COSTUMBRE O FALTA DE TIEMPO

Por Isabel Ramírez

@IsaRamirez16

 

 

En un país tan mediático y tumultuoso como lo es Venezuela, sorprende conseguirse con personas que no están enteradas de lo que ocurre. Día a día el gobierno se encarga con todas las atrocidades que comete, de darnos un tema nuevo de que hablar. Pasando desde violación a la constitución hasta el irrespeto de los derechos humanos es casi increíble que aún haya personas a las que no les interesa.

 

¿Pero cómo te puede interesar si tú día a día se basa en sobrevivir? La mayor parte de la población en este país pertenece a la clase media baja. Personas que se tienen que parar a las 4 de la mañana todos los días para poder llegar a tiempo a su trabajo  y regresan a las 9 de la noche, no a descansar, sino a ayudar a sus hijos con las tareas, a lavar ropa y cocinar para el día siguiente. ¿Cómo se preocupa una persona que tiene que repetir esta rutina todos los días por el hecho de que le allanaron la inmunidad a un diputado o porque le negaron una medida humanitaria a un preso político? No es falta de interés, es falta de tiempo.

 

Además de la extenuante rutina, ahora se ha agregado un nuevo factor que influye en esta desinformación, las colas. Colas en los ministerios públicos, en los bancos, para el transporte público y la que resulta más sensible para la mayoría de las personas, para conseguir alimentos. Y no, no me refiero a las colas que se hacen dentro de los supermercados que resultan cómodas al lado de las interminables colas que se hacen en las afueras de los Mercales, donde las personas dejan de ser humanos y se transforman en números esperando bajo sol y lluvia su ración de comida para la semana.

 

Da la impresión de que el gobierno está jugando a utilizar las colas como mecanismo de distracción para mantener a los venezolanos ocupados para que no piensen en los problemas del país sino en cómo sobrevivir al día a día.

 

Tal vez el venezolano está tan enfocado en intentar subsistir que por eso hay personas que aún no han caído en cuenta de que el país se nos está cayendo a pedazos. Están tan ocupadas en buscar como resistir a esta crisis que no tienen tiempo de dar el paso que va más allá de quejarse, a hacer que sus problemas sean escuchados.

 

No es que al ciudadano no le interese la política, es que cómo te enfocas en buscar soluciones para los problemas de todo un país cuando primero tienes que buscar soluciones para poder llegar al día siguiente. A veces pareciera que como llevamos tanto tiempo en esto, poco a poco han acostumbrado al país de que esta es la manera de vivir, a los golpes y con las cosas mal hechas. A contentarnos con las cosas más simples, como conseguir mantequilla en un supermercado. Es por esto que tenemos que preguntarnos ¿Será que nos estamos acostumbrado o es que nos tienen ocupados?

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