DE QUE VUELAN, VUELAN

Por Andrés Abreu

 

Todos, sin excepción alguna, hemos escuchado, leído o contado alguna de las leyendas y mitos que forman parte de  nuestra tradición venezolana. El venezolano promedio dirá que no cree en esas historias, que eso es para niños; pero ese mismo venezolano es el que después de escuchar la historia no duerme en toda la noche.

 

Ser un país tropical, con llanos, montañas y desierto le da a nuestras leyendas y espantos un toque particular en cuanto a la locación, en todas las regiones del país existen leyendas propias de la región así como también existen leyendas y mitos comúnes para todo el país.

 

Además de las leyendas, contamos con una cantidad inmensa de supersticiones en las que todos creemos sin importarnos ni su origen ni su razón lógica de ser.

 

En cuanto a las leyendas y espantos, tenemos una gran cantidad de historias que, según la escritora Mercedes Franco, tienen su origen en los años en los que no existía la luz eléctrica, por lo cual las sombras y los ruidos representaban una oportunidad única para asustar a los más pequeños quienes se encargaron de transmitir estas historias que llegaron hasta nuestros días convertidas en auténticas historias de terror.

 

Entre los espantos más conocidos se encuentran el silbón, la sayona y la llorona. Altamente conocidas son sus historias:

 

El silbón: Se trata de un muchacho que en un momento de ira y rebeldía mató a su padre, siendo condenado a vagar llevando un saco al hombro con los huesos de su padre por toda la eternidad. Su nombre viene de su particular silbido, el cual si se escucha cerca significa que el espanto está lejos, y si se escucha lejos significa que está cerca. Es una de las historias favoritas de los llaneros en noches calurosas pero es conocida por todos los venezolanos.

 

La Sayona: Es una mujer que viste con una falda o saya larga y que vaga por las carreteras apareciendo a hombres infieles, quienes tratan de seducirla se encuentran con un par de afilados dientes que guarda bajo una bella sonrisa. Esta partícular historia tiene su origen en la época colonial y es una leyenda que se cuenta mayormente a los hombres amantes de las fiestas y las salidas nocturnas.

 

La llorona: Cuentan que se trata de una mujer que tuvo una relación amorosa con un hombre con quien tuvo dos hijos, esta relación nunca fue aprobada por sus hermanos y estos se encargaron de contratar a un sicario que asesinó a los dos niños cayendo su madre en una situación de locura que la llevó a vagar por las noches buscandos a sus hijos. En las noches llaneras se pueden escuchar las plegarias de la llorona mientras busca desesperada a sus hijos.

 

Existe una leyenda que es particular de la ciudad de Caracas, se trata de el enano de la catedral. Se trata de un hombre de muy baja estatura quien durante la época colonial se refugió en la Catedral de Caracas y nunca más se le volvió a ver. Dicen que luego de las doce campanadas se puede ver al pequeño hombre pidiendo fuego para encender su cigarro, si algún transeúnte se detiene a encenderle el cigarro el enano toma la altura la catedral, gritando luego de una sonora risa la hora de Caracas y la marcada por la Catedral de San Pedro en Roma. Por mucho tiempo este enano fue el mayor espanto de los alrededores de la Plaza Bolívar, aunque muchos afirman que desapareció años después.

 

Otro fantasma capitalino que coincide temporalmente con el enano de la catedral, es el hombre de la cachuchita quien luego de las 12 de la noche entraba silbando a la plaza haciendo desaparecer las puertas de la misma, evitando así, por al menos una hora, que el valiente que se encontrase en la plaza pudiese escapar. Luego, como si de magía se tratase, aparecían las pueras y desaparecía el fantasma.

 

La ciudad de Coro también tiene sus propios espantos, el más famoso de ellos es el que aparece en las inmediaciones del balcón de los Arcaya. Dice la historia que ers un esclavo de la familia que le gustaba bailar y hacer acrobacias; luego de su muerte el esclavo continúa hasta nuestros días entreteniendo, y asustando, a los transeúntes que pasean en las noches por esta icónica y colonial ciudad de nuestro país.

 

Además de todas las leyendas, que son imposibles de contar sin dejar ninguna por fuera, en Venezuela tenemos una gran cantidad de mitos y supersticiones que se han vuelto parte de la cotidianidad de todos los venezolanos. Algunos de estas supersticiones las enlistamos a continuación:

 

-Si temes que pueda llover, coloca dos cuchillos en forma de «X» en el suelo y esto evitará que llueva.

-Si comes directamente de la olla, lloverá en tu boda.

-Si entregas un cuchillo en las manos de otra persona, tendrás problemas con ella.

-Quien se come una cabeza de sapoara, jamás se va de Guayana.

-Negarle un antojo a una mujer embarazada hará que el niño nazca con la boca abierta.

-Si quieres deshacerte de la visita, coloca una escoba detrás de la puerta

-Colocar la billetera en el suelo hace que el dinero «salga corriendo».

-Quien se baña en jueves o viernes santo se convierte en pez.

 

Esta lista podría ser infinita, y aunque parecen cuentos de abuela, ningún venezolano se arriesga a contradecirlos porque, como decimos aquí, «De que vuelan, vuelan».

 

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