EDUCACIÓN: UN NUEVO ENFOQUE

Por Gabriel E. Núñez M.

@Genm256

 

 

 

Dicen que todos los caminos llevan a Roma, esto es porque en la antigüedad los romanos procuraron unir los cuatro puntos extremos de la península mediante caminos que facilitaran el movimiento de las tropas militares. Después de que Roma conquistó Italia, hicieron muchos caminos para mantener la comunicación. Por eso es que todos los caminos conducen a Roma porque literalmente comenzaron en Roma.

 

Cuando te pones a pensar sobre los problemas del venezolano pasa exactamente lo mismo, es indudable que todos los caminos convergen en la educación, en nuestra cultura y posiblemente se concluya que «por eso estamos cómo estamos», «porque así nos educaron».

 

En conversaciones ocasionales con profesores, me he topado recurrentemente con ideas pesimistas sobre las nuevas generaciones de estudiantes, en las que se resalta la insoportable apatía de diferentes estudiantes ante el sistema educativo. Es un hecho que más que una profesión, ser educador en Venezuela es un reto en cualquier nivel, no tengo intenciones de encontrar culpable, ni mucho menos señalar a la víctimas, ya que ni estudio derecho, ni quiero convertirme en juez. Posiblemente haya alguien que me contradiga, pero en mi forma de verlo, educar implica entender, no solo lo que se enseña sino también a quien se enseña. Partiendo desde esta premisa, es posible que nos enfrentemos a dos importantes preguntas ¿Qué enseñamos y a quién?

 

Educar va más allá del contenido, como en publicidad, lo que comunicamos no puede limitarse únicamente a los beneficios de la marca o producto. La educación no basta con leerse los libros y responder a la pruebas. La educación debe ser entendida como una relación constante entre el profesor y el alumno. Podemos presumir que la educación ha cambiado con el tiempo, que profesores y alumnos son más cercanos de lo que eran antes, pero la verdad es que esta aproximación ya ha pasado de largo y el distanciamiento se hace presente nuevamente en una nueva expresión. Antes el profesor se distanciaba del alumno para mantener la disciplina, hoy en día, el distanciamiento se puede observar en una incomprensión de ambas partes, estudiantes y profesores hablan dos idiomas diferentes, viven en dinámicas diferentes y esto es gracias al abismo generacional entre inmigrantes y nativos digitales. Las nuevas tecnologías han cambiado la forma en que nos aproximamos y nos relacionamos con el mundo. Pero lamentablemente no basta con adaptar el contenido a las nuevas tecnologías.

 

Le hablamos a humanos, no a máquinas

 

Aunque muchos alumnos y profesores quieran parecer máquinas, la pasividad de la educación no lleva a ningún terreno fértil, memorizar para pasar el siguiente examen no debe ser la meta de ningún estudiante, y si eso es lo que dicen sus alumnos de su materia, cuelgue su hábito de educador y dedíquese a otra cosa. No espere que los contenidos sean motivadores por sí solos. El educador debe aprender a persuadir a las nuevas generaciones, mantenerse joven en la forma de educar.

 

Memorizar la fecha tal, la fórmula equis y la definición de fulano no tiene sentido sin saber la trascendencia que eso tendrá en nuestras vidas, es posible que nunca utilicemos esa información, pero eso no justifica que no pueda ser motivador aprenderla, reflexione sobre eso. Encienda la televisión y pregúntese ¿cómo podemos recordar tanta información absurda de la T.V. y nada de lo que vemos en clase? Si todavía no capta la idea revise la red social de su preferencia, todos los días somos bombardeados por información, somos adictos a ella, pero a la vez, somos más selectos a la información que prestamos atención y a la que ignoramos.

 

Aprendamos de la publicidad, el 86% de los anuncios son ignorados a diario por el público, los anuncios no compiten entre ellos sino contra el entretenimiento. Las series y novelas son el centro de atención, el reto es captar y evitar que los espectadores cambien de canal al transmitir el anuncio.

 

¿Cuál es la fórmula mágica? No existe.

 

¿Cómo lo hacen entonces?

 

En publicidad se trata de conectar con las personas, de salir de lo cotidiano y de regresar a ello con un mensaje original que haga pensar y reflexionar sobre lo que ves. No hay que cambiar de paradigmas, no se trata de eso. Lo que se trata es de hacer que la persona se interese por escuchar, por opinar, por crear un nuevo contenido. 

 

El educar debe responder a las mismas intenciones, intentar conectar a las personas entre ellas, de salir de lo cotidiano (surgir de ell y romper con ello) para marcar una nueva pauta que haga que estudiantes y profesores mantengan una relación estrecha como lo hacen las marcas con el público, una relación basada en la emoción, en sensaciones, intuiciones que expresan el quiénes somos, qué hacemos y el por qué lo hacemos.

 

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