Google: El Willy Wonka de los trabajadores

Por Karlis Herrera

@vkat18

 

 

 

 

Google, es considerada la mejor empresa para trabajar, y en varias ocasiones ha ganado el título de “Best Multinational Workplaces” (“La Mejor Empresa Multinacional”), por la consultora Great Place To Work, quienes los han reconocido por su labor de brindarle a su público interno el mejor ambiente de trabajo. Los criterios de la evaluación se basan en una encuesta aplicada a los colaboradores de la empresa y una Auditoria de Cultural que es completada por sus líderes.

 

La compañía que fue fundada en 1998 por Larry Page y Sergey Brin, basa su éxito en fomentar el talento de sus colaboradores, reconociéndoles su trabajo e incluso permitiéndoles trabajar en sus propios proyectos, asignándoles un número de horas concretas de trabajo al mes.

 

Algunos se preguntaran, por qué resulta tan atractivo para muchos trabajar en Google, y esto se debe a que ellos realmente entendieron la importancia de cubrir las necesidades de los trabajadores, aportándoles los mejores servicios posibles.

 

Entre los aspectos más resaltantes que ofrece la empresa están: prestaciones a sus empleados, comida gourmet gratis, servicio de lavandería en la oficina, transporte con Wi-Fi y cinco meses de licencia por maternidad con goce de sueldo, entre otros beneficios.

 

Para lograr todo esto, Google ha contratado científicos sociales para que realicen análisis con sus empleados, y así determinar cuál es la mejor manera de dirigir la empresa hacia el éxito. De acuerdo con Prasad Setty, director de análisis de personal, del área de recursos humanos de Google: “Nuestro plan es llevar el mismo nivel de rigor de las decisiones de ingeniería a las decisiones de personal”.

 

Se han enfocado en todos los detalles referentes al ámbito laboral, incluso en pequeños detalles que muchas empresas tienden a ignorar como qué tan larga debería ser la fila de la cafetería. Según los análisis de Google, la fila ideal para servirse el almuerzo debe llevar tres o cuatro minutos de espera, tiene que ser lo bastante corta para que los empleados no pierdan tiempo y lo bastante larga para que convivan. De igual forma, las mesas deben ser largas para que los empleados que no se conocen se vean forzados a charlar, y un experimento reveló que dotar las cafeterías con platos de tamaño mediano junto a los platos grandes alienta a los trabajadores a servirse porciones más pequeñas y saludables.

 

Laszlo Bock, vicepresidente de operaciones de personal de Google sostiene que: “Te gusta tu trabajo, pero debería —y podría— ser algo más para ti. Entonces, ¿por qué no lo es?”. Google ha demostrado que los pequeños detalles importan, han logrado crear un paraíso para trabajar que hace sentir a sus empleados como unos niños en la fábrica de chocolate de Willy Wonka. Al brindarle a su público interno las condiciones más aptas para trabajar, donde los empleados se sientan a gusto, logran que sean más proactivos y aporten mejores soluciones a los problemas del día a día, llevando a la empresa al éxito grupal.

 

Entonces, ¿Por qué hay tan pocos buenos lugares para trabajar?

 

Muchas empresas piensan que para lograr la satisfacción de sus empleados deben aumentar sus salarios y descuidan otros factores primordiales en el ámbito laboral; pero, aunque el dinero es considerado un motivador universal por excelencia, también puede llegar a ser un factor desalentador en las personas, debido a que el dinero supone cosas diferentes para cada individuo en los distintos momentos de su vida.

 

De acuerdo con Daniel Pink, autor del libro Drive: The surprising truth about what motivates us (La sorprendente verdad acerca de lo que nos motiva), la recompensa monetaria actúa como motivador solo cuando las tareas son simples y claras, pero en el caso contrario el dinero deja de ser motivador. Según Pink, existen otros factores motivacionales que logran mayor satisfacción personal y rendimiento, tales como: la autonomía, que se refiere a cuando los integrantes de un equipo se dirigen a sí mismos, la excelencia en lo que hacemos y queremos hacer bien, y el propósito de lo que hacemos.

 

Se debe tomar en cuenta que el dinero no es siempre el motivo fundamental de trabajo, existe la vocación, interés social, independencia y formación, entre otros. Es por esta razón, que a veces las personas rechazan ofertas de trabajo con beneficios muy alentadores por una oferta por debajo de la inicial, pero que a la perspectiva individual de la persona, cumple con sus expectativas y motivaciones.

 

Robert Kiyosaki sostiene que: “El dinero no es la meta, porque no tiene valor. El valor del dinero está en los sueños que este ayuda a lograr”. En síntesis, el dinero es solo un medio para conseguir un objetivo o la autorrealización de una meta en particular, pero en sí no es un factor motivador en todos los individuos, depende de las expectativas y motivaciones individuales de cada persona.

 

Hasta que las empresas y organizaciones no comiencen a preocuparse por satisfacer esas motivaciones individuales, no lograran ser ese paraíso laboral, que motive a sus empleados a ser proactivos, eficientes y a que realmente disfruten de lo que hacen.

 

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