CAPRILES SALVA EL HONOR DE LA OPOSICIÓN
Por Felipe Vallejos
EL PSUV SE TOMAS LAS GOBERNACIONES; CAPRILES SALVA EL HONOR DE LA OPOSICIÓN
Unas elecciones regionales que marcaron una tendencia totalmente favorable para el Partido Unido Socialista de Venezuela y para el convaleciente Hugo Chávez. De 23 gobernaciones, 20 quedaron en manos del oficialismo, y solo tres, a cargo de la oposición, cuatro menos desde las pasadas elecciones.
Capriles, quien fue reelegido en Miranda, fue la nota discordante para una noche victoriosa dentro de las filas del chavismo, que emplearon y potenciaron sus candidaturas apelando a la sensibilidad por el cáncer de Chávez, operado por cuarta vez en La Habana, donde supuestamente se recupera de manera favorable.
De los 18 millones de venezolanos habilitados para votar, ocho no asistieron a las urnas, lo que produjo una abstención preocupante y evidentemente perjudicial para la oposición, quien solo obtuvo tres gobernaciones: Miranda, Amazonas y Lara, perdiendo Zulia, Carabobo, Táchira y Nueva Esparta.
El liderazgo de Henrique Capriles se volvió a confirmar con su victoria ajustada, con el 50.35% de los votos, sumado a la derrota de Pablo Pérez en Zulia, a manos de Arias Cardenas, el único que se jugaba algo más que la gobernación.
El escenario que ahora viene es incierto, todo supeditado al 10 de enero de 2013 y a la verdadera capacidad de Hugo Chávez de asumir o no su cuarto mandato presidencial, que en caso de ser negativo, llevaría a un nuevo escenario electoral con Nicolás Maduro como el más seguro aspirante oficialista, frente a Capriles, el casi seguro candidato presidencial de la oposición.
Las caras largas en la MUD eran con toda la razón del mundo. Las elecciones con un Chávez ausente fueron anillo al dedo para el oficialismo, que ahora gobierna en casi toda Venezuela, beneficiados por la resaca de la derrota en octubre pasado de la oposición, que de todos modos logró la más amplia votación desde que Hugo Chávez está en el poder.
En las elecciones de octubre el 81% del electorado acudió a las urnas. En las regionales, 53%, lo que habla del poco entusiasmo que esa coyuntura despertó en el electorado, que mira con incertidumbre el futuro próximo.
Enero es un mes determinante para la política y para Venezuela. Mucho está en juego y desde La Habana el pronóstico es el primer dato que permitiría aventurar un escenario potencial. Por ahora, solo existe oscuridad.
