SÁLVALOS, ADÓPTALOS, ÁMALOS
Por Mariana Betancourt Castro
Bajo dos toldos grandes se ubican bien distribuidas cinco jaulas, tres destinadas para perros y dos para gatos, agrupados por edades, la mayoría de los más pequeños duermen plácidamente en el suelo, agrupados con el resto de los compañeros de jaula, mientras que otros más hiperactivos que lucen en sus cuellos pequeños carteles con la frase “Adóptame” buscan llamar la atención moviendo las colas, aferrándose a la reja con las uñas para intentar alcanzar a las personas que pasan o tomándolos por sorpresa lamiendo sus manos. Mensualmente, la Asociación Civil Voluntarios por los animales realiza jornadas de adopción, vacunación y esterilización, a las cuales asisten muchas personas para brindarles a esos adorables animales, una segunda oportunidad, “Son muchísimos los animalitos que nosotros tenemos rescatados sin ni siquiera tener una sede propia, y afortunadamente la gente está tomando más conciencia de lo que significa adoptar y a nuestras jornadas asiste mucha gente comprometida, amorosa, amante de los animales que está dispuesta a brindar una oportunidad sin ningún tipo de discriminación” fueron las palabras de KirsyAinaga, directora de la Asociación.
El proceso de adopción es sumamente fácil, sólo hace falta presentar una copia de la cédula de identidad y un recibo dirigido a la residencia en donde vive la persona.También es importante acotar que la sensibilización de las personas con los animales ha llegado hasta el punto que se dictan talleres de capacitación de voluntarios, que adoran estar presentes en todas las jornadas posibles, ayudando en lo que pueden, poniéndoles agua y comida para que no se deshidraten los animales, paseándolos por los alrededores con los carteles que ellos colocaron en sus cuellos para promover la adopción y conversando con los visitantes o futuros padres.
“La motivación principal para participar en estos eventos son los mismos perritos y gaticos, que los lanzan a la calle, nosotros como somos proteccionistas los acogemos, les damos los cuidados necesarios, los preparamos, vacunamos y esterilizamos para darlos en adopción” cuenta Dorys, voluntaria y coordinadora de la jornada “contamos con gente maravillosa que siempre nos ayuda y durante dos años, todos los meses, hemos realizado estas jornadas con éxito”.
Junto con todas las campañas realizadas para promover la adopción de los animales callejeros se han lanzado las jornadas de esterilización, que no es más que un procedimiento quirúrgico por el cual se impide la reproducción, se puede realizar tanto en machos como en hembras con la vasectomía y la ligadura de trompas respectivamente, sus órganos sexuales quedan intactos. Al platicar con Kirsy sobre este procedimiento y sus leyendas urbanas deja en claro que “la esterilización, para nosotros como asociación civil que tenemos años en esta lucha, es una de las herramientas fundamentales porque con eso evitamos la reproducción masiva de animalitos en la calle y hogares, no solamente evitamos la parte reproductiva sino que en el caso de las hembras evitas tumores mamarios, en los ovarios, la piómetra, que es una enfermedad mortal en perras y gatas, y en el caso de los machos evitamos tumores en la próstata, testículos y hernias, la esterilización es vital para brindarle una mejor calidad de vida al animal”.
El principal lema de la mayoría de las campañas y jornadas de adopción en el país es “Adopta, no compres”, esto se debe a la explotación masiva que se le hace a los animales ubicados en criaderos en dónde sólo se ve a las perras y a las gatas como negocio, muchos de los animales rescatados por la asociación son aquellos que les han sacado crías hasta el cansancio y se encontraban en condiciones deplorables ya que cuando pierde eficiencia, son abandonados, lanzados a la calle o en el peor de los casos: sacrificados.“Mientras muchos prefieren comprar animales, muchos otros están muriendo en las calles o detrás de la jaula de un refugio” argumentó Kirsy.
Al hablar con César Agudela, quien estaba terminando los trámites para adoptar a una adorable cachorrita mestiza de cuatro meses, al preguntar qué lo motivaba a adoptar a una mascota de la calle se mostró muy entusiasmado al responder “más que todo ayudar, además, mi hermano y yo teníamos las ganas de tener un perrito ¿y qué mejor manera que esta? Darle una oportunidad a un ser vivo que necesita cariño y afecto, esta jornada me parece bien ya que no es justo que seamos tan egoístas como seres humanos, que existan personas que se dediquen a esto tan devotamente es increíble”.
