200 años de juventud luchadora

Por Jesús Moreno

@chucho1991

jmoreno@guayoyoenletras.com

 

 

 

El pasado miércoles se cumplieron 200 años de la célebre Batalla de La Victoria, librada en la ciudad del mismo nombre, situada en el Estado Aragua. Esta fecha fue decretada como el Día de la Juventud por la Asamblea Constituyente el 10 de febrero de 1947. Ese día los estudiantes, jóvenes seminaristas y universitarios bajo el mando del prócer José Félix Ribas dejaron su huella en la historia de Venezuela y enmarcaron un modelo a seguir para todos los muchachos de las siguientes generaciones.

 

El modelo es simple pero desafiante: levantarse y luchar por una mejor Venezuela, una mejor nación, nuevas oportunidades, una mejor vida. Que a pesar de las adversidades y de lo feas que puedan llegar a ponerse las cosas, siempre hay un camino o una idea que defender. Ese memorable 12 de febrero de 1814 el ejército venezolano tenía todas las de perder: 1500 soldados, entre ellos los estudiantes mancebos, en contra de 4000 realistas. Pero los números no agregaron a este conflicto ya que la valentía y determinación de unos pocos vencieron a muchos.

 

Algo muy parecido ocurre en la actualidad. Un grupo inmensamente grande de chamos se enfrenta al aparataje corrupto de unos pocos a los que llaman “enchufados”, que están cómodos en el regazo del gobierno. Este aparataje conformado por las fuerzas militares, los grupos conocidos como colectivos, altos funcionarios públicos y el Ejecutivo Nacional, si bien no tiene la ventaja de los números, la posee en poder y armamento.

 

El objetivo de los jóvenes es el de protestar pacíficamente para crear conciencia sobre los problemas que afligen a la sociedad venezolana y poder acabar con ellos: la censura de información, la inflación, el desabastecimiento, la corrupción y por supuesto, la inseguridad. Pero las exigencias de los protestantes han sido respondidas con violencia, censura, privación de libertad y hasta la muerte. En estos últimos días el país ha sido testigo de la represión masiva de un gobierno autoritario y dictatorial. Su mensaje, en palabras de Maduro, ha sido el de meter presos a todo el que proteste “sin permiso”. Además, con el retiro del canal de noticias NTN24 de las cableras de televisión, es más que evidente que en Venezuela dejó de existir tal cosa como la libertad de expresión.

 

Ésta podría llegar a convertirse en nuestra generación del 28: muchachos dispuestos a arriesgar su libertad y hasta la vida por Venezuela con tal de librarla de tantos problemas. Vivimos tiempos difíciles. La juventud venezolana poco a poco está ayudando a moldear el futuro de este hermoso país y haciendo historia como lo hicieran los jóvenes de aquella grandiosa victoria hace dos siglos atrás.

 

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