J.C.: Para compensar el nuevo déficit fiscal, el Gobierno lo estimó en 3,9% del producto, pero el próximo año el déficit debe estar alrededor de 10 y 12 puntos del PIB. Debido a la diferencia del ingreso y el gasto, un gasto que el próximo año debe estar cerrando en unos 596 millardos de bolívares. El Gobierno tendrá que devaluar un 52 0 56 por ciento, que le reportará unos ingresos adicionales por 18.975 millones de dólares. Eso equivale a 4,4% del PIB, con lo que bajaría el déficit a 5,6%. El resto lo compensará con endeudamiento o con un paquetazo para establecer nuevos tributos, como el Impuesto al Débito Bancario o el Impuesto a las Transacciones Financieras, o el incremento de otros.

 

G.L.: ¿Es inminente la devaluación?

J.C.: El tipo de cambio (4,30 bolívares por dólar) está sobrevaluado, entre un 96 y 110 por ciento, y es insostenible. El cambio real por ajuste inflacionario está entre 11 y 12 bolívares. El Estado tendrá que aplicar una devaluación, que en teoría económica le serviría para apoyar el sector transable en Venezuela. Es decir, manufactura, minería y petróleo.

 

El país no es competitivo con un tipo de cambio sobrevaluado. Si revisamos el comportamiento de los sectores productivos, el que ha crecido de mejor forma ha sido el sector no transable. Turismo, comercio, entre otros. En el otro grupo ha sido menor, producto de las expropiaciones y la sobrevaluación cambiaria, que ha generado una gran distorsión económica.

 

Ahora, la devaluación también será aplicada para minimizar el déficit fiscal y también tendrá un impacto en la inflación, que el Gobierno calculó entre un 14 y 16 por cierto, pero estos números son inviables. Estará cerrando entre un 28 y 30 por cierto, como la mayor inflación del mundo.

 

Al aplicar esta medida, además de ajuste de precios, va a generar una contracción en el PIB. El próximo año la economía decrecerá o levemente subirá un 1,5%, pero de ningún modo crecerá 6% como estima el gobierno.

 

G.L.: ¿Ha sido buena la economía del 2012?

J.C.: Este año vamos a crecer un 5 o 6 por cierto, pero esto será gracias al alto nivel de gasto público producto de las elecciones. Eso ha generado un boom en el consumo privado y  creado una gran cantidad de liquidez en el mercado, además de una fuerte demanda y una oferta con tendencia a bajar en bienes y servicios. Ahí hay un problema de productividad, Venezuela lo que necesita es producir para poder abatir la inflación. El Estado tiene controlado el encarecimiento por las importaciones, somos una economía de puerto, y por la alta tasa de endeudamiento. Cuando llegó el Presidente Chávez, a finales del año 1998, la deuda consolidada era de 37.015 millones de dólares y actualmente la deuda se ubica en 173.458 millones de dólares. Un incremento de 124.067 millones de dólares.

 

G.L.: ¿Es posible que se hagan recortes en el gasto público?

J.C.: El gasto en Venezuela es muy rígido. Lo que corresponde a servicio de deudas no se puede recortar. Si se hace debe ser a gastos burocráticos, a través de nómina o aplicando recortes draconianos a las misiones.

 

Hay que destacar que el gobierno manejará un presupuesto paralelo producto del diferencial del petróleo, así que no creo que sean muy fuertes porque podrían trancar la economía. Lo que sí es posible, dependiendo del entorno político y de cómo evolucione la salud del Presidente Chávez, es que se profundice el Socialismo del siglo XXI y se apliquen recortes de divisas. Es decir, que se de prioridad a los sectores que el Ejecutivo considere más importantes en materia cambiaria. Las empresas que no sean apoyadas pasarían por momentos difíciles.

 

G.L.: Para Venezuela ¿es benéfica la alta tasa de endeudamiento?

J.C.: En economía la deuda no es perniciosa, si genera producción, empleo y riquezas. Pero una deuda que no llega a favorecer a las capas más bajas de la sociedad, sino únicamente a través del subsidio, tiene que generar fondos y eso es a través de impuestos. El endeudamiento  que ha estado creciendo de forma vertiginosa a través de emisiones de bonos, de letras del tesoro, del endeudamiento de Pdvsa y de los préstamos chinos, es incompresible ante un Gobierno que ha recibido, solo por renta petrolera, 722.349 millones de dólares. Lo más preocupante es que las  exportaciones petroleras, si se miden con la deuda consolidada, no alcanzan para honrar los compromisos de endeudamiento que tiene Venezuela.

 

La economía del país es muy vulnerable. De cada 100 dólares, 96% es producto del petróleo y solo 4% no lo es. Eso quiere decir que si hay una caída en el  precio del barril, va a haber una fisura importante en las finanzas públicas, por la escaza diversificación y modelo de puerto que tiene la economía.

 

G.L.: ¿Qué puede hacer el Ejecutivo para reimpulsar el sector económico?

J.C.: En primer lugar, un apoyo irrestricto al sector privado del país, pero eso ya es un comentario trillado porque se le ha solicitado en diversas ocasiones que apoye a ese 70% de la economía. La única forma es producir y captar la inversión extranjera directa. Los inversionistas exigen tres puntos: seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada y reglas del juego claras. Cuando estas solicitudes estén claras, los inversores direccionarán sus recursos a Venezuela. Pero, por los momentos, se encuentra fuera del mapa de los productores extranjeros.

 

Además, se requiere mayor flexibilidad de los controles. El control de precios solo ha generado una alta inflación, que este año cerrará en 18,5%, la mayor de la región. También el control de cambios que solo produce fuga de capitales.

 

G.L.: Ante un 2013 con problemas de divisas ¿cuál es el panorama para las empresas privadas?

J.C.: Divisas hay, el problema es la administración. A partir del año 2005, cuando se modificó la Ley del Banco Central de Venezuela, Pdvsa no tiene la obligación de entregar el 100% de las divisas al BCV. Actualmente entrega, en promedio, 48% del producto recaudado y el otro 52% se queda en la caja chica de la petrolera.

 

Ese es el primer problema, el segundo son las importaciones públicas, pero de ese total es el incremento de las importaciones públicas petroleras que ha crecido de forma importante y que representa prioridad para el Gobierno. El resto es lo que queda para la otra parte de la economía.

 

Lo podemos ver en el Sitme, que hasta finales de octubre negociaba 44 millones de dólares y actualmente transa 18 millones de dólares. Si se desea reactivar el aparato productivo, se tendrá que abrir el grifo y Pdvsa deberá entregar un monto mayor al 48% de las divisas.

 

Jesús Casique

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Luis Rodríguez

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