Los cuidados administrados a los animales de la calle a la hora de darlos en adopción son cruciales, en “El establo”, la tienda de artículos de mascotas en Las Mercedes en la cual siempre en la parte de afuera tienen una jaula con gatitos de dos a seis meses de edad, al conversar con Dulce Acosta, gerente encargada del local, me explicó detalladamente el proceso que hacen para encargarse de ellos, ya que les llegan muchos porque las personas se los consiguen en las calles abandonados o puede que las mascotas tuviesen crías de otros gatos “al llegar al establecimiento se les realiza a los gatitos una prueba de heces, para verificar que todo esté en perfectas condiciones, verificamos que no tenga hongos tampoco, y una vez que la persona desea adoptar, debe de hacer la compra de la comida y la arena para poder llevárselo”, y no sólo eso, también es necesario ver si la persona está capacitada para tener una mascota, si se ve que es amorosa y le va a prestar atención a la mascota, en fin, es lo más parecido a una evaluación para comprobar si en verdad el gato quedará en buenas manos. Así como llegan muchos gatos a “El establo”, muchas personas se acercan diariamente a adoptar a uno de esos adorables compañeros (de diez a quince personas) puede que no se lleven a todos los que hay en la jaula en un solo día, pero eso no significa que se deshagan de ellos, sino que simplemente los vuelven a meter en la tienda en su jaula hasta el día siguiente, y debido a los cuidados realizados, en un principio, todos deberían estar sanos.
Todas las fundaciones, jornadas, lemas, entre otros conducen a un mismo mensaje: Sálvalos, dales una oportunidad y ámalos por siempre, ya que ellos estarán agradecidos y felices por siempre y lo demostrarás.
Unos grandes ojos azules.
Taylor llegó a mis brazos de una forma muy inesperada, era tan pequeña que cabía sentada en mi mano y estaba tan flaca que podía sentir todos los huesos de su columna, cruzó la calle sin ver si venía un carro o un perro, desesperada por el hambre, tenía pulgas y cadillos enredados en su pelo, las orejas estaban caídas y parecía que lo único que todavía tenía vida en su ser eran sus grandes ojos azules. Inmediatamente la tomé y con ayuda de mi madre la bañamos y la pusimos a secar al potente sol de Río Chico, al intentar darle de beber leche de un envase de plástico comprobamos lo pequeña que era, ya que lo primero que hizo fue estrellar la cara completa con el fondo, todavía estaba en edad de ser amamantada, pero no recurrimos a un gotero ya que estábamos convencidos de que aprendería rápido, luego de tomar la leche se quedó dormida en mi regazo y en ese momento me di cuenta del problema en el que me había metido, no podía tener un gato ya que mi perra los detesta, incluso intentó hacerle daño a Taylor en una oportunidad, pero no podía simplemente abandonarla, era una responsabilidad mía en ese momento. Dejé a esa gata hacer lo que quisiera, total, no hacía nada malo; con arena de la playa en una tapa de maceta aprendió en dos días lo que era hacer en una caja de arena, era muy friolenta porque estaba muy delgada así que la dejaba dormir conmigo, y en las noches me levantaba a las tres de la mañana para alimentarla, ya que siempre tenía hambre, jugaba y me hacía reír con sus torpezas, pero el tiempo se acababa, no podía tener a Taylor viviendo en un cuarto tan pequeño como el mío aquí en Caracas, así que con un contacto acudí a una mujer veterinario que buscaba una mascota para la hija de una amiga, y fue una mañana de un domingo cuando se presentaron en mi casa y de inmediato se enamoraron de Taylor, se la llevaron a cortarle las uña y hacerle pruebas por si tenía parásitos, recuerdo que la niña de cinco años estaba muy emocionada de tener a mi gata, y entre lágrimas me despedí de ella, pero se me quedarán grabadas por siempre las palabras que me dijeron mi madre y la veterinario “De no ser porque tú la salvaste, Taylor hubiese muerto” ytienen razón, lo importante es salvarlos, darles una oportunidad, y en el caso de no poder adoptarlos para siempre, buscar a alguien que se vea responsable y amoroso para que los cuide. Dejar que un animal entre así a nuestra vida nos hace mas humanos, y esa es lo que hay que tener presente al momento de adoptar a un nuevo miembro de la familia.
