Venezuela: Kick…stopper

Por Daniel Alejandro Plaza

@DanPlaza

 

 

 

Al revisar feeds noticiosos suelo encontrar con mucha frecuencia nuevos avances tecnológicos que llegan o están a punto de llegar al mercado. La mayoría de las veces digo: “habían tardado mucho” y no es casualidad, para el momento en que tal cosa se me hubiese podido ocurrir también se le estaba ocurriendo a muchísimas personas más en el mundo. Con suerte algunos ya estarían trabajando en ello, pero toma tiempo llevarlo a cabo… Y dinero.

 

No dejo de pensar que Venezuela ha sido en varias oportunidades uno de los países más emprendedores del planeta, entonces, ¿cómo no veo tantos de estos avances e ideas geniales provenientes de Venezuela? Al venezolano le encanta inventar, muchas veces son pendejadas, pero muchas otras tiene ideas que son groundbreaking. La costumbre es que gente idiota las desestime. Principalmente, es el gobierno (desde la ‘cuarta’) que desmotiva actividades que promueven cambios si a quienes financian campañas no les convienen, o quieren acaparar el mercado, y los bancos, porque suelen dar su voto de confianza a negocios “tradicionales”.

 

Entonces, ¿cómo se hace para darle la vuelta a la situación?. En principio hay incubadoras en las que tales actividades se pueden desarrollar, y varios proyectos han dado muy buenos resultados así. También, hay concursos en los que ha ocurrido una situación similar y ha sido muy positivo, pero en la mayoría de los casos hay que dejar algo a cambio más que dinero (como derechos u otros). Entonces, como ya muchos de Uds. Sabrán, existe el mecanismo llamado crowdfunding, que consiste en presentar el proyecto a personas, gente común que puede recibir algo a cambio por su donación, y no tiene mayor filtro que quienes hacen las veces de interfaz.

 

Uno de los sitios de internet dedicados a reunir proyectos de diferente índole para ser presentados a inversionistas es www.kickstarter.com. Estuve revisando este sitio y para mi deleite pude encontrar dos proyectos (entre muchísimos otros maravillosos) que puedo exponerles para transmitirles mi posición acerca de la situación en Venezuela:

 

The Micro: The First Truly Consumer 3D Printer

 

Este proyecto tiene como finalidad llevar a hogares impresoras de objetos, en base a librerías pre-establecidas o piezas importables, que permita a los usuarios crear objetos y utensilios de uso en el hogar, para sus labores cotidianas o proyectos especiales, incluso para reponer piezas rotas que el sistema pueda reproducir.

 

Esta tecnología existe desde hace algún tiempo y como los mismos autores dicen: era cuestión de tiempo, lo que no se sabía era quién lo haría primero ni cuándo. Para la fecha de redacción la preventa de estas máquinas está alrededor de $300,00. La meta original de los creadores era $50.000,00 y han recaudado hasta la fecha $2.934.565,00.

 

Yo creo posible que trabajos como estos sean hechos por venezolanos, no digo que en Venezuela, porque los costos de mano de obra y de ciertas materias primas son muy altos, y es hasta mejor importar los componentes terminados de China por tener menores costos aunque ellos no producen estas materias primas, además los aranceles de importación desde allá son bajos. Creo posible que tal emprendimiento pudiera tener escala internacional y mucho éxito, pero dadas las condiciones quién querría invertir desde Venezuela en dólares y tener que repatriar capitales. Bueno, ahora está SICAD II, pero ya sabemos, ¿no?

 

Es posible que piensen que este trabajo es muy complejo y que aquí no habría tal capacidad técnica. Yo estoy seguro de que sí la hay, pero mejor los convenzo con otro ejemplo.

 

Luma: A SmartLamp for the 21st Century

 

El proyecto de Luma consiste en una lámpara capaz de cumplir su función básica: iluminar, mientras es capaz de cambiar el color de su luz, cargar un teléfono móvil, conectarse con este vía Bluetooth, y tiene parlante y micrófono, incorporados, que permiten al usuario escuchar música o sostener conversaciones. Todo esto, mantenido un bajo consumo energético, pues emplea bombillos tipo LED y estos tienen un consumo energético reducido y muy prolongada vida útil. ¡Ah! Y se enciende tocando su base.

 

Yo no sé qué piensen Uds., pero a mi manera de ver las cosas, esto es genial, sencillo y de bajo costo. No veo ninguna razón para que tal proyecto no sea desarrollado en Venezuela (aparte de no robar una idea que ya está en marcha). Aquí hay ingenieros electrónicos, de materiales y en computación capaces de hacer tal cosa y muchísimo más.

 

Me duele un poco pensar en todo lo que se ha dejado de hacer por pensar en pendejadas. Pendejadas son los problemas del país, que tienen soluciones sencillas que no se quieren aplicar porque hay intereses económicos de por medio. Cuando era niño imaginaba el mundo del futuro de las caricaturas en Venezuela, de eso ya hacen más de 20 años…

 

Las cosas no “tienen” que cambiar, sólo van a cambiar si decidimos cambiarlas. Afortunadamente, sigue en nuestras manos.

 

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