LA SALIDA ES LA VERDADERA UNIDAD. POR FABIANA CRISCI
Por Fabiana Crisci
La diferencia más grande entre el chavismo y la oposición no es su forma de pensar, sino el compromiso ante sus ideales. 
La falta de convicción ante lo que se quiere, ha sido un repetido error por parte de quienes no apoyan al Gobierno; no tener un compromiso real con su ideología, un compromiso de constancia y la lucha, nos ha llevado a lo que somos. Sería injusto generalizar, sin embargo, la mayoría, sobretodo la clase media, no se ha permitido actuar como sociedad sino de forma individual.
Y no es distinto en el caso de los líderes; la oposición ha fracasado por la falta de convicción de quienes nos guían. Hoy, el país vive, quizás, uno de los momentos más importantes en su historia democrática. Mi más grande preocupación es que la oportunidad de recuperar la conducción de un país que se ha desviado, puede perderse gracias a la incesante división que aún existe en la oposición. Como sociedad no hemos logrado los objetivos por el error de insistir en trabajar por separado.
La semana pasada la MUD hablaba de decidir por consenso un posible candidato. Pienso, que más que llegar a un acuerdo, se trata de crean un liderazgo que incluya todas las alternativas; y no es un trabajo sólo de la MUD, sino también de quienes pretenden trabajar con ellos. La discusión no debe situarse en el mecanismo de selección para una candidatura, sino dejar a un lado las expectativas políticas personalesy trabajar juntos por construir la verdadera unidad.
Los dirigentes de la oposición deben buscar una aceptación nacional, y no solo partidista, donde se incluyan todos los gremios, donde todos –quienes se hacen llamar “oposición”- puedan identificarse. Como “líderes”, deben dar ejemplo a los ciudadanos que cuando hablan de unidad no sólo pretenden llevar a la presidencia el candidato de un partido, sino consolidar una figura que tenga el verdadero apoyo de TODA la oposición.
El chavismo se ha solidificado gracias a tanta diversidad de quienes pensamos distinto a ellos. Y ciertamente hemos fracasado gracias a la falta de perseverancia y unidad para trabajar juntos; tal vez suene idealista, pero ante un Gobierno único y que no cede ante nada ni nadie, la única salida es la VERDADERA unidad. Una opción donde persevere la pluralidad, pues finalmente los objetivos son, o deberían, ser los mismos.
Capriles tiene suficientes argumentos para imponerse ante las circunstancias; sin embargo, si es o no la mejor decisión, es un tema del que deben encargarse los políticos; pero sin duda, hasta ahora, es él quien cumple con las condiciones que exigen lo votantes. Particularmente pienso que no es el momento de protagonismo que pretenden los demás “líderes”, pues insisto el tema no debe ser, quien debe o no ser presidente, sino quien puede lograr cohesionar verdaderamente todos los sectores de la oposición.
En la política lo único que importa es la percepción, y si los ciudadanos, quienes confiamos se dé un liderazgo efectivo, no percibimos una unidad real es imposible que nos motivemos a trabajar más que por nuestros intereses.
