LAS REVELACIONES DE LA NSA: SEGURIDAD NACIONAL VS. PRIVACIDAD

Por Alexánder Gamero Garrido

 

nsa1Hubo un par de semanas durante las cuales la prensa, aquí en los Estados Unidos, no hablaba de otra cosa sino de Edward Snowden y sus revelaciones sobre los programas de vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA por sus siglas en inglés).

 

El público escuchó argumentos de la administración de Barack Obama que llegaron a tener un carácter simbólico tan poderoso como “pudimos haber prevenido el 11 de septiembre”. Así como también analistas que piensan que “hay que llamar a los programas de vigilancia masiva de la NSA por lo que son: criminales”.

 

Con la idea de obtener una impresión adicional a la estampa mediática – que, como bien sabemos los venezolanos, es insuficiente – le hicimos algunas preguntas a dos estadounidenses. Las versiones originales –en inglés – de sus respuestas se pueden consultar en nuestra sección Weekly Coffee.

 

Guayoyo en Letras: ¿Cuál fue tu primera reacción a la revelación de los programas de vigilancia masiva de la NSA, y cómo ha cambiado esa reacción con los argumentos de la administración de Obama?

Benjamin Rosen: “Por supuesto que lo hacen” es lo único memorable que recuerdo de cuando leí el reporte de Glenn Greenwald en The Guardian. (…) Para ser justos, la rabia y el revitalizado interés en nuestras libertades civiles ha sido inspirador. La prueba explícita de la violación de privacidad ha forzado al público estadounidense a confrontar los peligros de una sociedad en rápida evolución tecnológica. Aún más importante, nos ha devuelto a la incómoda realidad de que los gobiernos, en general, tienen incentivos muy fuertes para minimizar la transparencia en sus decisiones sobre políticas públicas.

 

Justin Montgomery (@jmonticus): Honestamente no me sorprendí mucho. Siempre asumí que este tipo de vigilancia por parte del gobierno existía, dada la autorización que laPatriot Act (Ley anti-terrorista de 2001) le da al poder ejecutivo. Sentí que los medios de comunicación estaban sobredimensionando todo el asunto y mucha gente se vio absorbida en este fervor inducido por la prensa, sin tomarse el tiempo para entender la situación o pensar críticamente al respecto.

 

G.L.: ¿Crees que de hecho hay una dicotomía entre el derecho a la privacidad y la lucha contra el terrorismo?

B.R.: (…) reconozco el “compromiso” entre libertad y seguridad. Sin embargo este argumento parece ser usado solamente cuando se discute la necesidad de disminuir nuestra privacidad para hacer posible un incremento en la seguridad. Nunca he escuchado a un oficial público usar la dicotomía entre libertad y seguridad para incrementar el numero de detectores de metal en el aeropuerto JFK, o para reducir el presupuesto militar. En ese sentido, simplemente mencionar la existencia de un “compromiso” le da al vocero la habilidad de hacer una declaración incontrovertiblemente cierta y aparentemente relevante sobre el asunto. Es una herramienta muy útil, debido a que apoya el argumento de que nuestra seguridad como país es, al menos, parcialmente dependiente en la habilidad del gobierno para retener cualquier información que le parezca sensible.

 

J.M.: Definitivamente no. Pienso que esta es una dicotomía falsa que la gente trata de señalar, lo que hace juzgar asuntos de vigilancia como este muy difícil, si no imposible. Hay compromisos entre privacidad y seguridad nacional, y dónde se debe establecer el límite es algo que posiblemente va a variar de una situación a la siguiente.

 

G.L.: En tu círculo inmediato, ¿La vigilancia de la NSA ha causado un gran alboroto? ¿O se ha ido debajo de la alfombra?

B.R.: En mi “círculo inmediato” las revelaciones no cambiaron drásticamente nuestra percepción del gobierno, sino que simplemente extendieron nuestro descontento con una institución que cada vez ignora más la opinión pública(…) No veo esta historia de forma muy diferente de otras revelaciones sobre inteligencia manipulada de las armas de destrucción masiva en Irak, predator drones (aviones no tripulados) y otros secretos del gobierno retenidos en el nombre de la seguridad nacional. Ellos sirven como mensaje al país de que el gobierno puede establecer el rango de asuntos que son sujetos a la participación pública, a través de la redefinición y algunas veces de la distorsión del significado de la “seguridad nacional”.

