El lado correcto de la moneda
Por Ricardo del Búfalo
@RDelBufalo
El número 17 de una serie de cuadernos de temas políticos de la fundación Manuel García-Pelayo se titula Las actitudes políticas: el cinismo y el humor. Obvio que hubo alguna intención de los editores en colocar esos dos temas juntos, pero creo que no es intencional el hecho de que ambos ensayos se complementen. En el primero, Antonio Cova Maduro, habla del cinismo como actitud política en la historia moderna. Al final de su breve ensayo, da paso al ensayo de Laureano Márquez, con una frase bastante certera:
Tome usted cualquier chiste, en el momento que más le plazca en la atormentada historia de los pueblos sometidos a esa utopía de felicidad para todos (el comunismo, el nazismo) y verá usted la cara amarga del cinismo.
La cara amarga del cinismo y la cara alegre del humor son dos caras de una misma moneda. Son una unidad en plena lucha constante. Yo creo que el humor político surge necesariamente del cinismo, de la mentira descarada, así como el cinismo se nutre del humor, de su negación. Tanto el cinismo como el humor son una negación de la realidad: la diferencia es que el cinismo la niega para ocultarla y el humorismo la niega para revelarla. Cuando un poderoso dice “aquí hay libertad de expresión”, mientras cierra un medio de comunicación, está siendo cínico; cuando un ciudadano dice “aquí hay libertad de expresión”, mientras el poderoso cierra un medio de comunicación, está haciendo humor.
Van 6 meses de 2014 y ya han cerrado tres espacios humorísticos (que tampoco es que hay muchos) en Venezuela. El primero fue El Librepensador, la página de humor que El Nacional publicaba en el suplemento dominical Siete días. El diario con más tiraje del país tuvo que prescindir de las opiniones de Zapata, Claudio Nazoa, Laureano y Mara Comerlati por falta de papel, que no puede adquirir porque en Venezuela no se fabrica y el administrador de divisas no le quiere vender dólares. Ahora el periódico tiene un solo cuerpo y ha tenido que reducir su tiraje e incluso su personal laboral. Muchos periódicos han tenido que salir de circulación por esta misma razón.
El segundo espacio humorístico cerrado fue Misión Emilio, programa humorístico de sketches, formato late show, de tipo Radio Rochela, conducido por un ex-Radio Rochela: Emilio Lovera. Se transmitía todos los domingos a las 8 de la noche por Televen, pero desde agosto de 2013 no se ha grabado una nueva temporada “por razones económicas”, lo cual es falso, porque poco tiempo antes le habían informado al equipo que la 3era temporada sería comprada por dos clientes. El programa había recibido varios llamados de atención políticos, e incluso había sido censurado por Televen, que al menos dejó engavetados 4 sketches que tenían tintes políticos. Sin embargo, semanalmente se siguen transmitiendo episodios repetidos, los lunes a las 7 de la noche. Allí actuaban varios actores cómicos legendarios, como Alexandro Noguera y Amílcar Rivero, y comediantes del circuito de stand-up comedy caraqueño y de improvisación teatral, como Alejandra Otero, Reuben Morales, Elías Muñoz, Bobby Comedia y Daniela y Valentina Belloso.
El tercer espacio humorístico cerrado fue sacado del aire ayer 10 de junio. Se trata de Chataing TV, programa de humor político, formato late show, conducido por el humorista Luis Chataing, transmitido también por Televen, en principio a las 12 de la noche, y desde marzo de este año, a las 11 pm. Estaba acompañado por los locutores y comediantes del circuito de stand-up comedy de la capital, José Rafael Guzman, Alex Goncalves, Jean Mary, Led Varela y Manuel Silva, quienes también eran escritores del programa. El programa se había convertido en un espacio incómodo para el gobierno, porque Chataing nunca se autocensuró. Hasta que empezó a sonar el rumor de que se estaba vendiendo Televen (desde la venta de Cadena Capriles, el año pasado, Omar Camero anunció que el canal estaba en venta y la concesión se la renovaron el último día) y de repente informaron que sacarían del aire el programa con más rating de la televisión nacional abierta por “presiones”. Se dice que el detonante fue lo siguiente:
http://www.youtube.com/watch?v=c-pbUJ3LNnM
Ahora solo quedan los espacios de «humor» chavista, como el semanario El Especulador Precoz, que sale los miércoles en Ciudad CCS y El Correo del Orinoco, y el programa de televisión de Roberto Malaver y Roberto Hernández Montoya, éste último humorista legendario, de la generación de El Sádico Ilustrado. Digo humor entre comillas porque la burla que viene desde el poder es todo lo contrario al humor, es la otra cara de la moneda: cinismo. Si tú estas montado en un monstruo poderosísimo, y criticas «humorísticamente» al débil por tener “más poder” que tú, eres un cínico. Esta caricatura es un ejemplo de eso:
En una entrevista que le hice al articulista Clodovaldo Hernández, colaborador de El Especulador Precoz, él me dijo “se dice que el humor es anti-poder, pero si uno se pregunta ¿cuál es el verdadero poder?, se da cuenta que el poder económico a veces es mucho más fuerte que el político”. Es válido, de hecho, el nombre del semanario critica la especulación. Sin embargo, la mayoría de los chistes que se hacen allí, critican a la dirigencia opositora, no al poder económico, aunque también es completamente válido criticar a la MUD. Lo único que no es válido para un humorista es apoyar al poder, porque termina del lado incorrecto de la moneda: del lado del petróleo, de las armas, de las decisiones. El humor es la actitud política que el débil toma contra el fuerte; el cinismo es la actitud política que el fuerte toma contra el débil.
Zapata, Edo, Laureano, Rayma, Claudio… Todos han sido objeto de censura o ataque por parte del chavismo en estos 15 años, como parte de un intento de callar al humorista, que sabe mostrar la falsedad del poderoso. Tiene tanto poder el mensaje del humor, que las encuestas comenzaron a favorecer al candidato Henrique Capriles para las elecciones de abril 2014, el día que Laureano Márquez y Emilio Lovera hicieron un sketch de humor político extraordinario en un canal de televisión que se vendió a unos amigos del régimen el 15 de abril, un día después de las elecciones.
Así que la censura tiene un efecto contrario a los intereses del censor: mientras más medios cierran, más humoristas nacen. Cada vez hay más bares con noches de stand-up comedy. Las carteleras de teatro están llenas de comedias. Los comediantes de nuevas generaciones ya han llevado el humor por toda Venezuela, incluso fuera de nuestras fronteras. Surgen cada vez más iniciativas en la web, como la exitosa Isla Presidencial. La gente se las está ingeniando.
No hay mayor dicha para un humorista que vivir en un ambiente hostil. Por lo tanto, el mejor cierre que puede tener un espacio de humor es la censura; lo contrario es el fracaso. Lo dijo una vez Aquiles Nazoa, cuando le preguntaron si el buen humor había decaído: “ha decaído —dijo— a mí no me han vuelto a encarcelar desde 1956”. Todos los humoristas sabemos cuál es nuestro destino en este país. También lo dijo Aquiles cuando le preguntaron de qué vive un humorista: “de un humorista, si es venezolano, se sabe siempre de qué muere, nunca de qué vive”. Mientras más atacan al humor, mejor lo hacen.
Así que, amigos humoristas, podemos no estar del lado correcto de la historia, pero sí estamos del lado correcto de la moneda.
