COMUNICACIÓN PARA TODOS Y TODAS
Por Valeria Reglá
La transmisión de la información se hace inevitable en la era donde no hay nada oculto entre el cielo e internet. Las comunicaciones como postulado desde los años noventa, han ganado terreno categóricamente hasta convertirse en uno de los principales medios para la elaboración y aplicación de políticas públicas, y como consecuencia directa de éste proceso, la relación gobierno – estado – sociedad civil, evolucionó a un plano donde la participación en los procesos políticos por parte de la población se hizo más ruidosa, y donde las administraciones de turno necesitaron reformular las premisas básicas de convivencia nacional.
La actualidad latinoamericana nos ofrece una panorámica muy concisa respecto a dónde se orientan regionalmente las decisiones de gabinete de la mayoría de los gobiernos actuales de unos años hasta ahora, con la clara excepción de Chile y en determinados aspectos en México, Colombia y Brasil; el discurso está marcado por rasgos profundamente populistas, y no es un detalle menor dado que se pensó como un mecanismo eficaz para vender un producto (real o no) al target dominante de la región, herederos de los procesos sociales instigados desde líderes fantásticos con ideas trasnochadas europeas; la eterna insistencia de querer imponer sistemas y soluciones de Europa, al continente de 200 años que todavía tiene dientes de leche.
Con el avance de los medios de comunicación audiovisuales y la aparición de la informática, se aceleró la globalización y se hizo posible la extensión de información a todos los rincones del planeta, ahora todos podíamos saber con más precisión sobre el accidente nuclear de Chernóbil en 1986, el genocidio que azoró a Ruanda en 1994, o la caída del muro de Berlín como preludio al acta de defunción de la Unión Soviética en 1989 y 1991 respectivamente; pero ello hizo necesaria una reforma en la aplicación y el uso de los aparatos de propaganda, y el manejo de las comunicaciones estatales. Por ejemplo, cuando Argentina se fue a la guerra con Reino Unido por las islas Malvinas en 1982, los medios nacionales dominados por la junta militar, presentaban reportajes afirmando que Buenos Aires iba a la cabeza en el conflicto bélico, mientras que los periódicos del resto del mundo mostraban la realidad del aparato de guerra argentino totalmente de rodillas frente a Margaret Tatcher; salió a la luz la manipulación mediática que podía darse por parte de una gestión totalitaria y la influencia que eso conllevaba socialmente, pues incluso con el aislamiento voluntario más radical como puede ser el de Corea del Norte, la información ahora fluía inevitablemente en mayor o menor medida.
Con la imposición de cuadros como el peronismo, o tras guerras civiles como la que enfrentó Nicaragua con los sandinistas y los contras, el modelo “nacional y popular” empezó a enfilarse en los proyectos políticos apoyados por masas que en muchos casos no se vieron representados hasta entonces, y esas facciones comenzaron a ganar fuerza a través de participación en el creciente proceso de democratización que se dio en América Latina tras la segunda guerra mundial. El discurso político se vio forzado a modificarse frente a la creciente exposición y el acceso que tenían todas las personas de todos los sectores sociales a los mismos, y se convirtió en una necesidad abarcar propuestas que satisficiesen a la realidad completa de la región, no porque antes no existieran, sino porque ahora se legitimaba como un requerimiento en un panorama político cambiante.
El lenguaje coloquial busca generar empatía discursivamente, la mentalidad de nuestra región nos impulsa a pensar por instinto en la mayoría de casos, que aquellos que entiendan nuestros problemas tras haberlos vivido, son quienes pueden y van a solucionarlos, ése es el producto que busca adquirir el pueblo; la publicidad, hija de los medios masivos hecha para el consumo, es una herramienta fundamental en los procesos políticos y electorales actuales, todos somos vulnerables frente a comprar un proyecto determinado -si estamos dentro del target- con la cantidad de estudios de mercado existentes que sustentan esas estrategias; inclusive tratándose de un pilar fundamental del modelo neoliberal, aquellos que enarbolan banderas de apoyo a sistemas enfrentados como el socialismo, utilizan la misma táctica para hacer política.
Al final del día la participación por parte de todos los sectores de la sociedad civil siempre será favorable en medida que lo que se busque sea legitimidad y representatividad, ahora se constituye como una necesidad el rol constante del estado en la vida de todos los individuos (en el fondo se aspira a un modelo proteccionista), no por ello es necesariamente positivo, y basándonos en lo que hemos evaluado hasta ahora, bien podríamos pensar que esa idea que pareciera difundirse naturalmente en todas las facciones, es la misma estrategia publicitaria aplicada a un discurso político desde hace varias décadas, que hace que pensemos que necesitamos comprar una pasta de dientes específica porque así brillan más los dientes, aunque sean de leche.
- Lo que hay que saber sobre la declaración de ley marcial en Corea del Sur - 4 diciembre, 2024
- Bitcoin, imparable, al borde de los USD 100.000: a cuánto puede llegar su precio en medio del “efecto Trump” - 24 noviembre, 2024
- El extraño caso del hombre que estuvo desaparecido 30 años, reapareció con la misma ropa y no recuerda qué le pasó - 2 septiembre, 2024