 

J.M.: En relación a las reacciones de la gente que conozco, creo que no ha tenido mayor impacto. Ciertamente no ha cambiado las opiniones previas de la gente. Quienes están más afectados por el tema, y que tienen mayor probabilidad de mencionarlo, son quienes eran ya extremadamente desconfiados del gobierno y muy libertarios. Pienso que esto es solamente otro argumento para ellos pero para la mayoría de la gente creo que esto fue sólo otro ciclo de noticias.

 

G.L.: Finalmente, ¿Qué piensas de Snowden? ¿Es un héroe o un traidor?

nsa2B.R.: Por supuesto, el gobierno de los Estados Unidos preferiría evitar una cándida discusión sobre el conflicto entre libertad y seguridad, lo cual es uno de los principales motores detrás de los ataques al soplón de la NSA Edward Snowden. Esto no quiere decir que su conducta haya sido legal, pero la legalidad de sus acciones debería ser un asunto aparte. Por el contrario, todo medio de comunicación masivo se dedicó a utilizar la pregunta “héroe o traidor”, y raramente hubo una discusión sobre las filtraciones sin nombrar a Snowden con más frecuencia que a Obama, con frecuencia mencionando “Snowden, el que abandonó el bachillerato”(…) Tengo un profundo sentimiento de vergüenza y decepción por la hipocresía de muchas organizaciones de noticias que critican la revelación de información tan importante para el público estadounidense.

 

(…) Creo firmemente que Edward Snowden es un héroe. Es claro de su entrevista con Glenn Greenwald que (Snowden) estuvo totalmente consciente de las consecuencias, y podría haber vendido fácilmente la información para obtener ganancias financieras. Por el contrario, se la entregó al público a través de un periodista conocido por cubrir libertades civiles, e incluso ha aceptado volver a los Estados Unidos bajo condiciones muy razonables, para ser juzgado por sus acciones ilegales. Los inevitables efectos negativos que tendrá la decisión de Snowden en su vida personal fueron conscientemente superados por su compromiso con informar al público. No puedo pensar en muchos otros ejemplos que merezcan más respeto y admiración.

 

J.M.: ¡Pareciera que cada titular de prensa necesita una cara o un nombre para ir con él! Realmente no tengo ninguna opinión fuerte respecto a qué debería pasarle a Snowden. No estoy seguro de qué el haya hecho nada éticamente incorrecto, pero si violó la ley (mientras que la NSA técnicamente no lo hizo). No creo que el haya pensado que estaba haciendo nada incorrecto, pero obviamente el gobierno de los Estados Unidos no lo ve de esa forma. El es simplemente un soplón en el lado incorrecto de la ley, pero mira, el sabía en lo que se estaba metiendo.

 

Algunos comentarios finales

 

Según una encuesta difundida por The Washington Post, los estadounidenses tienen sus opiniones divididas en cuanto a si Snowden debe ser acusado de un crimen por sus revelaciones. Algo en lo que están mayoritariamente de acuerdo es en que debe haber interpelaciones públicas, por parte del congreso, para conocer más información sobre los programas de vigilancia.

 

Independientemente de la reacción popular, el tema es preocupante. Un agente necesita solamente un 51% de confianza de que la comunicación a interceptar es de un extranjero que no se encuentra presente en los Estados Unidos, y una vez que el proceso es iniciado esa persona, y potencialmente quienes se pongan en contacto con él o ella, tendrán su información interceptada y guardada por la agencia. En un mundo donde una cantidad de información tan masiva sobre la vida individual está presente en la red, tal invasión de la privacidad es inaceptable.

 

En palabras de las relatorías especiales de la ONU y la OEA “En este contexto, los relatores especiales reiteran su preocupación por la existencia de programas y prácticas de seguridad que puedan generar un perjuicio serio a los derechos a la intimidad y a la libertad de pensamiento y expresión. En consecuencia, instan a las autoridades correspondientes a que revisen la legislación pertinente y modifiquen sus prácticas, con la finalidad de asegurar su adecuación a los principios internacionales en materia de derechos humanos.”

 

El terrorismo es un enemigo de todo ser humano racional y alejado de fanatismos religiosos, pero no por ello podemos estar de acuerdo en darle tan amplios poderes al gobierno. Al final de cuentas, no todos podemos ser tratados como presuntos terroristas.

 

Posdata: decidimos no nombrar las declaraciones de Nicolás Maduro donde le ofrece asilo a Snowden, ya que estamos convencidos de que si el soplón estadounidense tuviera un alter ego en, por ejemplo, el SEBIN venezolano, este sería perseguido ferozmente por el gobierno. Como tal, sus declaraciones no pasan de ser un anuncio irrelevante y pretencioso.

 

@AlexGameroG

 

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