CARTA DE UN MALANDRO ARREPENTIDO

Por Gabriel Núñez

@Genm256

 

 

 

“Noticia en USA: Ladrones devuelven computadoras robadas y piden perdón”

 

He decidido entregarme.

 

Ya estoy harto de estas impuras andanzas de hurtos, asesinatos y extorsión. Mi corazón me ha delatado, no aguanto más estas infamias atroces del mundo delictivo que tanto he cometido por necesidad. Pero ahora que entiendo, que he aprendido con el tiempo que el quitarle a otro lo que por derecho le pertenece no es el camino propio para obtener una vida digna. Sino más bien es un atajo a un círculo vicioso donde la vida se te hace cuesta arriba y cada vez es más difícil ascender en esta sucia ciudad (Disculpen mi soez vocabulario, pero no encontré mejor palabra para hacer referencia).

 

Pero no culpo a nadie, ni a mi padre por haberme abandonado a temprana edad y nunca enseñarme lo que debo o no hacer, también perdono a mi madre, quien nunca tuvo tiempo para dedicarme una dulce caricia para entender que en la vida no todo es sufrimiento. Perdono a mis hermanos y hermanas de sangre, quienes maltraté para enseñarle lo que nuestros diversos padres no pudieron. Al Estado, a los presidentes, a los gobernadores, líderes de pacotilla que nunca cumplen lo que prometen. Quisiera no culparlos pero creo que a ustedes les debo lo que soy. Son ustedes mis queridos superiores, los que condenan a miles de jóvenes día y noche a sufrir hambre, maltratos y demás penas que no puedo mencionar porque es por su vista gorda envuelta por dinero y poder que no se dejan ver el mal en que caemos. No le mentiré más a nadie, son ustedes los que nos dan las armas, nos facilitan la droga y nos rellenan el bolsillo para que no revelemos de dónde sale toda esta maquinaria maquiavélica que ojo por ojo nos deja ciegos, sordos y mudos, presos por vicios que no generan más que malestar a nuestro alrededor.

 

Nuestras familias, vecinos, amigos y enemigos se hunden cada vez más en la miseria por culpa de la negligencia política que solo le importa de cuántos años es el whisky que entra por sus venas, pero no les incumbe de cuántos años es el niño que se inyecta heroína en la calle para no morir de hambre una noche más, aunque mal pague. Renuncio a toda esta lucha, ya no quiero seguir peleando por algo que no tiene sentido, no quiero derramar más sangre de inocentes que no tenían que haber muerto. Hoy más que nunca pude colocarme en los zapatos de una de mis victimas justo antes de disparar. La bala nunca salió, lloré. Sigo llorando, no le perdoné la vida, le imploré que perdonara la mía. Él no merecía lo que había hecho. Yo tampoco me merecía lo que el Estado me designaba por derecho a cuna. Uno no elige donde nace, pero uno no debería estar destinado a tanta miseria por nacer en un lugar tan poco privilegiado.

 

Le pido disculpas a todo aquel a quien hice daño con mis acciones, con mis pensamientos y con mis omisiones. No, esto no fue un trabajo de Dios, esto fue un trabajo de mucho reflexionar conmigo mismo, de darme cuenta, de abrir mis ojos ante la realidad que ante mí se expone. No hay nada que en este mundo me pertenezca, no soy dueño de nada, ni de mí mismo soy dueño. Este universo no es más que un cúmulo de azares que se conjugan para formarnos como personas. Tengo suerte de estar vivo, como tú también la tienes. No soy quien para decidir la suerte de nadie con la punta de mi pistola, tienes mi palabra de que no volveré a la calle a matar, ni a robar.

 

Perdono a todo aquel que me hizo daño, no espere venganza mucho más porque no la habrá, ya la venganza es un plato que no provoca comer, expiró hace mucho tiempo y para mí ya no vale la pena matarse por algo que ya está muerto en el tiempo, que no revivirá y que mucho menos regresará. Mucha sangre ya hay derramada por las calles y no quiero ser yo uno más, me cansé, estoy harto de ser quién soy. 

 

Renuncio, abiertamente a todo tipo de violencia insana que no me ha conducido a más que a desgracias. Me gustaría ser algún día un ejemplo a seguir. Es una lástima que ya sea demasiado tarde.

 

Sin más que agregar, quiero pedirles mis más sinceras disculpas por todos los males ocasionados y espero esto traiga paz a ti y a los tuyos.

 

 

Firma Anónima.

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